“Espero que no contribuyan al desangre de la nación”: María José Pizarro a la oposición

María José Pizarro es la vicepresidenta del Congreso y quizá la voz con mayor liderazgo al interior de la coalición de gobierno del Pacto Histórico. En el marco de la propuesta del presidente Gustavo Petro por construir un gran acuerdo nacional, ella está generando espacios de diálogo y afirma que el Gobierno se sentará con todos los partidos. Al tiempo, asegura que quienes no estén dispuestos a conversar tendrán que asumir las consecuencias ambientales, de la desigualdad histórica y de la violencia. Esta es una de dos entrevistas -sobre el clima político para este semestre- con las mujeres más importantes tanto de gobierno y de oposición. Lea también la entrevista con Paloma Valencia, del Centro Democrático.

María José Pizarro es la vicepresidenta del Congreso y quizá la voz con mayor liderazgo al interior de la coalición de gobierno del Pacto Histórico. En el marco de la propuesta del presidente Gustavo Petro por construir un gran acuerdo nacional, ella está generando espacios de diálogo y afirma que el Gobierno se sentará con todos los partidos. Al tiempo, asegura que quienes no estén dispuestos a conversar tendrán que asumir las consecuencias ambientales, de la desigualdad histórica y de la violencia. Esta es una de dos entrevistas -sobre el clima político para este semestre- con las mujeres más importantes tanto de gobierno y de oposición. Lea también la entrevista con Paloma Valencia, del Centro Democrático.

Se habla de una nueva crisis política del Gobierno. ¿Cómo ve al Ejecutivo de cara a los meses siguientes?

El presidente Gustavo Petro ha estado sometido a una presión mediática muy fuerte. Por supuesto, esto no influye en su capacidad de liderazgo y es entendible que como jefe de Estado haga exigencias para mejorar la ejecución. Él tiene la libertad para realizar los cambios que sean convenientes en el marco de los compromisos y las promesas de campaña. Eso no tiene que generar zozobra, pues son ajustes para el segundo semestre de este año. Todos los ministros tienen que afinarse y empezar a generar y ejecutar lo que esperaríamos que ya se hubiese dado para estas fechas.

¿Cuál es su evaluación de los ministerios?

Luego de los cambios que hizo el presidente, se ha generado muchísima tranquilidad. Ya no hay tensiones en el gabinete, lo que permite al Gobierno enfocarse en solucionar problemas y no en apagar incendios.

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¿Y del ministro del interior, Luis Fernando Velasco? El balance de la legislatura pasada no fue positivo, se hundieron varias reformas…

Si las reformas se hundieron no fue por responsabilidad del ministro Velasco, fue por la actitud de las bancadas, que evitaron que se dieran los debates y tenían la intención de dilatar. Por eso, yo voy a contribuir a generar espacios de diálogo para tener consensos con las bancadas. Nosotros no vamos a llorar sobre la leche derramada y no tenemos la intención de generar tensiones; todo lo contrario, queremos espacios de concertación.

Precisamente, el presidente Petro ha hablado de un acuerdo nacional, ¿a qué se refiere con eso?

Es una propuesta de hace décadas. Como país, se ha planteado la necesidad de hacer unas reformas y para eso se necesita la construcción de un pacto en la nación, en donde el Estado, la empresa privada, las comunidades, los territorios y los sectores resolvamos los problemas comunes. El acuerdo nacional es que nos sentemos todos, sin egoísmos y en medio de las diferencias.

La oposición ha dicho que ese acuerdo es difícil, pues el Gobierno se ha radicalizado. ¿Ustedes están dispuestos a negociar?

Más que negociar, se trata de consensos. El presidente fue absolutamente claro en su discurso de instalación del Congreso e hizo clara la necesidad de un acuerdo nacional.

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¿Eso quiere decir que el Gobierno va a ceder sobre sus propuestas?

Es imposible plantear un acuerdo nacional si no hay disposición de llegar a acuerdos. El presidente Petro se va a volver a sentar con los partidos, ya lo hizo con el Partido de la U y lo buscará con los conservadores, los liberales y los verdes. El objetivo final es que nuestro legado pueda ser tramitado en el Congreso y tenemos disposición de hablar, incluso con los partidos de oposición. No en vano, el presidente ha dialogado varias veces con el expresidente Álvaro Uribe y ha convocado a José Félix Lafaurie para la reforma rural y para hacer parte de la delegación de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

¿Y ve disposición en los partidos para hacer parte de ese acuerdo?

Nosotros ya pasamos la página y estamos dispuestos a escribir páginas nuevas. Si no logramos avanzar en la construcción de la paz, en superar la desigualdad histórica y la violencia estructural de nuestro país, pues quienes no quieran concertar y no estén dispuestos serán los que tengan que asumir las consecuencias. Nosotros tenemos la mano tendida, la pregunta es si los demás sectores están dispuestos a asumir ese diálogo.

¿Cómo evalúa a la oposición?

La oposición está haciendo su trabajo, que es hacer oposición, y tienen todas las garantías. Creo que nuestro escenario fue muchísimo más hostil durante décadas. Ellos tienen el derecho legítimo a hacer oposición, pues tienen otro proyecto de país en la cabeza. Lo que espero es que con sus actitudes no contribuyan el desangre de la nación.

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¿Cree que, como lo ha dicho el presidente, hay un sector que busca desprestigiar el Gobierno, por ejemplo, con algunos entes de justicia y los medios de comunicación?

Nosotros somos absolutamente respetuosos de la justicia; por el contrario, hemos exigido celeridad en todas las investigaciones, empezando con el caso Odebrecht. Por supuesto, lo que queremos es que haya equilibrio, no solo en las investigaciones, sino también en la presentación de las noticias. Hay unos temas que han tenido un énfasis muy fuerte y hay otros que no. Por supuesto, no es el actuar recurrente de todos los medios, pero hay algunos pocos que han generado un boom mediático.

Varios proyectos no han sido radicados ni han iniciado su trámite, ¿les alcanzará el tiempo?

Estamos concentrados en los acuerdos, pues el trámite se dará. Nosotros no vamos a llegar a presentar las reformas y que se repita la situación de la legislatura pasada: ausentismo, no conformación del quórum, no se anunciaron los proyectos ni se debatieron. Lo que estamos buscando es que cuando inicie la discusión, el trámite sea más sencillo y menos turbulento.

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En el Senado y en la Comisión Primera perdieron las presidencias. ¿Eso no deja un mal precedente para esos diálogos?

Para nuestro proyecto político fue muy doloroso lo que sucedió en la Comisión Primera, pues se rompieron los acuerdos. La presidencia le correspondía al Pacto Histórico y no al Partido Conservador. Es un pésimo precedente no para los diálogos, sino para las relaciones de colegaje que se tienen en el Congreso. Sin embargo, tenemos unas reformas que queremos pasar y algunas de ellas van por esa comisión, por eso tendremos que construir una relación de respeto con el presidente Germán Blanco.

El ahora el presidente del Senado, Iván Name, se ha ausentado de varias sesiones de la plenaria. ¿Ha encontrado una oportunidad para que el Pacto Histórico pueda presidir?

El presidente Name ha actuado con mucha generosidad y ha permitido que quienes estamos en la mesa directiva podamos presidir. Por supuesto, en términos personales, es una enorme oportunidad. Esto también le permite al Congreso tener una mujer dirigiendo las sesiones, para aprender cómo se ejerce el liderazgo desde lo femenino.

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