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Aunque se ha hablado de la posibilidad de que el próximo lunes, en la reapertura oficial de la frontera entre Colombia y Venezuela, se dé un encuentro entre los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, todo indica que ello no sucederá. Al menos es lo que se desprende de las palabras del mandatario colombiano durante su conversación con Jan Martínez, director de El País América, en el marco del foro “Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global”, organizado por el dicho diario y la Cámara de Comercio España-Estados Unidos en Nueva York, este miércoles. A la pregunta del periodista si tenía previsto en el corto plazo ver a Maduro, Petro respondió: “No, eso no está en este momento en la agenda”.
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Frente al tema de Venezuela, el jefe de Estado señaló que su papel como garante en los eventuales diálogos con el Eln era algo que ya lo venía desempeñando durante las conversaciones iniciadas en el gobierno de Juan Manuel Santos, junto a Noruega, Cuba y Brasil, de manera positiva. “El tiempo ha cambiado, yo traté de reconstruir el punto en que Santos dejó el proceso, exactamente el mismo, sin cambiarle nada, volver a establecer los protocolos, volver a establecer los países garantes, continuar allí donde lo suspendieron. Ahora, según lo que va a salir de ahí no es exactamente lo mismo que Santos había pensado, porque en realidad el conflicto armado colombiano ha cambiado, su alma ha cambiado”, agregó.
Petro destacó también la reconstrucción de las relaciones con el vecino país, ante la crisis humanitaria que implicó la decisión de romperlas. “El que una mujer tuviera que utilizar una trocha para ver a sus familiares o para comprar algo al otro lado de la frontera, era un altísimo riesgo de violación sexual, de abuso, incluso de muerte. Ese libro está por escribirse: la evaluación de lo que es la crisis humanitaria en la frontera colombo-venezolana por romper y cerrar las fronteras. Debe haber centenares de muertos; eso quedó en manos de las organizaciones multicrimen, una frontera de 2.000 kilómetros y la población quedó bajo su dominio. Ahora se trata de reconstruir una normalización de esa aérea, digamos, es lo más positivo”.
Y se refirió a las denuncias sobre violación de los derechos humanos por parte del gobierno de Maduro, algo en lo que, según el primer mandatario, Colombia no tiene autoridad moral. “La narrativa venezolana hace unos años en Colombia era: “están matando los jóvenes que salen a manifestarse”. Hace un año, el Estado colombiano mató 100 jóvenes por salir a manifestarse y el ESMAD disparó directo a los ojos, etcétera. Lo mismo que en Chile ¿cuál es la diferencia? Digamos, no tenemos mucha autoridad moral en la crítica”.
Y remató: “El Gobierno que yo encabezo va a apostarle a fondo al mayor respeto de los derechos humanos que nuestra constitución ordena, precisamente para adquirir la talla moral que significa pedirle al vecindario que también lo hagan; pero en esto he solicitado al presidente Maduro, y quizás no es propiamente lo que está en la discusión en la mesa que está en México, que se reintegre al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Yo soy presidente gracias a ese sistema (…) Lo que yo estoy proponiendo es fortalecerlo, revitalizarlo e invitar a Venezuela a que ingrese a él”.