Oposición no se pone de acuerdo y le responde al presidente por separado
En su réplica al discurso presidencial, la Alianza Verde y Dignidad se fueron por su lado, la lista de los Decentes y Petro lo hicieron por separado y Comunes también habló a parte.
Para sorpresa de muchos, la oposición no llegó con un discurso unificado en contra del presidente Iván Duque. En la instalación de la última legislatura del Congreso, luego del discurso presidencial, se conoció que la Alianza Verde y el Partido Dignidad, que promueven la Coalición de la Esperanza, hablarían solo en su nombre, por medio de la representación del senador verde Antonio Sanguino. Él tuvo 10 minutos para referirse a los colombianos. La lista de los Decentes y Gustavo Petro, que conforman el Pacto Histórico, hicieron su propia réplica por medio de la voz de la representante María José Pizarro, del Mais, quien contó con cinco minutos. Mientras, el Partido Comunes pasó al estrado en soledad. El senador Pablo Catatumbo contó con un poco más de cuatro minutos para hacer su réplica.
(Lea: Así quedarían conformadas las mesas directivas del Congreso)
La situación dibujó, en una imagen perfecta, el muy posible cuadro de los comicios presidenciales en 2022, pues varios congresistas insisten en consolidar alianzas electorales por separado. En este evento lo dejaron claro. También, pasó algo similar a la instalación de la legislatura pasada: el senador Sanguino, que fue el primer en dar su réplica, pidió orden en la sala y garantías para que la oposición se dirigiera sin interrupciones a los colombianos. Lo mismo hizo la senadora Aída Avella, el año pasado, época en la que el bloque de opositores sí participó conjuntamente en la réplica.
Pero no solo eso. También se repitió la imagen de la legislatura pasada en la que el jefe de Estado abandonó el recinto y no escuchó presencialmente la réplica de la oposición. Esta vez, sin embargo, hubo un acto distinto: Duque designó al ministro del Interior, Daniel Palacios, como el encargado de oír la réplica en su contra.
La réplica de la Alianza Verde y Dignidad:
El senador Sanguino fue el primero en pasar a la tarima. En su discurso, dejó clara la posición de ambas colectividades: “El Gobierno pretende esquivar los reclamos con reformas cosméticas”, dijo. Señaló que las decisiones y acciones del ejecutivo en cabeza de Duque, como desconocer la voz de los jóvenes en las calles, en el marco del Paro Nacional, y su negativa para cumplir a cabalidad con el Acuerdo de Paz, han sido los dos caminos para dirigir al país a más violencia. Así mismo, se fue en contra de las mayorías gobiernistas, compuestas por el Centro Democrático, el Partido Conservador, Colombia Justas-Libres, Mira, y Cambio Radical. A ellos los catalogó de ser los artífices del hundimiento de varios proyectos de impacto social.
(Lea también: El lío en la Comisión Primera del Senado para elegir su presidente)
“El gobierno del Presidente Duque, equivocadamente se impuso impedir la promesa democrática de la Constitución de 1.991 y la oferta de reconciliación del Acuerdo de Paz. Sus actuaciones afectan la separación e independencia de los poderes del Estado y el acatamiento a las sentencias de la justicia. Hemos retrocedido en materia de derechos humanos a las oscuras épocas del estatuto de seguridad. El incumplimiento y los ataques al Acuerdo de Paz, nos conducen al recrudecimiento de la violencia, las masacres y el asesinato sistemático de líderes sociales y ambientales. Se ha vuelto habitual el desconocimiento de las garantías ciudadanas y la estigmatización de la legitima protesta social, desenterrando arcaicas doctrinas de seguridad que colocan a nuestras Fuerzas Militares y de Policia al servicio de un proyecto político que cataloga a la oposición democrática como parte de una conspiración internacional”, expresó Sanguino.
