“No les daré mi cabeza”: Gustavo Bolívar arremete contra sus críticos
El senador de la Lista de la Decencia, involucrado en un escándalo tras la denuncia del actor Bruno Díaz del no pago de una deuda a su hijo, dice que no renunciará a su curul y, a través de Twitter, entregó lo que definió como “la verdad de sus deudas”.
“Nunca me doy por vencido. No me dejo derrotar por nada y menos por nadie. Más si ese ‘nadie’ es gente que gozaría viéndome en el piso o pasando mi renuncia. No les daré mi cabeza. No les daré el gusto de reír viéndome en el piso”. Así les respondió el senador Gustavo Bolívar a quienes ha arremetido contra él luego del duro video dado a conocer por el actor Bruno Díaz, en el que le reclama por una deuda que el político tendría con Andrés Díaz Valdiri, hijo del artista, quien falleció en abril pasado.
Desde entonces, Bolívar se ha convertido en blanco de fuertes cuestionamientos por un sector de la opinión pública y de sus contradictores políticos. Este jueves, a través de un hilo en su cuenta de Twitter, el senador de la Lista de la Decencia y muy cercano a Gustavo Petro, argumentando que lo que busca es evitar tantos rumores y noticias falsas, presentó un detallado informe de su actual situación financiera, lo que llamó “la verdad sobre mis deudas”.
En este sentido, revela que hasta 2018 tenía una economía saludable: “Declaré más impuestos que los 108 senadores y los ministros juntos: casi $5.000 millones entre 2017 y 2019. Fue salir elegido y el mundo se me vino abajo”, dice. Y aseguró que por culpa de su “discurso anti-establecimiento”, le cancelaron producciones de televisión, préstamos bancarios y los clientes dejaron de ir a su hotel “por una campaña de matoneo en las redes”. “Terminé de pagar ese año un préstamo de $600 millones con el Banco de Bogotá sin atrasarme en una sola cuota”, agregó.
Lea también: Bolívar señala a miembros del Pacto Histórico de financiar denuncias de Bruno Díaz
Contó que, aun así, le negaron otro préstamo para ponerse al día con pagos que ya empezaban a vencer. “El arrendatario del hotel empezó a colgarse también con los pagos del arriendo. Sin embargo, yo seguía entregando mis salarios a obras sociales. Ese 2018 vino un golpe muy duro: divorcio. La separación me costó toda la liquidez que quedaba. Aún pago parte de esa obligación. Luego vino la pandemia. Hotel cerrado 17 meses y cesación de pagos. O sea: cero ocupación, más fin de series de televisión, más divorcio, más pandemia, más Dian, más gastos fijos de $80 millones al mes y sin sueldo. Al piso”, dicen los trinos.
“Nunca me quejé en público. Solo dije: quizá no me presentó de nuevo al Senado para enderezar mi economía. Algo que sé hacer. De nacer en barrio pobre y estudiar en colegios públicos pasé a construir con mucha disciplina y sin plata del Estado lo suficiente para vivir tranquilo”. Y tal y como ha afirmado desde que estalló el escándalo del fin se semana, insinuó que el caso con el actor Bruno Díaz está “orquestado por amigos y enemigos”, y que es una de varias deudas.
Bolívar va también al contra-ataque, haciendo referencia al otro escándalo de estos días, el de la plata embolatada en el Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones para llevar conectividad de internet a escuelas rurales del país, que tiene en el ojo del huracán a la jefe de esa cartera, Karen Abudinen. “Tengo diez años para pagar y las cuotas atrasadas no superan los $40 millones. Pero hacen de esa noticia la cortina de humo ideal para tapar $70.000 millones que la ministra (de las TIC) les regaló a los pillos de la patria”.
Según el legislador, sus contadores le han aconsejado que se declare en quiebra, lo cual le permitiría, por ley, protegerse de los acreedores. “No lo hice por tres razones: a) no quiero dejar a los acreedores sin su plata. b) No estoy quebrado, estoy ilíquido. c) Nunca me doy por vencido. No me dejo derrotar por nada y menos por nadie”.
Y tras ratificar que no va a renunciar a su curul en el Senado, recalca que sabrá soportar: “Estoy fuerte porque no he cometido delitos. Quebrados están miles de empresarios. En dos meses no he tenido un día sin ataques”, trinó Bolívar, para despacharse contra medios de comunicación, funcionarios públicos y contra sus colegas en el Senado que se atravesaron en su elección como segundo vicepresidente de la corporación.
Le puede interesar: MinTic: citada el 24 de agosto a debate de control político en Senado
Finalmente, reafirmó su apoyo a Gustavo Petro. “A todo esto, sumen las amenazas que a diario sufrimos y las calumnias de Claudia López, que sin duda le ponen precio a mi cabeza. Quieren destruirme porque saben que, si lo logran, merman a Petro. He sido y seguiré siendo su escudo. Creo en Petro y no descansaré hasta verlo presidente”, enfatiza Gustavo Bolívar, concluyendo su hilo con una mensaje futurista y acorde a la actual campaña electoral, que hace rato arrancó y en la que, por lo visto, no habrá tregua.
“Cuando Petro sea presidente, todo cambiará. Esta mafia que persigue opositores pero que enriquece, protege y brinda impunidad a los peores hampones, vera su fin. Por ahora solo queda resistir. Resistencia y resiliencia. Mientras haya salud y verdad que venga los que sea”, concluye el hilo, en el que agradece los mensajes de apoyo que algunos le han expresado en las mismas redes sociales. “No imaginan cuánto valen esos likes y esos respaldos. Nunca los defraudaré. Seguiré luchando sin amilanarme. Gracias por comprender mi situación”.
