Los frentes de batalla política que abrió el paro con miras a 2022
En las administraciones de Bogotá o Cali, e incluso en el alto gobierno, se han presentado choques políticos en medio de las protestas y con el horizonte de las elecciones de 2022. El reciente enfrentamiento entre Petro y Claudia López es una muestra de ello.
Dos meses han pasado desde que en Colombia se desató un estallido social sin precedentes por cuenta del paro nacional. Así como en casi todos los frentes de la sociedad, las jornadas de movilizaciones y protestas también han tenido repercusiones en la arena política, un hecho que, sin duda, tendrá consecuencias mayores teniendo en cuenta que este es un año preelectoral y que en 2022 se celebrarán elecciones tanto al Congreso como para la Presidencia de la República.
En contexto: Jugando con candela: los posibles efectos del estallido social en la perspectiva electoral de 2022
Los dilemas, disputas y confrontaciones a nivel político y electoral ya se sienten con fuerza. Quizá la más reciente quedó al desnudo este lunes, cuando –al reprochar que un grupo de personas, presuntamente de la denominada primera línea, se tomó a la fuerza un bus del SITP en el sur de Bogotá– la alcaldesa Claudia López dejó ver que hay responsabilidades por parte de la Colombia Humana, partido que lidera el senador y precandidato Gustavo Petro, férreo opositor de la mandataria.
“Con la dotación que les dan dirigentes de Colombia Humana, pinchan, bloquean y secuestran buses, pocos jóvenes radicalizados para hacerles la campaña del caos, la obstrucción y destrucción de Transmilenio y la tranquilidad ciudadana (…) Ni Bogotá ni Colombia se merecen esta forma destructiva de hacer campaña para ganar la Presidencia. Respeten a la ciudadanía y sus bienes públicos”, reclamó López.
Sin hacer mención directa, la alcaldesa pudo estarse refiriendo a personajes como el senador Gustavo Bolívar (Coalición Decentes), que ha promovido y dotado de elementos de protección a miembros de la primera línea. De hecho, el congresista ha impulsado colectas virtuales para recoger recursos que permitan proteger a los manifestantes, así como para auxiliar económicamente a quienes hayan sido agredidos por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.
De fondo está la discusión que han librado Petro –que quiere volver a aspirar a la Casa de Nariño, esta vez a través de su coalición Pacto Histórico, conformada, entre otros, por el Polo Democrático– y movimientos como la Alianza Verde, al que pertenece Claudia López, que hoy está adelantando su propia alianza: la Coalición de la Esperanza, que conforman, entre otros, Sergio Fajardo o Humberto de la Calle.
La rencilla se remonta incluso a 2018, cuando López, acompañada de Fajardo y del hoy senador Jorge Robledo, se opusieron a votar por Petro en la segunda vuelta que lo enfrentó con el hoy presidente Iván Duque, y apostaron por el voto en blanco. Un hecho que aún hoy el senador de la Colombia Humana les reprocha.
De allí que la alcaldesa acuse a los dirigentes de esa colectividad estar haciendo campaña política con el paro, llegando incluso a atacar buses de Transmilenio y afectando la tranquilidad ciudadana. Dicho señalamiento no tardó en ser rechazado tanto por Petro como por escuderos.
El exmandatario defendió que su movimiento político no provocó “el caos social bogotano”, criticando las políticas públicas adoptadas por la alcaldesa en medio de la pandemia.
“Para desinflar llantas no se necesitan dotaciones y los gestores de convivencia fueron fortalecidos en la Bogotá Humana precisamente para no usar el Esmad (…) He solicitado el levantamiento de bloqueos y una tregua mientras pasa la ola de pandemia hace meses, pero la respuesta estatal no es más que una táctica electoral de descrédito sobre nosotros”, declaró Petro, que pidió a su bancada en el Concejo de Bogotá evaluar “si es hora de pasar a la oposición”.
En Cali también se han sentido los coletazos políticos del paro, justamente en una de las ciudades más azotadas por hechos de violencia y alteraciones del orden público durante las protestas. Allí, ante el rechazo que ha generado la reacción y atención del alcalde Jorge Iván Ospina al paro, se ha intensificado el deseo de un sector por apartarlo de su cargo a través de una revocatoria. De hecho, en mayo pasado se desarrolló la denominada Marcha del Silencio, promovida por opositores al mandatario, entre ellos el Centro Democrático.
Sin embargo, los choques también se han extendido al escenario nacional. La semana pasada, días después de que Petro llamó “mentiroso” al presidente Iván Duque –quien responsabilizó a las aglomeraciones, en el marco del paro nacional, que Colombia llegara a los 100.000 fallecidos por COVID-19–, el primer mandatario aseguró que “hay políticos que deberían dejar de actuar como pirómanos, viendo cómo incendian el país”.
Lea también: Hay políticos que fracturan al país “para cabalgar en pretensiones electorales”
Según Duque, esos políticos, “todos los días”, buscan cómo fracturar el país a través “de una lucha de clases”. Lo anterior, reclamó el jefe de Estado, con fines electorales de cara a los comicios del próximo año. “Yo sí considero que hay unos políticos que sí deberían dejar de actuar como pirómanos todos los días, viendo cómo incendian el país, cómo fracturan el país a través de una lucha de clases para cabalgar en sus pretensiones electorales”, criticó Duque.
Lea y vea: El video en el que Duque culpa a Petro del paro (y sus imprecisiones)
Adicionalmente, en mayo pasado, se hizo viral un video en Twitter, en el que el presidente asegura: “Cuando gané las elecciones, el candidato que vencí dijo que iba a estar en las calles durante todo mi período”. En la pieza audiovisual aparece el primer mandatario hablando en inglés y refiriéndose, sin nombrarlo, a Gustavo Petro, senador y candidato presidencial, como el culpable de las manifestaciones masivas del paro nacional.
