Muchos candidatos y poca claridad con miras a la Alcaldía de Bogotá
Por primera vez, la capital del país podrá tener segunda vuelta en las elecciones a la Alcaldía, pero por ahora no hay un panorama muy claro ni en la izquierda ni en la derecha. Recoger firmas es la alternativa de varios aspirantes.
Mónica Rivera Rueda
Bogotá, a diferencia del resto del país, tendrá segunda vuelta para las elecciones a la Alcaldía de 2023. Esto marcará diferencia de cómo será la contienda. Faltan 10 meses para que los habitantes de la capital salgan a las urnas y todo apunta a que, en noviembre, tendrán que volver a estas. La razón es que la baraja es grande y por cada partido o sector salen y entran aspirantes a la lista, sin que por ahora alguno se posicione como favorito ni congregue mayorías.
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Bogotá, a diferencia del resto del país, tendrá segunda vuelta para las elecciones a la Alcaldía de 2023. Esto marcará diferencia de cómo será la contienda. Faltan 10 meses para que los habitantes de la capital salgan a las urnas y todo apunta a que, en noviembre, tendrán que volver a estas. La razón es que la baraja es grande y por cada partido o sector salen y entran aspirantes a la lista, sin que por ahora alguno se posicione como favorito ni congregue mayorías.
De acuerdo con la reforma constitucional que estableció la segunda vuelta en la capital, para declararse un ganador en la Alcaldía se debe lograr al menos el 40 % de los votos y que el segundo esté 10 puntos porcentuales por debajo. De lo contrario, obligatoriamente habrá nuevas votaciones tres semanas después, con los dos que obtengan más sufragios. La intención con esta reforma es no repetir lo de los últimos 12 años (Petro, Peñalosa y López), a quienes desde el principio de sus mandato han querido revocarlos, ya que ganaron con cerca del 30 % de votos, lo que es poco al tener en cuenta que no participan más de la mitad de los habitantes de la ciudad.
Se espera que el tarjetón de octubre tenga más nombres de lo normal, porque las dos vueltas pospondrían alianzas y el clima político no muestra, por ahora, un candidato claro de la oposición ni de la continuidad para Claudia López. Las posiciones están muy marcadas en el Concejo, pero no hay voces unificadoras y afuera el panorama político no varía mucho.
Patricia Muñoz, directora de posgrados de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la U. Javeriana, destaca que tampoco hay figuras que hayan salido de las presidenciales con aspiraciones por la Alcaldía, como pasó con los últimos tres alcaldes. Además, resalta que “estamos en enero y empiezan a sonar muchos. No solo de los que tienen aspiraciones reales, sino de otros que quieren fortalecer candidaturas al Concejo. Hasta ahora arrancarán los acercamientos y las conversaciones”.
Con ese panorama, en 2023 la lista de aspirantes se puede dividir entre los afines a Claudia López, los progresistas contrarios a ella y una derecha que busca en Bogotá un fortín para hacerle contrapeso al Gobierno Nacional. Entre los dos primeros sectores hay varias afinidades, que permiten coqueteos para aliarse y encontrar fichas fuertes. No obstante, las diferencias casi irreconciliables de la visión de ciudad (metro elevado, carrera séptima, Región Metropolitana y medio ambiente, entre otros) alejan del panorama esta posibilidad.
Desde el progresismo hay un temor de que la mala imagen de Claudia López les juegue en su contra y pierdan la ciudad, por lo que en el camino podrían comenzar a desmarcarse de la mandataria. Está claro que quieren llegar unidos, ante un ascenso de la oposición, pero no ha habido acercamientos reales. Los afines a la alcaldesa dicen que ella ha mostrado su intención de jugar del lado del Gobierno, y hasta recalcan que hicieron campaña con Petro, mientras que los cercanos al presidente aseguran que López es quien no ha dejado que surja una unidad para ir en bloque en octubre. Se habla de una consulta interpartidista, pero aún no está claro quiénes irían.
Sin poder ponerse de acuerdo, en los sectores alternativos abundan las candidaturas. Tan solo en la Alianza Verde, partido de Claudia López, se evidencian los choques en el Concejo, donde hay afines y contrarios a la alcaldesa que estarían interesados en lanzarse. Aunque los cercanos a la mandataria capitalina son mayoría, esto no se ha traducido en candidaturas continuistas. Solo estaría la cabildante María Fernanda Rojas como aspirante. En cambio, entre la disidencia suenan los nombres de Diego Cancino, Martín Rivera y Lucía Bastidas, quien no está con Claudia ni con el petrismo. Pese a que se habló de la congresista Katherine Miranda, por ser la representante más votada y la que más visibilidad tiene en la colectividad, antes de acabar el 2022 aseguró que no se lanzará a la Alcaldía.
Ella no sería la única en la lista del Congreso. Si bien Gustavo Bolívar renunció para trabajar en televisión, no descarta una posible candidatura, mientras que un punto de la reforma política (que ya fue aprobado en cuarto debate), que elimina las incompatibilidades, le abriría la puerta, en el Pacto Histórico, al presidente de la Cámara, David Racero, y a la senadora María José Pizarro, quienes no renunciaron en diciembre para evitar inhabilidades.
