Los planes para defender la ambiciosa agenda legislativa de Petro
La bancada de gobierno ya conoce el alcance de las reformas estructurales que presentará el Gobierno este semestre. Durante el encuentro de esta semana en Paipa, Boyacá, proyectó cómo socializarlas y darles trámite exitoso.
El segundo semestre de labores legislativas será quizás el más complejo para el Pacto Histórico (PH), que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de presentar ante sus colegas del Congreso las grandes reformas que prometió el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez en su camino hacia la Casa de Nariño. Las reformas a la salud, pensional, laboral, agraria y a la justicia, el Plan Nacional de Desarrollo (PND), la segunda vuelta de la reforma política y el nuevo Código Minero, entre otros, se tramitarán a partir del 6 de febrero, cuando se espera que se convoque a sesiones extras para darle celeridad a esta ambiciosa agenda legislativa.
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El segundo semestre de labores legislativas será quizás el más complejo para el Pacto Histórico (PH), que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de presentar ante sus colegas del Congreso las grandes reformas que prometió el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez en su camino hacia la Casa de Nariño. Las reformas a la salud, pensional, laboral, agraria y a la justicia, el Plan Nacional de Desarrollo (PND), la segunda vuelta de la reforma política y el nuevo Código Minero, entre otros, se tramitarán a partir del 6 de febrero, cuando se espera que se convoque a sesiones extras para darle celeridad a esta ambiciosa agenda legislativa.
Para organizarse y conocer en detalle esos proyectos, pero además para saber su alcance y hasta hacer cuentas de las posibles votaciones que pueda tener en cada uno de los debates, esta semana se reunió la bancada del PH en Paipa, Boyacá. En el encuentro de dos días estuvieron 11 senadores y 21 representantes, es decir, que no estuvo la totalidad de la bancada. No fue posible por compromisos en otros países o excusas médicas, como la que presentó el senador Roy Barreras, presidente del Senado.
También se destacó la presencia de buena parte del gabinete del presidente Petro, como los ministros Alfonso Prada (Interior), Carolina Corcho (Salud), Irene Vélez (Minas), Néstor Osuna (Justicia), Patricia Ariza (Cultura), Gloria Ramírez (Trabajo) y el secretario de Presidencia, Mauricio Lizcano. Con ellos, explicó el senador Iván Cepeda, se coordinaron las “grandes líneas de contenido” y se acordó el trámite parlamentario. “Hicimos un ejercicio de examinar proyecto por proyecto, a qué comisión entran, el tiempo de trámite, posibles ponentes y la tentativa de votación. Fue un trabajo meticuloso de planificación”, resumió.
Además del propósito de las reformas y la forma en que se llevarán al Congreso, también se acordó que desde los próximos días estas se presentarán a la ciudadanía “en los espacios de discusión que sean convocados”, manifestó la senadora María José Pizarro, quien señaló que el objetivo es que esas propuestas “reflejen el querer de la ciudadanía colombiana”.
“Vamos como bancada a irnos a las calles, universidades y barrios a conversar con la gente y explicar las reformas que son un compromiso de campaña”, dijo al respecto el representante Gabriel Becerra, quien mencionó que se acordó además un trabajo conjunto con organizaciones sociales, sectores de la economía popular y la forma en que se trabajará con el resto de partidos de la coalición de gobierno para que la movilización ciudadana “que no va a ser solamente en las calles, sino en el debate”, se entienda como una evolución de la democracia participativa.
En las reformas “hay temas complejos y que van a generar mucho debate”, como lo reconoce la senadora Esmeralda Hernández. Algunos como el representante Heráclito Landínez hubieran preferido que, como no se presentaron los textos de los proyectos, ni siquiera borradores, se extendiera un poco más la explicación en temas complejos como la reforma a la salud, que es quizá la que más dolores de cabeza le sacará a la bancada.
También lo reconoció David Racero, presidente de la Cámara, quien resalta que si bien “no conocimos los textos, sí conocimos la dimensión que tiene cada reforma en términos de transformación social” y sobre todo que hubo la oportunidad de retroalimentarlos y hacer sugerencias sobre temas de filigrana legislativa, como los puentes con otros partidos y los tiempos de radicación, entre otros.
“Somos bancada de gobierno, pero hacemos crítica. La sugerencia respetuosa fue que entre más rápido se den a conocer y se radiquen los textos, mejor para el trámite. Los tiempos están justos y no queremos tramitar las reformas de afán”, advirtió Racero, a quien secundó Landínez, vicepresidente de la Comisión Primera. “Planteamos al Gobierno que las reformas se presentaran antes a la coalición de gobierno, luego en debates con las comunidades, escenarios gremiales y académicos para agilizar el trámite”.
Landínez, clave en temas como el trámite de la reforma política, afirmó que el ideal es que esta vez no se presenten tantos mensajes de urgencia a los proyectos, pues a su parecer más que urgencia se envía un mensaje de querer abreviar demasiado los tiempos de iniciativas esenciales para el país. “El Gobierno quiere enviar mensaje de urgencia, y algunos no estamos muy de acuerdo porque creemos que debe haber mayor discusión, no hay que imponerlas o sacarlas de forma exprés. Entre más tiempo tengamos, habrá más discusión”, sostuvo.
La reunión se dio en medio de los rumores sobre posibles fisuras en la colectividad y más teniendo en cuenta los recientes choques en redes sociales entre algunos congresistas del movimiento. Pese a eso, coinciden en que del encuentro salió una “bancada fortalecida”, de acuerdo con la senadora Pizarro, y “optimista”, según describe el representante Alberto Tejada.
Algunos reconocen que “hay diferencias en algunos temas, pero todo es reconciliable”, y que en términos generales se vio una bancada “muy alineada” para acompañar las propuestas, como describió la senadora Esmeralda Hernández. “Estamos concentrados en los temas realmente importantes, estas reformas no se habían visto en el Congreso. Las discusiones son menores y hay otras prioridades y responsabilidades. Hay cohesión y respaldo al Gobierno, y las peleas de redes sociales son más de rating que temas que tengan fondo”, añadió.
Una conclusión similar aportó Tejada, quien consideró que pueden estar pagando la “novatada” abriendo debates sin sentido. “La mayoría de la bancada no teníamos experiencia en el Congreso. Esto explica que se abran debates innecesarios en redes y se hagan discusiones mediáticas. Pero hemos creado un protocolo que se ha puesto en funcionamiento, aunque hay que afinarlo”.