En su réplica, el congresista verde resaltó que “el pilar democrático de pesos y contrapesos se está convirtiendo en una utopía” bajó el ala de este gobierno. Esto porque, según dijo la Alianza Verde y Dignidad, los amigos y copartidarios del presidente no solo han monopolizado las entidades de vigilancia, investigación y control, sino también han atacado a la Corte Suprema de Justicia, y han llamado a la opinión pública a no acatar sus fallos. “Es una constante que va debilitando la independencia y la credibilidad en la justicia”, agregó.
(Conozca: “Digámosles no a los promotores del odio”: Duque sobre elecciones 2022)
Esos ataques, dijo, se han dirigido también al sistema integral de justicia, verdad, reparación y no repetición, nacidas del Acuerdo de Paz, cosa que “desconoce un proceso que dio fin al conflicto armado más antiguo del mundo, que permitió la reincorporación de 13000 combatientes y que puso al centro los derechos y la reivindicación de las víctimas. Nadie entiende porque causa tanto escozor que Colombia y el mundo, conozcan la verdad oculta de los determinadores, financiadores y promotores de la guerra” cuestionó.
Sus críticas no solo giraron en torno a estos temas, sino también a la gestión del Gobierno para reconstruir San Andres y Providencia, golpeadas por el huracán Iota el año pasado, y cuya reconstrucción total sigue en espera, y a la situación actual de pobreza. “La pésima gestión de la pandemia ha conducido a que 22 millones de colombianos se encuentren en la pobreza y 7, 5 millones en pobreza extrema; a que el 37% de los jóvenes desertaran de la educación superior y 280 mil niños y adolescentes abandonarán las aulas, mientras 500 mil pequeños negocios y 140 mil empresas naufragaran en la quiebra aumentando el desempleo y la informalidad”, indicó Sanguino.
En su intervención, Sanguino dedicó un apartado para resaltar las luchas legislativas de la oposición, como son la matrícula cero, la renta básica, la reforma estructural a la Policía, el derecho fundamental al agua, y el apoyo a pequeños empresarios. Sobre todo, aprovechó para enfatizar en lo que serán los próximos meses por la Presidencia. Nombró a la Coalición de la Esperanza, alianza electoral a la que se inscribió su partido en marzo, pero en la que tiene un pie afuera y otro adentro, y la cual varios de sus copartidarios rechazan. Esto a todas luces le da estatus a dicha coalición para continuar vigente en el debate político, a pesar de que su rumbo no sea claro.
En ese sentido, le dijo al presidente, a pesar de no encontrarse en la sala, que él ni sus mayorías parlamentarias “no están a la altura de este momento apremiante del país”. “Las urnas esperan unas ciudadanías que derrotaran la ignominia. Unas ciudadanías que le abrirán paso a un gobierno que sirve desde el poder y no que se sirva del poder. Un gobierno que nos devuelva la esperanza, el respeto por la Constitución, el derecho a la paz y al buen vivir. Nosotros trabajaremos para que ese momento llegue. Para que los colombianos tengamos por fin una segunda oportunidad sobre la tierra”, fue su mensaje con miras al 2022.
La voz del Pacto Histórico en el Congreso:
Lo propio hizo la representante María José Pizarro, que también usó el momento del micrófono para invitar al Pacto Histórico, la alianza en la que ella y sus compañeros de la Lista de los Decentes, y el senador Gustavo Petro, participan. “Invitamos a un gran dialogo social, sin precedentes, que debe comenzar por la juventud. Señalarlos de terroristas es una actitud de terroristas”, dijo.
En esa línea, la propuesta en la que se inscribe es una en la que el diálogo es el más grande tesoro de la ciudadanía, en la que buscan aumentar los niveles de empleos en condiciones dignas y en la búsqueda de garantías para las pensiones de los colombianos. “Un pacto por los derechos humanos, uno que desconoció el Gobierno. El 20 de julio fue protesta contra tiranía española, un grito de independencia que buscaba la igualdad entre ciudadanos. A esos hombres y mujeres les decimos que estamos con ustedes, les invitamos al nuevo pacto social, la nueva nación, la vamos a construir entre todos y todas”, añadió.