Estas dos candidaturas no solo dependen de la reforma política, sino que además están condicionadas a cómo la ciudad recibirá su renuncia a los cargos a los que fueron elegidos el año pasado. Además, no son los únicos del Pacto Histórico que quieren ser candidatos, ya que en la lista figuran otros habilitados, como la concejala Heidy Sánchez (UP), el concejal Carlos Carrillo (Polo) y Guillermo Alfonso Jaramillo, exalcalde de Ibagué, quien esta semana renunció al cargo de secretario general del partido y anunció su aspiración a la Alcaldía de Bogotá. Hay otros como Hollman Morris que acumulan amplio descrédito, pero no descartaría lanzarse bajo el aval del movimiento Fuerza Ciudadana, con el que se lanzó en las pasadas elecciones al Congreso.
Sin un partido claro está Luis Ernesto Gómez, exsecretario de Gobierno de Claudia López y director de campaña de Petro en Bogotá. Su perfil es llamativo, pues al mismo tiempo que muchos sectores lo rechazan y lo cuestionan, hay otros que lo ven con la capacidad de unir al progresismo enfrentado; más allá de esto, es impopular. Desde el progresismo se están buscando nombres que puedan llegar a congregar a múltiples sectores, puesto que no se descarta que haya un acuerdo a mediados del 2023 para hacer una consulta que incluiría a candidatos del Pacto Histórico, la Alianza Verde, liberales y En Marcha, el movimiento de Juan Fernando Cristo.
Lo que pasa en la otra orilla
Los males de la izquierda se replican en la derecha. No hay una figura visible para octubre y también hay una lista amplia de aspirantes. Desde el centro, que no es afín a Claudia López y coquetea con la derecha, está Carlos Fernando Galán (Nuevo Liberalismo), que perdió contra López hace tres años y ahora llega con el Nuevo Liberalismo como partido. Aunque tiene el antecedente de un millón de votos, está en su contra su silencioso paso por la presidencia del Concejo, su salida temprana para presentarse al Senado y la estrepitosa derrota de su partido en las legislativas.
Siguiendo en la línea de los delfines está Rodrigo Lara Restrepo. A pesar de la posible voluntad, su aspiración no es clara, pues no tiene un partido que lo respalde. Renunció a Cambio Radical el año pasado y su ingreso al Nuevo Liberalismo fracasó. De hecho, hay un proceso administrativo por este último hecho, por lo que tendría que recoger firmas. Este mismo camino espera recorrer Juan Daniel Oviedo, quien rechazó continuar como director en el DANE porque su intensión era optar por la Alcaldía. Aunque no tiene partido, es uno de los aspirantes que más llama la atención desde la derecha, sobre todo del Centro Democrático.
Para el politólogo Mauricio Jaramillo, lo llamativo del discurso de Oviedo es que es desde la tecnocracia y no desde lo ideológico, “eso es muy atractivo. Además, ha tratado de distanciarse del Centro Democrático y de Duque, y la izquierda también empezó a reaccionar. En redes se dicen que va a representar al paramilitarismo y a la extrema derecha, ataque muy infundado. Oviedo va a sacarle el cuerpo a lo ideológico y se enfocará en su preparación. Es una apuesta interesante en una ciudad que le ha apostado más a lo ideológico”.
Más allá de lo atractivo que pueda ser Oviedo como candidato para el partido de Uribe, esta colectividad ya cuenta con al menos dos precandidatos: Diego Molano y Daniel Palacios, de perfil similar. Ambos fueron concejales de Bogotá y ministros durante la administración de Iván Duque. Cercanos al Centro Democrático dicen que Molano suena más; sin embargo, vale recordar que no fue el funcionario más querido de dicha administración. Sorteó mociones de censura y su cartera será recordada por declaraciones polémicas como que los niños son “máquinas de guerra”.
En el caso de Cambio Radical, que ha sido uno de los mayores opositores de Claudia López, se dijo que José Daniel López podría ser una opción, pero de momento lo descarta. La apuesta estaría en Yefer Vega, el más votado del partido al Concejo en 2019 y quemado en las elecciones legislativas de 2022. Según miembros de la colectividad liderada por Germán Vargas Lleras, pueden apalancar su candidatura a la oposición a la alcaldesa. Esa estrategia también incluye desmarcarse del gobierno de Enrique Peñalosa, como lo dejan ver trinos y columnas de Vargas Lleras. Por último, están los cristianos (MIRA y Justa Libres), quienes apoyarían la candidatura de la exsenadora Emma Claudia Castellanos, pastora, cofundadora de la Misión Carismática Internacional y madre de la exconcejal Sara Castellanos.
Al iniciar esta contienda y con los primeros nombres asegurados a la Alcaldía, se esperan movimientos por lo menos en los partidos para comenzar a visibilizar a sus candidatos, mientras se empiezan a escuchar propuestas, alianzas y un ambiente más claro de quién podrá llegar a la Alcaldía de Bogotá.
Nota del editor: se hizo un ajuste de precisión en cuanto a una acción administrativa en contra del Nuevo Liberalismo.