Oficial: Alejandro Gaviria se lanza a la Presidencia
A través de un video, el ahora exrector de la Universidad de los Andes asegura que tomó la decisión de competir para llegar a la Casa de Nariño “después de muchas reflexiones”.
“Decidí ser candidato presidencial después de muchas reflexiones. De una reflexión larga. De muchas conversaciones con mi familia, mis amigos, algunos ciudadanos y mi conciencia”. En estos términos, el ahora exrector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, acalló los rumores y formalizó este viernes que buscará llegar a la Casa de Nariño.
Lea también: Estos son algunos de los 60 puntos que tocará Alejandro Gaviria en su discurso
Gaviria arranca el video con una confesión, asegurando que cuando era estudiante, antes que presidente, quiso ser investigador, escritor o programador. “Me ha gustado siempre resolver problemas concretos: entender una parte de la realidad y sacar adelante soluciones puntuales (…) Mi vida en lo académico ha estado centrada en los problemas colombianos de siempre: la pobreza, desigualdad y la violencia. En fin, en las familias excluidas, las ilusiones perdidas y las vidas truncadas”.
Según el exministro de Salud, aspirar a la Presidencia encierra, desde su perspectiva, una contradicción esencial: “Implica un compromiso con el bienestar colectivo, pero revela al mismo tiempo una ambición por fuera de lo común, exorbitante, incluso”.
Gaviria explica que tomó la decisión de buscar llegar a la Casa de Nariño por su abordaje de los problemas sociales y su visión de la vida puede ser unificadores, pueden ayudar a buscar caminos de reconciliación, a juntar a quienes piensan distinto y “a darle a nuestra sociedad un poco de esperanza y un poco de inspiración, también”.
“Liderar pasa necesariamente por cambiar los modos de pensamiento, por crear un sentido de propósito colectivo, compartido. Asumo este papel, difícil, bien difícil, por cierto, como parte de una trayectoria vital. Recuerdo el llamado de mi papá a nunca tolerar la injusticia, la admonición de mis profesores de colegio a complicarse la vida, mi determinación cuando salí de Medellín después de un intento de homicidio, mis dudas sobre aceptar el Ministerio de Salud, mis temores existenciales después del diagnóstico de cáncer, los azares y las casualidades de la vida, que me han traído hasta aquí”, agrega.
El exministro asegura que se vive un momento complejo y difícil para el país, advirtiendo que Colombia podría entrar a un tercer pico de violencia, tras la violencia bipartidista de mediados del siglo XX y luego con la superposición de guerrillas, grupos paramilitares y narcotraficantes.
“En esta coyuntura crítica, en medio de la pandemia y una devastación social, tenemos que generar oportunidades para millones jóvenes, enfrentar la crisis climática y evitar la violencia. He trabajado en estos temas por muchos años. Sé que el Gobierno no va a resolverlos todos, pero sí puede desatar una fuerza transformadora. Debemos dejar atrás la idea absurda de que este país es un fracaso sin atenuantes. Necesitamos un relato esperanzador”, precisa.
Gaviria declara también que la suya no será una campaña contra nadie ni una gesta personalista. En lugar de ello, asegura que será una invitación a un trabajo colectivo. “El miedo y la rabia hacen parte de la política y de la vida. Tenemos que reconocerlo así. Yo prefiero, sin embargo, otra emoción, más incierta tal vez, pero más constructiva: el sesgo por la esperanza. La invitación, desde el discurso y el ejemplo, a ser mejores”.
Por otro lado, manifiesta que su visión de la política incluye tres partes: el respeto como principio, el empoderamiento de la gente y la lucha contra la acumulación de poder, “la lucha contra todos los poderes paralizantes”. “Si la conquista del poder implica agredir a quienes piensan distinto el poder ya conquistado será estéril. Terminará agotándose en sus propias contradicciones”.
Para Gaviria, la decisión de aspirar a la Presidencia recae en que quiere hacer “pedagogía democrática”. De acuerdo con el exministro, su objetivo es liderar la construcción de un país más justo, más decente, más digno y sostenible. “Colombia tiene que tener futuro”, concluye.
