Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Mientras la coalición de Gobierno radica hoy el proyecto de reequilibrio de poderes que busca eliminar la reelección, subsanar los desequilibrios generados por ella y modificar asuntos electorales, políticos y judiciales, partidos independientes o de oposición, como la Alianza Verde y el Centro Democrático, tienen propuestas paralelas a la de la Unidad Nacional para cambiar el funcionamiento del Estado.
Uno de los afanes del uribismo con su proyecto de reforma electoral, radicado ayer, es cambiar la estructura de la participación en las urnas. Financiación estatal del 100% de las campañas políticas, subsidio de transporte para los sufragistas, igualdad en el acceso a los medios para los diferentes partidos y la prohibición de la publicidad gubernamental desde el comienzo de las campañas son algunos de los cambios que propone el Centro Democrático.
Sin embargo, lo más llamativo, y en lo que hay una profunda contradicción con las propuestas del Ejecutivo, es la continuidad de la reelección, la eliminación del Consejo Nacional Electoral por un tribunal adscrito al Consejo de Estado y la obligatoriedad del voto. Asuntos en los que podría llegar a haber un consenso son la supresión del voto preferente, la celebración de elecciones en día hábil o laboral y la implementación del voto electrónico para ciudadanos residentes en el exterior.
Por su parte, la Alianza Verde, con respaldo de sectores del Polo Democrático, buscará defender la circunscripción nacional, no regional, como propone el Ejecutivo, para el Senado. El argumento es simple: los elegidos mediante el “voto de opinión” no tienen sus fuerzas electorales concentradas en zonas específicas, como sí las tienen miembros de la coalición de Gobierno. Incluso han propuesto que las elecciones de Senado y Cámara se hagan en fechas diferentes para evitar que se dé el “amarre” de votos.
Los verdes, como el Ejecutivo, le dicen no a la reelección, pero consideran, como el Partido de la U, que no se deben aumentar los períodos presidenciales y legislativos. También promueven la eliminación de las funciones electorales de las altas cortes. Sin embargo, no quieren meter en el paquete del reequilibrio la eliminación de las funciones judiciales de la Procuraduría. A su juicio, sería más simple plantear una reforma al Código Disciplinario, que demandaría menos debates para su aprobación.
En esta propuesta también está la posibilidad de que se presenten listas multipartidistas para Congreso, concejos y asambleas, y no exclusivamente para cargos uninominales como Presidencia, alcaldías o gobernaciones. Eso facilitaría el cruce del umbral y el sostenimiento de las personerías jurídicas.
Aunque ayer los verdes se reunieron con el Mininterior, tanto ellos como el Centro Democrático esperarán a la conciliación de sus proyectos con el de la Unidad Nacional para que sus propuestas sean consignadas en la eventual reforma. A fin de cuentas, se trata de una reforma al Estado que no puede hacerse a la medida de las fuerzas políticas dominantes de turno, pues impactará la vida política del país de aquí en adelante.