“Nunca me doy por vencido. No me dejo derrotar por nada y menos por nadie. Más si ese ‘nadie’ es gente que gozaría viéndome en el piso o pasando mi renuncia. No les daré mi cabeza. No les daré el gusto de reír viéndome en el piso”. Así les respondió el senador Gustavo Bolívar a quienes ha arremetido contra él luego del duro video dado a conocer por el actor Bruno Díaz, en el que le reclama por una deuda que el político tendría con Andrés Díaz Valdiri, hijo del artista, quien falleció en abril pasado.
Desde entonces, Bolívar se ha convertido en blanco de fuertes cuestionamientos por un sector de la opinión pública y de sus contradictores políticos. Este jueves, a través de un hilo en su cuenta de Twitter, el senador de la Lista de la Decencia y muy cercano a Gustavo Petro, argumentando que lo que busca es evitar tantos rumores y noticias falsas, presentó un detallado informe de su actual situación financiera, lo que llamó “la verdad sobre mis deudas”.
En este sentido, revela que hasta 2018 tenía una economía saludable: “Declaré más impuestos que los 108 senadores y los ministros juntos: casi $5.000 millones entre 2017 y 2019. Fue salir elegido y el mundo se me vino abajo”, dice. Y aseguró que por culpa de su “discurso anti-establecimiento”, le cancelaron producciones de televisión, préstamos bancarios y los clientes dejaron de ir a su hotel “por una campaña de matoneo en las redes”. “Terminé de pagar ese año un préstamo de $600 millones con el Banco de Bogotá sin atrasarme en una sola cuota”, agregó.
Lea también: Bolívar señala a miembros del Pacto Histórico de financiar denuncias de Bruno Díaz
Contó que, aun así, le negaron otro préstamo para ponerse al día con pagos que ya empezaban a vencer. “El arrendatario del hotel empezó a colgarse también con los pagos del arriendo. Sin embargo, yo seguía entregando mis salarios a obras sociales. Ese 2018 vino un golpe muy duro: divorcio. La separación me costó toda la liquidez que quedaba. Aún pago parte de esa obligación. Luego vino la pandemia. Hotel cerrado 17 meses y cesación de pagos. O sea: cero ocupación, más fin de series de televisión, más divorcio, más pandemia, más Dian, más gastos fijos de $80 millones al mes y sin sueldo. Al piso”, dicen los trinos.
“Nunca me quejé en público. Solo dije: quizá no me presentó de nuevo al Senado para enderezar mi economía. Algo que sé hacer. De nacer en barrio pobre y estudiar en colegios públicos pasé a construir con mucha disciplina y sin plata del Estado lo suficiente para vivir tranquilo”. Y tal y como ha afirmado desde que estalló el escándalo del fin se semana, insinuó que el caso con el actor Bruno Díaz está “orquestado por amigos y enemigos”, y que es una de varias deudas.
Bolívar va también al contra-ataque, haciendo referencia al otro escándalo de estos días, el de la plata embolatada en el Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones para llevar conectividad de internet a escuelas rurales del país, que tiene en el ojo del huracán a la jefe de esa cartera, Karen Abudinen. “Tengo diez años para pagar y las cuotas atrasadas no superan los $40 millones. Pero hacen de esa noticia la cortina de humo ideal para tapar $70.000 millones que la ministra (de las TIC) les regaló a los pillos de la patria”.
Según el legislador, sus contadores le han aconsejado que se declare en quiebra, lo cual le permitiría, por ley, protegerse de los acreedores. “No lo hice por tres razones: a) no quiero dejar a los acreedores sin su plata. b) No estoy quebrado, estoy ilíquido. c) Nunca me doy por vencido. No me dejo derrotar por nada y menos por nadie”.
Y tras ratificar que no va a renunciar a su curul en el Senado, recalca que sabrá soportar: “Estoy fuerte porque no he cometido delitos. Quebrados están miles de empresarios. En dos meses no he tenido un día sin ataques”, trinó Bolívar, para despacharse contra medios de comunicación, funcionarios públicos y contra sus colegas en el Senado que se atravesaron en su elección como segundo vicepresidente de la corporación.
Le puede interesar: MinTic: citada el 24 de agosto a debate de control político en Senado
Finalmente, reafirmó su apoyo a Gustavo Petro. “A todo esto, sumen las amenazas que a diario sufrimos y las calumnias de Claudia López, que sin duda le ponen precio a mi cabeza. Quieren destruirme porque saben que, si lo logran, merman a Petro. He sido y seguiré siendo su escudo. Creo en Petro y no descansaré hasta verlo presidente”, enfatiza Gustavo Bolívar, concluyendo su hilo con una mensaje futurista y acorde a la actual campaña electoral, que hace rato arrancó y en la que, por lo visto, no habrá tregua.
“Cuando Petro sea presidente, todo cambiará. Esta mafia que persigue opositores pero que enriquece, protege y brinda impunidad a los peores hampones, vera su fin. Por ahora solo queda resistir. Resistencia y resiliencia. Mientras haya salud y verdad que venga los que sea”, concluye el hilo, en el que agradece los mensajes de apoyo que algunos le han expresado en las mismas redes sociales. “No imaginan cuánto valen esos likes y esos respaldos. Nunca los defraudaré. Seguiré luchando sin amilanarme. Gracias por comprender mi situación”.