“Decidí ser candidato presidencial después de muchas reflexiones. De una reflexión larga. De muchas conversaciones con mi familia, mis amigos, algunos ciudadanos y mi conciencia”. En estos términos, el ahora exrector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, acalló los rumores y formalizó este viernes que buscará llegar a la Casa de Nariño.
Lea también: Estos son algunos de los 60 puntos que tocará Alejandro Gaviria en su discurso
Gaviria arranca el video con una confesión, asegurando que cuando era estudiante, antes que presidente, quiso ser investigador, escritor o programador. “Me ha gustado siempre resolver problemas concretos: entender una parte de la realidad y sacar adelante soluciones puntuales (…) Mi vida en lo académico ha estado centrada en los problemas colombianos de siempre: la pobreza, desigualdad y la violencia. En fin, en las familias excluidas, las ilusiones perdidas y las vidas truncadas”.
Según el exministro de Salud, aspirar a la Presidencia encierra, desde su perspectiva, una contradicción esencial: “Implica un compromiso con el bienestar colectivo, pero revela al mismo tiempo una ambición por fuera de lo común, exorbitante, incluso”.
Gaviria explica que tomó la decisión de buscar llegar a la Casa de Nariño por su abordaje de los problemas sociales y su visión de la vida puede ser unificadores, pueden ayudar a buscar caminos de reconciliación, a juntar a quienes piensan distinto y “a darle a nuestra sociedad un poco de esperanza y un poco de inspiración, también”.
“Liderar pasa necesariamente por cambiar los modos de pensamiento, por crear un sentido de propósito colectivo, compartido. Asumo este papel, difícil, bien difícil, por cierto, como parte de una trayectoria vital. Recuerdo el llamado de mi papá a nunca tolerar la injusticia, la admonición de mis profesores de colegio a complicarse la vida, mi determinación cuando salí de Medellín después de un intento de homicidio, mis dudas sobre aceptar el Ministerio de Salud, mis temores existenciales después del diagnóstico de cáncer, los azares y las casualidades de la vida, que me han traído hasta aquí”, agrega.
El exministro asegura que se vive un momento complejo y difícil para el país, advirtiendo que Colombia podría entrar a un tercer pico de violencia, tras la violencia bipartidista de mediados del siglo XX y luego con la superposición de guerrillas, grupos paramilitares y narcotraficantes.
“En esta coyuntura crítica, en medio de la pandemia y una devastación social, tenemos que generar oportunidades para millones jóvenes, enfrentar la crisis climática y evitar la violencia. He trabajado en estos temas por muchos años. Sé que el Gobierno no va a resolverlos todos, pero sí puede desatar una fuerza transformadora. Debemos dejar atrás la idea absurda de que este país es un fracaso sin atenuantes. Necesitamos un relato esperanzador”, precisa.
Gaviria declara también que la suya no será una campaña contra nadie ni una gesta personalista. En lugar de ello, asegura que será una invitación a un trabajo colectivo. “El miedo y la rabia hacen parte de la política y de la vida. Tenemos que reconocerlo así. Yo prefiero, sin embargo, otra emoción, más incierta tal vez, pero más constructiva: el sesgo por la esperanza. La invitación, desde el discurso y el ejemplo, a ser mejores”.
Por otro lado, manifiesta que su visión de la política incluye tres partes: el respeto como principio, el empoderamiento de la gente y la lucha contra la acumulación de poder, “la lucha contra todos los poderes paralizantes”. “Si la conquista del poder implica agredir a quienes piensan distinto el poder ya conquistado será estéril. Terminará agotándose en sus propias contradicciones”.
Para Gaviria, la decisión de aspirar a la Presidencia recae en que quiere hacer “pedagogía democrática”. De acuerdo con el exministro, su objetivo es liderar la construcción de un país más justo, más decente, más digno y sostenible. “Colombia tiene que tener futuro”, concluye.