Marchas pro gobierno convocaron a 5.000 personas el mismo día que llamaron a juicio a Uribe

Las marchas para rendir homenaje a las víctimas de la guerra en Colombia este 9 de abril tuvieron otro propósito este año. Así lo reconocieron algunos manifestantes que caminaron desde el Parque Nacional en Bogotá hasta la Plaza de Bolívar, en donde los esperó una gran tarima instalada por el Gobierno con actos culturales, música y danza.

Las marchas para rendir homenaje a las víctimas de la guerra en Colombia este 9 de abril tuvieron otro propósito este año. Así lo reconocieron algunos manifestantes que caminaron desde el Parque Nacional en Bogotá hasta la Plaza de Bolívar, en donde los esperó una gran tarima instalada por el Gobierno con actos culturales, música y danza.

En la fecha en la que también se conmemora el magnicidio del líder Liberal Jorge Eliécer Gaitán, el oficialismo aprovechó para salir a las calles a buscar apoyó para las reformas de la administración de izquierda y rechazar el hundimiento de la cirugía al sistema de la salud. De hecho, aunque se habló de un recorrido de antorchas por las víctimas del conflicto, fueron más los carteles con mensajes a favor de los proyectos gubernamentales.

Organizaciones sociales, políticos y sindicatos respaldaron al autodenominado “gobierno del cambio” y al tiempo manifestaron su desaprobación a “la actuación del Congreso”. Incluso, hubo varios que salieron con el siguiente mensaje para los 9 senadores que hundieron el proyecto: “si no apoyas a tu pueblo congresista, después no vengas por mi voto”, que plasmaron junto a las fotos de cada uno de los parlamentarios que se reunirán este 10 de abril para estudiar el contenido de una próxima reforma a la salud.

A las arengas contra de los congresistas se sumó el senador Wilson Arias, del Pacto Histórico, quien fue ponente de la frustrada reforma a la salud. “Tenemos un Congreso casi secuestrado por los grupos económicos, por congresistas financiados por EPS e IPS. Pero tenemos un pueblo en la calle diciéndoles que queremos que legislen de otro modo”, dijo quien además ha promovido diversos recursos para revivir el texto, tal como una apelación al hundimiento y una demanda de perdida de investidura contra Alirio Barrera, congresista del Centro Democrático y miembro de la Comisión Séptima.

Por su parte, la representante María Fernanda ‘Mafe’ Carrascal y ponente de la reforma laboral, señaló que, por lo menos desde su postura, es coherente usar el Día de las Víctimas para manifestarse a favor de las reformas, pues “la falta de educación, de trabajo, de salud, de pensiones en la vejez definitivamente son un crimen y han dejado muchas víctimas”, indicó desde el Parque Nacional, en donde se reunieron los marchantes desde las 9 de la mañana con dirección al centro de Bogotá.

Las manifestaciones convocaron a sindicatos como la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores (CTC), la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) y otros. Mientras tanto, entre las víctimas salieron a marchar militantes de la Unión Patriótica (UP), que sí se expresaron al rededor del genocidio político al que se enfrentó el partido durante la época del conflicto. No obstante, también solicitaron desde las calles un cambio constitucional, como ya lo propuso el presidente Petro.

(Lea: “El llamado a juicio Uribe destapa una carta política que jugarán oposición y petrismo”)

De otro lado, también se escucharon las arengas de organizaciones en solidaridad con el pueblo palestino, que ondearon la bandera del estado árabe y respaldaron a Petro por la defensa que ha emprendido ante organismos internacionales y a través de sus redes sociales en el marco del conflicto en Gaza: “Así cómo el pueblo colombiano ha padecido actos genocidas en su historia, hoy el pueblo palestino se expresa a nivel mundial por el momento de victimización más agudo de los últimos años”, dijo uno de los miembros del comité de solidaridad.

Por otro lado, sorprendió la presencia de la campaña por la liberación de David Murcia Guzmán, fundador de la pirámide DMG y preso hace 16 años. Los que también se reconocen como víctimas y que reclaman garantías para Murcia, le pidieron al gobierno Petro que sea designado como gestor de paz en el marco de la política de la “paz total”.

Así pues, este 9 de abril convergió el simbolismo y una latente tensión política. Mientras en el Congreso se adelantaba una sesión conmemorativa por las víctimas y en la tarima en la Plaza de Bolívar hacia su interpretación la Orquesta Sinfónica de Colombia, las alrededor de 5.000 personas concentradas –de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Gobierno de Bogotá – le reclamaban al Legislativo el hundimiento de la reforma a la salud. La jornada terminó en un nuevo pulso entre el Gobierno y la oposición, liderada por los partidos Cambio Radical y Centro Democrático, que también saldrán a las calles dentro de 12 días.

Aunque el pasado 6 de marzo, en las marchas de la oposición, se congregaron 15.000 en la Plaza de Bolívar, es decir, 10.000 más que en las convocadas por el Gobierno hoy, los opositores, al menos del uribismo, no pudieron considerarlo como un triunfo pleno, ya que sufrieron un duro revés sobre el medio día. El mismo día de las marchas, la Fiscalía llamó a juicio por soborno y fraude procesal a su máximo jefe, Álvaro Uribe Vélez, convirtiéndose en el primer expresidente en enfrentar ese escenario en Colombia.

Se prevén consecuencias políticas sobre el Centro Democrático, que desde ya se está preparando para las elecciones presidenciales de 2026 y que tienen por lo menos a cinco precandidatos desde el Congreso. Ese partido interpretó el llamamiento a juicio este 9 de abril como un acto calculado en medio del simbolismo de la fecha. Por su parte, el senador Iván Cepeda, involucrado desde hace más de una década en el proceso judicial contra el exmandatario, aseguró que fue una coincidencia: “tenemos una demostración de que no hay nadie, por muy poderoso que sea, que esté por encima de la justicia”, dijo.

De todos modos, hubo quienes desde la oposición evaluaron las marchas como una derrota al Gobierno. “Dicen tener el apoyo de más de la mitad del país, pero no pueden llenar la Plaza de Bolívar”, expresó el representante uribista, Christian Garcés. Y otros cuestionaron la logística llevada a cabo por la Unidad de Víctimas, que fue la que instaló la tarima para los actos culturales y varios puestos con la oferta institucional de entidades. “A pesar de la tarima gigante ocupando la mitad de la plaza, no han logrado llenarla”, indicó el senador Jota Pe Hernández, de Alianza Verde.

También hubo concentraciones este 9 de abril en la Plaza Mayor, en Medellín; los manifestantes llegaron hasta el Palacio de Justicia en el edificio José Félix de Restrepo. De otro lado, en la Plaza de Caycedo, en Cali; en el Parque Bolívar, en Cartagena; en la Plaza de la Paz, en Barranquilla y en otros puntos del país.

Se espera que el próximo 21 de abril salgan a las calles nuevamente los sectores afines a la oposición, que buscan que su manifestación sea masiva en medio de disputa por el apoyo popular. Y el Gobierno volvería a tener oportunidad el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, y cuando usualmente hay protestas de sindicatos y demás organizaciones. El presidente de la CUT, Fabio Arias, ya advirtió que marcharan todas las veces que sea necesario a favor del Gobierno: “tenemos que salir a la calle de manera repetida, porque de manera repetida nos están violando los derechos”.

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