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El debate de la virtualidad, la semipresencialidad y la presencialidad en medio de la pandemia del COVID-19 se trasladó a la sesión inaugural del 20 de julio. Varios congresistas, sobre todo de la oposición, se desplazaron hasta el capitolio en el centro de Bogotá, mientras que una gran mayoría asistió a las sesiones de forma remota, por medio de la plataforma de Zoom. Entre estos últimos estuvo el senador Arturo Char, de Cambio Radical y el principal opcionado para tomar la presidencia del Senado, según los acuerdos que le dan a su partido la presidencia del Congreso entre 2020 II-2021 II.
La duda sobre la asistencia o no de Char al capitolio nacional se disipó al momento de responder al llamado a lista. El senador estaba en su casa en Barranquilla al dar el presente. Con esto, el más opcionado a ser presidente del Senado asumiría su nuevo cargo de forma remota y no desde la llamada “casa de la democracia”. Es preciso señalar que el actual presidente, Lidio García, tampoco hizo acto de presencia en el capitolio nacional, sino que presidió la sesión por medios virtuales desde su casa en Cartagena.
En la Cámara el panorama fue totalmente distinto. La mesa directiva de esta corporación asistió al salón elíptico, aunque algunos de ellos lo hicieron en sus oficinas para evitar el contacto con los congresistas que decidieron sesionar de forma presencial este 20 de julio. Así lo hizo el actual presidente, Carlos Cuenca, y el secretario de la Cámara, Jorge Humberto Mantilla. También fue al capitolio Germán Blanco, el elegido por los conservadores para ser el presidente de la Cámara.
Es la primera vez desde el comienzo de la pandemia que tantos congresistas se congregan en el capitolio nacional para cualquier labor, incluido sesionar. En la tarde de este 20 de julio no solo asistieron representantes a la Cámara, como ya lo habían hecho en el fallido intento de sesiones semipresenciales, sino que también estuvieron varios miembros del Senado.
A la instalación del Congreso estuvieron de forma presencial los senadores Julián Gallo (FARC), Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical), Iván Cepeda (Polo Democrático), Roy Barreras (Partido de la U), Gustavo Petro (Colombia Humana), Alexander López (Polo Democrático), Aida Avella (UP), Victoria Sandino (FARC) entre otros.
Por el lado de la Cámara estuvieron los representantes Inti Asprilla, Katherine Miranda Wilmer Leal, León Fredy Muñoz, todos ellos de la Alianza Verde. También asistieron José Daniel López (Cambio Radical), Germán Navas Talero (Polo Democrático), Ángela maría Robledo, María José Pizarro y David Racero (Decentes), y varios más.
A pesar de la presencia de los congresistas en el capitolio, la sesión se llevó en su totalidad a través de las plataformas virtuales. Incluso el discurso presidencial fue hecho por Iván Duque desde la Casa de Nariño y solo fue transmitido a través del canal del Congreso. No hubo mayor diferencia frente a las sesiones del semestre anterior. Sin embargo, en esta sesión volvieron a quedar en evidencia los problemas de la virtualidad.
La instalación del Congreso iba a comenzar a las 3 de la tarde en punto, y al principio parecía que así iba a ser. El presidente Lidio García apareció en pantalla a esa hora y le pidió al secretario Gregorio Eljach que llamara a lista. Sin embargo, el funcionario del Senado no apareció y, tras varios minutos de pantalla en negro, la transmisión se fue a comerciales. Pasó cerca de 15 minutos hasta que se reactivó la ceremonia.
El llamado a lista volvió a ser complicado, sobre todo con los micrófonos activados de los presentes en el capitolio. Incluso se notó esta parte en la reproducción del himno nacional, pues se alcanzó a escuchar varias reproducciones de su melodía al tiempo. Además, ante la demora, el presidente del Senado tuvo que pedir al secretario de la Cámara que el llamado a lista no fuera tan largo y que se limitara a pronunciar el nombre y el apellido, sin ningún tipo de saludo.
Todo lo ocurrido en los primeros minutos de la instalación del Congreso demuestran que el debate de la virtualidad y la presencialidad no ha acabado. Incluso, con la presencia de más congresistas en el capitolio, se demuestra que nuevamente será uno de los puntos centrales de la agenda. Los limitantes de las plataformas digitales, para muchos, le ha quitado dientes al Congreso y su naturaleza de contrapeso al Ejecutivo.