La molestia de los verdes con el gobierno Petro: “No somos un cheque en blanco”
La bancada del partido Alianza Verde dice que no les escuchan y que no tienen en cuenta sus proposiciones. Igualmente, señalan que ser partido de Gobierno no indica que van a decir ‘sí' a todo.
La relación entre el partido Alianza Verde y el Gobierno Nacional se continúa enfriando: si bien hay varias razones, la principal es la inconformidad frente a la reforma política. Según dicen, no han tenido los espacios de interlocución para manifestar sus desacuerdos y recomendaciones y, cuando por fin fue acordada una cita para ello, no se cumplió por “falta de voluntad”. Hace poco menos de un mes el ministro del Interior Alfonso Prada les dijo que tendrían una reunión con el presidente Gustavo Petro, pero, todo parece indicar que ya no se realizará, al menos, antes de que termine este año.
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La relación entre el partido Alianza Verde y el Gobierno Nacional se continúa enfriando: si bien hay varias razones, la principal es la inconformidad frente a la reforma política. Según dicen, no han tenido los espacios de interlocución para manifestar sus desacuerdos y recomendaciones y, cuando por fin fue acordada una cita para ello, no se cumplió por “falta de voluntad”. Hace poco menos de un mes el ministro del Interior Alfonso Prada les dijo que tendrían una reunión con el presidente Gustavo Petro, pero, todo parece indicar que ya no se realizará, al menos, antes de que termine este año.
Este lunes en la mañana, según lo asegura la bancada verde, tenían ese encuentro con Petro, pero, les cancelaron; algunos ya habían viajado desde sus regiones a Bogotá o habían movido otras citas para abrir el espacio. “La reunión con el Partido Verde estaba confirmada y fue aplazada. Es desconcertante que el gobierno del cambio vea la crítica como algo que se debe cancelar y silenciar”, dijo la representante verde Catherine Juvinao. El aplazamiento dejaría el encuentro para el próximo año: “estamos en diciembre, no es hora de estar haciendo reuniones de un periodo legislativo que no ha empezado”, dice el senador Inti Asprilla.
Al respecto, Prada se excusó y dijo que desde el 15 de diciembre le comunicó a la vicepresidente de la Cámara, Olga Velásquez, que “por motivos de agenda no era posible realizar la reunión con la bancada. No hubo desplante”. Por su parte, Petro dijo que no tenía esa cita en su agenda. Lo cierto es que cualquiera que sea la razón para no llevar a cabo el encuentro, los verdes no están felices con el Gobierno: “no se nos tiene en cuenta ni al momento de construir los proyectos, ni tampoco en el trámite”, dice Juvinao.
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La colectividad se declaró oficialmente como partido de Gobierno en septiembre y, varios de sus miembros ya habían apoyado desde la campaña a Petro, por eso, dicen que esa decisión fue “concienzuda” y que creen en el “proyecto político” actual. No obstante, también señalan que “el partido verde no es un cheque en blanco (...) Es muy ingenuo pensar que íbamos a votar a todo ‘sí', sin cuestionar nada”, aseguró la representante Katherine Miranda a El Espectador.
Precisamente, para algunos verdes, los desplantes han ido más allá y pareciera nacer una disputa política por cuenta de su actitud, en ocasiones, contraria y crítica con algunos de los proyectos oficiales. El presidente del Senado Roy Barreras (Pacto Histórico), asegura que la cancelación de la reunión no es lo que enfría las relaciones, sino que es “la actitud casi opositora de la mayoría, la que canceló la reunión. Algunos líderes verdes aún no asumen que son Gobierno”, dijo.
“Nuestra idea no es actuar como partido de oposición”, dice Miranda, quien señala que Barreras “fue ligero con sus aseveraciones, lo que estamos buscando es ser escuchados. Tenemos unas alertas absolutamente validas”. Igualmente, el representante Cristian Avendaño asegura que son partido de Gobierno, pero que “conservamos un criterio. Apoyamos la reforma tributaria, la ley de ‘paz total’, hemos tratado de contribuir y aportar, sin embargo, hay unos puntos y unos límites con los cuales no estamos de acuerdo”, dice.
