María Isabel Urrutia: ¿cuáles fueron sus actuaciones indelicadas en Mindeporte?
La exmedallista olímpica fue notificada públicamente de que desde el 28 de febrero salía del gabinete del presidente Petro. No obstante, durante la siguiente semana suscribió 25 contratos por 16.300 millones de pesos, según la secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República.
Élber Gutiérrez Roa
Han pasado ya 23 años desde cuando María Isabel Urrutia se convirtió en símbolo del deporte colombiano al ser la primera medalla de oro del país en unos juegos Olímpicos. Lo logró en Sidney, Australia, en donde, además, fue la abanderada de la delegación colombiana. Su carrera llegaba a la cúspide y muy pronto dejaría el levantamiento de pesas, pero no el deporte, al cual juró defender desde cualquier escenario que la vida le marcara.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Previo escándalo por dopaje, la vallecaucana, quien en solo dos semanas cumplirá 58 años, ingresó de lleno a la actividad política. En sus dos periodos como congresista se la jugó por la defensa de los deportistas, para quienes lideró benéficas iniciativas en materia de salario y seguridad social. Y, por su puesto, fue promotora de la ley antirracismo en Colombia.
Le fue mejor en el Legislativo que en sus intentos por llegar a la alcaldía de Cali, pues en las votaciones de 2011, por ejemplo, ni siquiera le alcanzó para estar en el podio. Y así como el escándalo de dopaje opacó su hoja de vida en materia deportiva, la salida del gabinete de Gustavo Petro le imprime una inesperada mancha a su carrera política, que ella misma deberá aclarar ante las autoridades.
El presidente de la República le había notificado públicamente que salía del gabinete desde el 27 de febrero. Lo hizo en la misma alocución televisada en la que removió a Patricia Ariza del Ministerio de Cultura y a Alejandro Gaviria del Ministerio de Educación. Los tres funcionarios, por supuesto, quedaron sorprendidos con la decisión y, a su modo, cada uno expresó inconformismo por ello. Pero mientras Gaviria y Ariza dejaron sus carteras para cumplir con el despido que les acababan de notificar, la exmedallista olímpica se quedó para suscribir contratos. Muchos. En la semana siguiente firmó 206 y 25 de ellos tienen un valor de 16 mil millones de pesos, según informó a El Espectador el secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, Andrés Idárraga.
Dicha oficina no solo indaga sobre la razón de ser de esos contratos, sino que pidió toda la contratación de la cartera del Deporte para verificarla con lupa. A partir de ese ejercicio decidirá si hay méritos para dar traslado a la Fiscalía, la contraloría o la Procuraduría, señaló el funcionario.
“Hablamos de convenios, contratos de prestación de servicios, ente otros. Verificaremos las modalidades, la idoneidad de los contratistas. Como ha dicho el presidente, acá no vamos a permitir a nadie la corrupción, pero debemos verificar primero el contenido de cada contrato para establecer si hubo o no irregularidades”, continuó.
Idárraga dice que, de todas maneras, suena muy extraño que en solo una semana se hubiera contratado y ejecutado más del 70 % del total de contratos elaborados desde que comenzó el año. “Nos parece irregular porque se dio justo desde el día en que le anunciaron su salida”.
La hora de suscripción de los contratos, algunos de ellos muy cerca de la media noche, también llama la atención. Finalmente, la secretaría de Transparencia indaga si la oficina de control interno hizo o no alguna advertencia sobre dichas contrataciones.
Con esos antecedentes en mente fue que el presidente Gustavo Petro publicó este 7 de marzo un mensaje en su cuenta de Twitter en el que señalaba que Urrutia fue declarada insubsistente por “actuaciones indelicadas con el presupuesto de la Nación” y que su sucesora sería “una educadora física, de la universidad pedagógica”.
Se refería a Astrid Rodríguez, licenciada en Educación física de la Universidad Pedagógica Nacional, magíster en Educación y doctora en estudios sociales de la Universidad Externado. Rodríguez también es especialista en Altos Estudios del Deporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
La medallista olímpica y ahora exministra Urrutia acudió en las últimas horas a los medios de comunicación a dar su versión sobre los hechos. Otrora elogia campeona, esta vez tuvo que hablar sobre temas relacionados con corrupción y se defendió diciendo que no hizo nada malo, pues su única preocupación era asegurarse de que el ministerio siguiera funcionando.
