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Este fin de semana, Alejandro Gaviria profundizó en varios temas que serán la base de su campaña. Lo hizo luego de renunciar a la rectoría de la Universidad de los Andes, lugar que dirigió por dos años, para entregarse de lleno a la política electoral con miras a sentarse en la Casa de Nariño en 2022.
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En entrevista con varios medios como El País de España, El Tiempo y Noticias Uno, Alejandro Gaviria confirmó que se encuentra en buen estado de salud y, después de contar con el visto bueno de su doctor y el de su familia, tomó finalmente la decisión de lanzarse a la Presidencia. En efecto, recordó que aunque le preocupaba el estrés que implica adentrarse en las elecciones de 2022, en especial luego de haber superado un cáncer, su doctor le dijo que contaba con su voto como muestra de que era el camino correcto a tomar.
Reiteró que aún no sabe quién será su fórmula a la vicepresidencia, no obstante, en el espacio con El Tiempo nombró, sin dar mayores detalles, a Juanita Goebertus como una persona con capacidad para cumplir esa tarea. Además, indicó que su mayor reto en estos próximos meses antes de la votación es llegarle no solo a la élite capitalina intelectual sino a todo el país.
“Probablemente tenga un reto también de lenguaje, de convertir mi visión del país en algo que le llegue directamente a las necesidades sentidas de la gente en cada lugar del territorio. No quiero que eso sea producto de una campaña estratégica política, sino que sea algo que yo vaya encontrando en mis conversaciones con la gente. Mi reto es que esta campaña sea también una invitación a un trabajo colectivo, yo no creo en los mesianismos”, comentó al diario europeo.
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En los diversos espacios periodísticos comentó aspectos sobre el desafío de ser un candidato más del espectro del centro político y de las colectividades que le han coqueteado. En Noticias Uno, por ejemplo, enfatizó en que no es el candidato de César Gaviria y que si bien el Partido Liberal se puede adherir a su campaña y apoyarlo, tendrá que hacerlo sobre bases programáticas y “sin condiciones”.
“Yo por eso quise presentar 60 puntos y decir ‘estas son mis condiciones’. El número 33 repite que los partidos tradicionales no pueden seguir tal cual si Colombia necesita cambio”, dijo. Al mismo tiempo, manifestó que se siente cercano al Nuevo Liberalismo, a Goebertus del verde y que con ellos se siente tranquilo. “Les tengo un afecto personal, pero mi tarea es ser un unificador del centro”, agregó. En ese sentido, contó que espera participar en alguna consulta electoral aunque aún no sabe en cuál.
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Entre otras cosas, recalcó otro de los 60 puntos claves en su manifiesto político: hacer una campaña sin mentiras y sin denigrar a sus contrincantes. Esto porque le preocupa que en el país se eleve con más ímpetu un tercer pico de violencia que, desde su concepción, inicia en la deshumanización del contrario desde el lenguaje.
“Hay que construir historias de desarrollo en la periferia diferentes a la economía ilegal y a la la minería ilegal. Y tercero, a mí me preocupan las palabras violentas, todas las violencias han empezado con las palabras violentas y la deshumanización del contrario. Y lo que voy a hacer es dar ejemplo. Mi campaña no va a ser una campaña de mentiras ni de calumnias”, señaló Alejandro Gaviria a El País.
Una declaración que continúa con su iniciativa de entrar al ruedo electoral con respeto y visión de pluralismo. “La degradación del debate público es un problema creciente que debe preocuparnos a todos. Las emociones tienen cabida en la política. Pero el odio, el miedo y la rabia no son las únicas emociones posibles. La compasión y la serenidad también tienen cabida. Todos debemos aprender a respetar éticamente a aquellos que piensan distinto”, explicó en su ideario de 60 puntos.