Oposición niega derrota y reajusta estrategia en la recta final de la legislatura
Tras quedar golpeada por la aprobación de la reforma pensional, la oposición intenta frenar otros proyectos del Gobierno en los días que quedan de la legislatura. También buscan ganar en los estrados judiciales con demandas.
A solo tres días para que finalice esta legislatura, que no ha sido del todo favorable para el gobierno del presidente Gustavo Petro y en la que la oposición tampoco ha conseguido muchos triunfos, los partidos Centro Democrático y Cambio Radical están replanteando su estrategia para el segundo semestre de 2024.
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A solo tres días para que finalice esta legislatura, que no ha sido del todo favorable para el gobierno del presidente Gustavo Petro y en la que la oposición tampoco ha conseguido muchos triunfos, los partidos Centro Democrático y Cambio Radical están replanteando su estrategia para el segundo semestre de 2024.
Con la reciente aprobación de la reforma pensional, la oposición quedó golpeada y esperan frenar la reforma a la educación y la ley que reglamenta la jurisdicción agraria en los días restantes. Además, se están moviendo con demandas y buscan asegurar que las mesas directivas estén de su lado en el próximo periodo de sesiones.
Y es que, aunque la bancada de oposición en la Cámara creía que tenía los tiempos de su lado. De hecho, esperaban que varias mociones de censura ―realizadas este 17 de junio al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo― fueran un mecanismo útil para restarle tiempo al Gobierno para aprobar las reformas y, quizás tumbar a algún jefe de cartera; ahora reconocen que no tienen las mayorías.
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De hecho, este lunes casi sufren otro revés, pues casi prosperó una proposición que buscaba aplazar el desarrollo del debate de moción de censura contra el ministro de Salud, porque según el Gobierno era improcedente y no cumplía con los requisitos de ley. De no ser porque el presidente de la Cámara, el liberal Andrés Calle, decidió no ponerla a consideración, la sesión se habría pospuesto.
Eso si, pese a que hay aires de frustración, ninguno reconoce una derrota, pues aseguran que fue por ellos que el oficialismo tuvo que acogerse a proyecto de reforma pensional aprobado por el Senado como última opción: “perdimos ganando”, dijeron.
“Vamos a revisar si todavía hay mayorías en la Cámara que respalden la idea de que la situación de orden público en Colombia es catastrófica”, dijo a El Espectador el representante uribista Hernán Cadavid sobre la votación de las mociones, que será el jueves. Y agregó que este 18 de junio, día que les corresponde la dirección de la plenaria por el Estatuto de la Oposición, buscarán aprobar proyectos propios: “dejaron hundir más de 75 iniciativas de parlamentarios para priorizar las del Gobierno. Trataremos de rescatar algunos en estos días”, indicó.
Ahora, el mismo viernes, después de que el Gobierno aprobara la reforma pensional, decidieron que el siguiente paso será pasar del Capitolio a los estrados judiciales. Para eso, ya definieron que van a demandar ante la Corte Constitucional la reforma pensional cuando sea sancionada, como lo hicieron antes con el Plan de Desarrollo y la ley que creó el Ministerio de la Igualdad. Además, desde el Centro Democrático, están evaluando la posibilidad de tener una reunión de bancada en los próximos días para analizar lo sucedido en la legislatura.
Por el momento y antes de que termine este periodo, la bancada de oposición busca sacar algunos réditos políticos del posible hundimiento de la ley que otorga funciones a la jurisdicción agraria, que está virtualmente hundida en la Comisión Primera del Senado y que, a su parecer, sería incompatible con los principios del derecho civil colombiano. De otro lado, están a la espera de lo que pase con la reforma a la educación.
El plan inicial, según contaron, es que se hunda la ponencia presentada por el Gobierno y que fue respaldada por la senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico. Aunque otra fuente dijo a este diario que ni el oficialismo ni la oposición desean que se apruebe ninguna de las ponencias presentadas y que el acuerdo sería archivarlas por falta de tiempo. De todos modos, en caso de que el informe del Ejecutivo sea aprobado, la oposición ya tiene preparadas alrededor de 300 proposiciones para dilatar el debate.
Adicionalmente, en el Senado, esperan tomarse al menos dos días para avanzar con sus proyectos y controles políticos para quitarle tiempo a la ley de educación en la plenaria. De hecho, este lunes ya lo utilizaron para avanzar en un debate al Ministerio de Defensa por la situación de orden público. Y para este martes, tienen previstas una serie de preguntas al director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), Carlos Ramón González.
Según el citante, el senador David Luna, de Cambio Radical, se estarían realizando interceptaciones ilegales a contradictores y periodistas. No obstante, desde el Gobierno ha negado tal operación. “Es igualmente importante la reforma a la educación y que el país sepa si la DNI está realizando interceptaciones”, dijo a este diario cuando se le preguntó por qué dedicaron dos días consecutivos a controles políticos si desean aprobar su ponencia sobre la reforma a la educación.
De todas formas, la oposición mantiene sus esperanzas en el Senado, para no considerar su contienda como perdida. En esa corporación, a diferencia de lo que ocurre en la Cámara, el Gobierno tiene las mayorías muy apretadas. Y se especula que el presidente del Senado, Iván Name, no convocaría el debate sobre la ley de educación con la excusa de que no hay tiempo. Ahora, en caso de que el proyecto sea archivado, la oposición podría sacar réditos de eso antes del 20 de junio.
La estrategia va más allá del trámite legislativo. Durante el receso demandarán la reforma pensional por la proposición que logró salvarla. Y además, buscarán posicionar el relato de que han hecho todo lo posible para frenar los proyectos, pero han perdido en votación porque el Gobierno estaría aprobando las iniciativas con base en acuerdos burocraticos y otras prácticas. Según ellos, este discurso les serviría para sostenerse hasta 2026, argumentando que las reformas son ilegítimas.
También confían en que el 20 de julio de 2024, cuando se inicia la nueva legislatura, las mesas directivas queden, según sus palabras, en manos de congresistas que “sí nos den garantías”. En la Cámara, respaldan la aspiración de la representante Katherine Miranda (Alianza Verde), aunque dudan del resultado, ya que el Gobierno demostró con la aprobación de la reforma pensional que tienen amplias mayorías para posicionar a alguien más cercano a la Casa de Nariño o incluso para romper los acuerdos y elegir a alguien de otro partido. Y en el Senado, esperan que la presidencia se la quede el director conservador Efraín Cepeda, quien se ha mantenido en una postura distante al Gobierno
Así pues, todas las apuestas están en que en los días restantes de la legislatura, el Ejecutivo no logre avanzar con la reforma a la educación y la ley de jurisdicción agraria. Asimismo, confían en que, en los estrados judiciales, la Corte Constitucional les dé la razón y logren tumbar la reforma pensional una vez sea sancionada. Igualmente, ya empezaron a moverse para que las mesas directivas estén de su lado este semestre que se inicia.
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