“Da un poco de sorpresa, pero a veces se informa mal de las cosas. Malos manejos no hubo, se hizo todo lo necesario para manejar el Ministerio”, indicó a Noticias Caracol. Y aseguró que aún quedan muchos contratos por firmar. “Me voy con mi corazón tranquilo de que no hice nada indebido”, puntualizó.
Han pasado ya 23 años desde cuando María Isabel Urrutia se convirtió en símbolo del deporte colombiano al ser la primera medalla de oro del país en unos juegos Olímpicos. Lo logró en Sidney, Australia, en donde, además, fue la abanderada de la delegación colombiana. Su carrera llegaba a la cúspide y muy pronto dejaría el levantamiento de pesas, pero no el deporte, al cual juró defender desde cualquier escenario que la vida le marcara.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Previo escándalo por dopaje, la vallecaucana, quien en solo dos semanas cumplirá 58 años, ingresó de lleno a la actividad política. En sus dos periodos como congresista se la jugó por la defensa de los deportistas, para quienes lideró benéficas iniciativas en materia de salario y seguridad social. Y, por su puesto, fue promotora de la ley antirracismo en Colombia.
Le fue mejor en el Legislativo que en sus intentos por llegar a la alcaldía de Cali, pues en las votaciones de 2011, por ejemplo, ni siquiera le alcanzó para estar en el podio. Y así como el escándalo de dopaje opacó su hoja de vida en materia deportiva, la salida del gabinete de Gustavo Petro le imprime una inesperada mancha a su carrera política, que ella misma deberá aclarar ante las autoridades.
El presidente de la República le había notificado públicamente que salía del gabinete desde el 27 de febrero. Lo hizo en la misma alocución televisada en la que removió a Patricia Ariza del Ministerio de Cultura y a Alejandro Gaviria del Ministerio de Educación. Los tres funcionarios, por supuesto, quedaron sorprendidos con la decisión y, a su modo, cada uno expresó inconformismo por ello. Pero mientras Gaviria y Ariza dejaron sus carteras para cumplir con el despido que les acababan de notificar, la exmedallista olímpica se quedó para suscribir contratos. Muchos. En la semana siguiente firmó 206 y 25 de ellos tienen un valor de 16 mil millones de pesos, según informó a El Espectador el secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, Andrés Idárraga.
Dicha oficina no solo indaga sobre la razón de ser de esos contratos, sino que pidió toda la contratación de la cartera del Deporte para verificarla con lupa. A partir de ese ejercicio decidirá si hay méritos para dar traslado a la Fiscalía, la contraloría o la Procuraduría, señaló el funcionario.
“Hablamos de convenios, contratos de prestación de servicios, ente otros. Verificaremos las modalidades, la idoneidad de los contratistas. Como ha dicho el presidente, acá no vamos a permitir a nadie la corrupción, pero debemos verificar primero el contenido de cada contrato para establecer si hubo o no irregularidades”, continuó.
Idárraga dice que, de todas maneras, suena muy extraño que en solo una semana se hubiera contratado y ejecutado más del 70 % del total de contratos elaborados desde que comenzó el año. “Nos parece irregular porque se dio justo desde el día en que le anunciaron su salida”.
La hora de suscripción de los contratos, algunos de ellos muy cerca de la media noche, también llama la atención. Finalmente, la secretaría de Transparencia indaga si la oficina de control interno hizo o no alguna advertencia sobre dichas contrataciones.
Con esos antecedentes en mente fue que el presidente Gustavo Petro publicó este 7 de marzo un mensaje en su cuenta de Twitter en el que señalaba que Urrutia fue declarada insubsistente por “actuaciones indelicadas con el presupuesto de la Nación” y que su sucesora sería “una educadora física, de la universidad pedagógica”.
Se refería a Astrid Rodríguez, licenciada en Educación física de la Universidad Pedagógica Nacional, magíster en Educación y doctora en estudios sociales de la Universidad Externado. Rodríguez también es especialista en Altos Estudios del Deporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
La medallista olímpica y ahora exministra Urrutia acudió en las últimas horas a los medios de comunicación a dar su versión sobre los hechos. Otrora elogia campeona, esta vez tuvo que hablar sobre temas relacionados con corrupción y se defendió diciendo que no hizo nada malo, pues su única preocupación era asegurarse de que el ministerio siguiera funcionando.
“Da un poco de sorpresa, pero a veces se informa mal de las cosas. Malos manejos no hubo, se hizo todo lo necesario para manejar el Ministerio”, indicó a Noticias Caracol. Y aseguró que aún quedan muchos contratos por firmar. “Me voy con mi corazón tranquilo de que no hice nada indebido”, puntualizó.