Dos meses han pasado desde que en Colombia se desató un estallido social sin precedentes por cuenta del paro nacional. Así como en casi todos los frentes de la sociedad, las jornadas de movilizaciones y protestas también han tenido repercusiones en la arena política, un hecho que, sin duda, tendrá consecuencias mayores teniendo en cuenta que este es un año preelectoral y que en 2022 se celebrarán elecciones tanto al Congreso como para la Presidencia de la República.
En contexto: Jugando con candela: los posibles efectos del estallido social en la perspectiva electoral de 2022
Los dilemas, disputas y confrontaciones a nivel político y electoral ya se sienten con fuerza. Quizá la más reciente quedó al desnudo este lunes, cuando –al reprochar que un grupo de personas, presuntamente de la denominada primera línea, se tomó a la fuerza un bus del SITP en el sur de Bogotá– la alcaldesa Claudia López dejó ver que hay responsabilidades por parte de la Colombia Humana, partido que lidera el senador y precandidato Gustavo Petro, férreo opositor de la mandataria.
“Con la dotación que les dan dirigentes de Colombia Humana, pinchan, bloquean y secuestran buses, pocos jóvenes radicalizados para hacerles la campaña del caos, la obstrucción y destrucción de Transmilenio y la tranquilidad ciudadana (…) Ni Bogotá ni Colombia se merecen esta forma destructiva de hacer campaña para ganar la Presidencia. Respeten a la ciudadanía y sus bienes públicos”, reclamó López.
Sin hacer mención directa, la alcaldesa pudo estarse refiriendo a personajes como el senador Gustavo Bolívar (Coalición Decentes), que ha promovido y dotado de elementos de protección a miembros de la primera línea. De hecho, el congresista ha impulsado colectas virtuales para recoger recursos que permitan proteger a los manifestantes, así como para auxiliar económicamente a quienes hayan sido agredidos por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.
De fondo está la discusión que han librado Petro –que quiere volver a aspirar a la Casa de Nariño, esta vez a través de su coalición Pacto Histórico, conformada, entre otros, por el Polo Democrático– y movimientos como la Alianza Verde, al que pertenece Claudia López, que hoy está adelantando su propia alianza: la Coalición de la Esperanza, que conforman, entre otros, Sergio Fajardo o Humberto de la Calle.
La rencilla se remonta incluso a 2018, cuando López, acompañada de Fajardo y del hoy senador Jorge Robledo, se opusieron a votar por Petro en la segunda vuelta que lo enfrentó con el hoy presidente Iván Duque, y apostaron por el voto en blanco. Un hecho que aún hoy el senador de la Colombia Humana les reprocha.
De allí que la alcaldesa acuse a los dirigentes de esa colectividad estar haciendo campaña política con el paro, llegando incluso a atacar buses de Transmilenio y afectando la tranquilidad ciudadana. Dicho señalamiento no tardó en ser rechazado tanto por Petro como por escuderos.
El exmandatario defendió que su movimiento político no provocó “el caos social bogotano”, criticando las políticas públicas adoptadas por la alcaldesa en medio de la pandemia.
“Para desinflar llantas no se necesitan dotaciones y los gestores de convivencia fueron fortalecidos en la Bogotá Humana precisamente para no usar el Esmad (…) He solicitado el levantamiento de bloqueos y una tregua mientras pasa la ola de pandemia hace meses, pero la respuesta estatal no es más que una táctica electoral de descrédito sobre nosotros”, declaró Petro, que pidió a su bancada en el Concejo de Bogotá evaluar “si es hora de pasar a la oposición”.
En Cali también se han sentido los coletazos políticos del paro, justamente en una de las ciudades más azotadas por hechos de violencia y alteraciones del orden público durante las protestas. Allí, ante el rechazo que ha generado la reacción y atención del alcalde Jorge Iván Ospina al paro, se ha intensificado el deseo de un sector por apartarlo de su cargo a través de una revocatoria. De hecho, en mayo pasado se desarrolló la denominada Marcha del Silencio, promovida por opositores al mandatario, entre ellos el Centro Democrático.
Sin embargo, los choques también se han extendido al escenario nacional. La semana pasada, días después de que Petro llamó “mentiroso” al presidente Iván Duque –quien responsabilizó a las aglomeraciones, en el marco del paro nacional, que Colombia llegara a los 100.000 fallecidos por COVID-19–, el primer mandatario aseguró que “hay políticos que deberían dejar de actuar como pirómanos, viendo cómo incendian el país”.
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Según Duque, esos políticos, “todos los días”, buscan cómo fracturar el país a través “de una lucha de clases”. Lo anterior, reclamó el jefe de Estado, con fines electorales de cara a los comicios del próximo año. “Yo sí considero que hay unos políticos que sí deberían dejar de actuar como pirómanos todos los días, viendo cómo incendian el país, cómo fracturan el país a través de una lucha de clases para cabalgar en sus pretensiones electorales”, criticó Duque.
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Adicionalmente, en mayo pasado, se hizo viral un video en Twitter, en el que el presidente asegura: “Cuando gané las elecciones, el candidato que vencí dijo que iba a estar en las calles durante todo mi período”. En la pieza audiovisual aparece el primer mandatario hablando en inglés y refiriéndose, sin nombrarlo, a Gustavo Petro, senador y candidato presidencial, como el culpable de las manifestaciones masivas del paro nacional.