Desde el Gobierno siguen intentando minimizar el estruendo que generaron las revelaciones de la semana anterior, que derivaron en que el presidente Gustavo Petro le solicitara a la Fiscalía investigar a su hijo, Nicolás Petro Burgos, y su hermano, Juan Fernando Petro, a quienes señalan de tener supuestos nexos con mafiosos.
Con los días se supo además que Petro Burgos, diputado del Atlántico, se habría reunido con algunos miembros del equipo ministerial, como los ministros Alfonso Prada (Interior), Irene Vélez (Minas) y Carolina Corcho (Salud), supuestamente para acordar puestos en dichas entidades para personas referenciadas por el hijo del jefe de Estado.
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El ministro del Interior fue uno de los primero en salirle al paso a los señalamientos y reveló que hace más de un mes el presidente Petro les pidió en un consejo de ministros que no permitiera que ningún miembro de su familia se metiera en los temas de las carteras. Esto tras comentar que había recibido información delicada sobre intereses que estarían teniendo sus propios parientes en diferentes puestos estatales.
Prada reconoció que conoció al hijo de Petro en la campaña presidencial, pues fue jefe de debate del Pacto Histórico en la carrera hacia la Casa de Nariño, y dijo sobre el diputado que “fue uno de los coordinadores de nuestra actividad en Atlántico y algunos sectores de la Costa Caribe”. El ministro también admitió que se ha reunido “un par de veces con él, ambas el año pasado”, pero dijo que de ninguna manera en dichas reuniones se habló de puestos o “cupos”.
“La palabra cupo no existe en mi lenguaje, no es una palabra usual en el Ministerio ni en mis conversaciones”, afirmó el funcionario, quien además detalló la ruta que se siguió para contratar a 20 abogados y que, según dijo, se hizo mediante redes sociales. “No creo que ninguna de esas personas provenga de ninguna recomendación de nadie”, remarcó.
Prada aprovechó su intervención para defender a las demás personas del gabinete salpicadas por los posibles encuentros con Petro Burgos y aseguró que “ninguno de los ministros mencionados tiene la posibilidad de haber hecho cualquier tipo de ilegalidad”, aduciendo la regulación que existe y el compromiso con la transparencia por parte del Gobierno.
Pero las otras personas señaladas también dieron su versión sobre las reuniones con Petro Burgos, que no ocultaron y enmarcaron en su actividad como diputado del Atlántico. Así, por ejemplo, la ministra de salud expresó que con el hijo del presidente han hablado, “como se ha hecho con congresistas, diputados, ciudadanos y diversos representantes de organizaciones sociales, gremiales y políticas”. No obstante, de acuerdo con la versión de Corcho, en las reuniones “no se habló ni acordó nada de contratos, puestos ni prebendas”.
Algo similar precisó la ministra Irene Vélez, quien dijo haber visitado tres veces Barranquilla desde que inició el gobierno Petro. La primera fue en el marco del proceso de construcción del Plan Nacional de Desarrollo, la segunda cuando se incendió uno de los tanques de una empresa de hidrocarburos y en la tercera para una reunión con la alcaldía de Barranquilla, la empresa Aire y la alcaldía de Puerto Colombia.
Pero sí hubo en septiembre del año anterior una reunión con Petro Burgos en el despacho del Ministerio de Minas y, como Corcho, la ministra Vélez afirmó que se ha tenido otras “con otros diputados, congresistas, gremios y organizaciones sociales” y que “en el Ministerio no se otorga ningún contrato o cargo por presión, burocracia, ni solicitud explícita de alguien”.
Y así como el presidente, Vélez pidió a la Fiscalía y demás entidades de indagar estas acciones que lo hagan para conocer la realidad sobre los señalamientos. “Por la transparencia del Gobierno del cambio y el intachable proceder del presidente Petro, las entidades competentes deben actuar y adelantar las investigaciones necesarias”, solicitó.