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Si bien la ponencia afirmativa del proyecto que busca legalizar el consumo adulto de marihuana fue aprobada la semana pasada en la Comisión Primera de la Cámara, aún no se ha terminado de discutir el articulado. Sin embargo, el ambiente es bastante favorable para que la iniciativa pase e incluso tiene el apoyo de algunos miembros de partido de la bancada de gobierno. Sin embargo, hay otros representantes que muestran duras objeciones y que, si bien hoy son minoría en la Comisión, podrían sumar fuerzas en la plenaria.
El Espectador habló con algunos de estos congresistas que se oponen al proyecto, quienes esgrimieron sus razones para mantener su voto negativo. Para los representantes Erwin Arias (Cambio Radical) y Gabriel Jaime Vallejo (Centro Democrático), la iniciativa no cumple con su cometido, pues tiene varios vacíos, sobre todo al no incluir un apartado que establezca “cómo evitar que lleguen al consumo”.
A consideración de Arias, “no trae una política pública de prevención que proteja los millones de niños que han caído en la drogadicción”. A su vez, Vallejo calificó como “una completa irresponsabilidad no tocar el tema de salud pública, en el que sí se ha fracasado. Por qué este proyecto no condiciona políticas de Estado para prevenir y reducir el daño. Es un tema que tiene réditos políticos, pero no resuelve el problema”.
Ambos coinciden en que se debe regularizar el consumo, pero apuntan a que no de la forma que plantea el proyecto. Para Arias, “no podemos meter la marihuana en la Constitución”. En este sentido, enfatizó que “no se puede argumentar que luchamos contra las drogas, legalizando la marihuana”, sobre todo en el tema de niños, niñas y adolescentes.
A consideración del representante de Cambio Radical, el proyecto no tiene en cuenta a los menores de edad, lo que haría que pudieran conseguir mucho más fácil la marihuana y otras drogas. “Les vamos a dar vía libre a las pandillas para que vuelvan adictos a nuestros niños”, dijo. Para este, simplemente legalizar el consumo adulto haría que los jóvenes busquen al que tiene cédula y así conseguir la marihuana de “forma legal”.
Vea la posición editorial: ¿Ahora sí, por fin, el cannabis recreativo? ¡Ojalá!
En cambio, Vallejo considera que este tipo de proyectos no son necesarios, pues la Corte Constitucional ya legalizó el consumo de todas las drogas desde 1997, cuando avaló la dosis personal. “No hay nada nuevo, porque redunda en lo que ya tiene Colombia”, comentó el representante del Centro Democrático, quien añadió que este tema debe tratarse con sinceridad y decir que lo que realmente se busca es reglamentar la distribución y venta, pues el consumo ya está legalizado. Vallejo hizo la salvedad de que primero debería sacarse adelante el cannabis medicinal, que se aprobó hace cinco años y son muchas los obstáculos estatales.
“El camino debe ser regular y legalizar, pero aquí no se soluciona nada con la marihuana, porque el tema es la coca. Esto no resuelve el problema estructural de Colombia, que es el país que más ha pagado en la lucha contra las drogas”, comentó el legislador risaraldense. “Si vamos a hablar de legalización y regularización, hagámoslo con todas. Pero aquí es un problema que toca con todos los países porque nos convertiríamos en parias”. Por último, aseveró que la iniciativa no apunta al problema y que el verdadero acto legislativo sería eliminar las palabras porte y consumo de la Constitución: “Así solucionamos el problema, pero aquí lo que importa es un proyecto de alto contenido populista”.