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Lo que le molesta a los verdes
Se trata de una inconformidad acumulada desde hace algunos meses; al parecer, no se les ha dado los espacios de interlocución: “No ha habido una relación tranquila, cercana y de comunicación con el Gobierno”, dice Miranda. Adicionalmente, hubo un descontento con la discusión de la reforma al Código Electoral, que fue retirada por las alertas de los congresistas Ariel Ávila, Jonathan Ferney Pulido ‘Jota Pe Hernández’ y Humberto de la Calle.
Igualmente, desde el partido hablan de una intensificación de esa molestia con el “desplante” a la reforma electoral, promovida por los senadores Ávila y De la Calle: “la hundieron”, dijeron fuentes al interior del partido a este diario. “Hemos intentado buscar espacios para charlar con los ministros, especialmente respecto a la reforma política, pero no se ha dado”, agrega el representante Avendaño.
Así las cosas, la reforma política ha sido la otra pelea: “tienen que entender que no estamos de acuerdo con lo que va hasta el momento”, afirma Inti Asprilla. Las críticas tiene que ver con la inclusión de las listas cerradas; con una medida para permitir que los partidos que tengan más del 15% de la participación en el Congreso hagan listas entre ellos, lo que disminuiría las garantías de participación para las minorías y, con que “no podemos legislar para asegurarnos la reelección en las próximas elecciones, eso es eliminar la democracia en el país”, dice Miranda.
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Desde el Pacto Histórico, son varias las voces que no comprenden las razones de los verdes y que, por el contrario, dicen que están actuando de manera descoordinada. Esa es la evaluación del representante oficialista Heráclito Landinez, quien dice que “el partido verde está fragmentado, en el Senado votan de una manera y en la Cámara votan de otra. El partido tiene que tomar una decisión: o es un partido de Gobierno, independiente o de oposición, porque se ha atravesado a las principales reformas”, dice.
No obstante, Avendaño asegura que lo que buscan es “ir más allá y poder ayudarles a construir. Si a este gobierno no le va bien, el sector alternativo podría perder los espacios que ha ganado”. Lo cierto es que el Gobierno necesita a la bancada verde para poder lograr la aprobación de varios de sus proyectos. “Hemos sido insistentes en que somos un aliado y no la competencia, por lo que no es un apoyo que el Gobierno se pueda dar el lujo de descuidar. Viene la ley de sometimiento para la ‘paz total’, la reforma a la salud, la reforma pensional, la reforma laboral, el estatuto de trabajo y el Código Electoral. Son cinco temas grandes en los que el Gobierno nos necesita”, dice Juvinao.
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¿Una opinión fragmentada?
Alianza Verde es un partido de múltiples voces; si bien la mayoría se mueven en el centro político, algunos coinciden más o menos con Petro. Pese a eso, para la representante Katherine Miranda, “Inti Asprilla y yo somos los más cercanos al Gobierno y estamos en contra de la reforma política. Yo creo que es una molestia colectiva”. Sin embargo, la diferencia radica en “los tonos para expresarla”, complementa Asprilla.
Por ejemplo, “la única persona que ha hablado de pensar en la independencia es el senador Jota Pe Hernández”, asegura Asprilla. “El tema de la independencia no lo consideramos (...) pero, por eso mismo pedimos al Gobierno que respeten nuestro criterio y, que sepan que cuentan con nosotros para lo que favorezca al país”, agrega Avendaño.
“Yo espero que el Gobierno entienda el papel que va a jugar el partido Alianza Verde en estos cuatro años: es un papel crítico y constructivo que va a ayudar a mejorar la gestión del presidente. Si ellos creen que todo va a ser ‘sí' pues tienen una visión muy equivocada. Creo que es posible ser partido de Gobierno teniendo posiciones críticas”, concluye Miranda.