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Desde Quito (Ecuador), la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dio un balance sobre lo que para ellos fue el primer mes del cese el fuego entre el Gobierno y la guerrilla, que entró en vigencia desde el pasado primer de octubre.
“Un pobre balance del primer mes (…) Acordamos con el Gobierno que su objetivo primordial es mejorar la situación humanitaria, propósito no logrado porque durante octubre crecieron las amenazas y el asesinato de líderes sociales y recrudecieron el tratamiento de guerra que el régimen da a la protesta social”, dijo Pablo Beltrán a través de un video difundido por las redes sociales de la guerrilla.
Para el jefe guerrillero, no hubo enfrentamientos entre la guerrilla y el Ejército y señaló que desde el ELN se trató de evitarlos, “pese a las operaciones de ocupar territorios a donde antes no iban las fuerzas militares (…) Estas operaciones ofensivas incumplen lo pactado en el acuerdo del cese y lo ponen en grave riesgo”.
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Asimismo, señaló que se trabajará para que desaparezca la persecución política en contra de fuerzas alternativas y se logre el despegue de la participación ciudadana. Las élites dominantes siguen manteniendo la lucha política en el camino de la polarización, haciendo a un lado el diálogo y la conciliación.
Beltrán no mencionó nada sobre el asesinato de Aulio Isarama Forastero, gobernador indígena del resguardo Catru Dubaza Ancoso, de la comunidad del Alto Baudó en Chocó, ocurrido en octubre. Este hecho fue asumido por la Dirección del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez (FGOc-OG), máximo organismo de conducción de las estructuras del Eln que operan en Chocó.