Pizarro aseguró que el legado del primer mandatario es el dolor, la pobreza y la mezquindad en una gestión, a su juicio, precaria. “Nos dice que nos duplicó las UCI, pero esa primera línea de salud a quienes se aplaudió sigue esperando que lleguen sus sueldos, y trabajo en condiciones dignas. A ellos que han sacrificado su vida, nos dicen que se han dado 35 millones de dosis, pero se requieren 90 millones para alcanzar la inmunidad que tardara dos años. Duque priorizo los negocios, no la vida”, aseveró.
El discurso del Partido Comunes:
“Un saludo al presidente ausente”, fue una de las frases más destacadas del senador Pablo Catatumbo, que dio una réplica de 4:30 minutos por el Partido Comunes. Como todos los presentes, reconoció que Colombia vive una de sus épocas más convulsionadas, con una pobreza del 50 %, de cual el 30 % sobrevive con una comida, según cifras del DANE. El congresista, antes miembro de la antigua guerrilla de las Farc, insistió en que todas esas cifras no existen para el Gobierno que “vive en una torre de marfil”. Manifestó que esa visión sobre el ejecutivo no solo la observa su partido, sino también el mundo y los titulares internacionales.
Sobre la crítica internacional al Gobierno, que fue una pieza central de su réplica, Catatumbo hizo alusión al asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en manos de colombianos. “Las fotos de los sonrientes asesinos del presidente de Haití, altos funcionarios en la Casa de Nariño, ha dejado por el piso la imagen de Colombia”, declaró, haciendo referencia a los exmilitares que perpetraron el crimen. “Las fotos de los ex militares colombianos amarrados y cabizbajos en las celdas haitianas son la viva representación de la cultura de la muerte que se les enseñó a estos hombres de que todo vale”, opinó.
Tras esas expresiones, Catatumbo afirmó que esos titulares y noticias del mundo se suman a la “nube de desconexión” en la cual esta situado el gobierno de Duque, cosa que “se traduce en las encuestas y la pésima imagen del Gobierno”. “Señores, ¿por qué tanta mezquindad para echar a andar la nave de los sueños de una Colombia en paz, justa, y diferente?”, fue la pregunta que dejó al aire. En su intervención pidió que lo dejaran hablar pues en varias ocasiones el senador Arturo Char, presidente saliente del Congreso, le apagó el micrófono porque su tiempo se estaba acabando. Le dieron dos minutos extras.
Para sorpresa de muchos, la oposición no llegó con un discurso unificado en contra del presidente Iván Duque. En la instalación de la última legislatura del Congreso, luego del discurso presidencial, se conoció que la Alianza Verde y el Partido Dignidad, que promueven la Coalición de la Esperanza, hablarían solo en su nombre, por medio de la representación del senador verde Antonio Sanguino. Él tuvo 10 minutos para referirse a los colombianos. La lista de los Decentes y Gustavo Petro, que conforman el Pacto Histórico, hicieron su propia réplica por medio de la voz de la representante María José Pizarro, del Mais, quien contó con cinco minutos. Mientras, el Partido Comunes pasó al estrado en soledad. El senador Pablo Catatumbo contó con un poco más de cuatro minutos para hacer su réplica.
(Lea: Así quedarían conformadas las mesas directivas del Congreso)
La situación dibujó, en una imagen perfecta, el muy posible cuadro de los comicios presidenciales en 2022, pues varios congresistas insisten en consolidar alianzas electorales por separado. En este evento lo dejaron claro. También, pasó algo similar a la instalación de la legislatura pasada: el senador Sanguino, que fue el primer en dar su réplica, pidió orden en la sala y garantías para que la oposición se dirigiera sin interrupciones a los colombianos. Lo mismo hizo la senadora Aída Avella, el año pasado, época en la que el bloque de opositores sí participó conjuntamente en la réplica.
Pero no solo eso. También se repitió la imagen de la legislatura pasada en la que el jefe de Estado abandonó el recinto y no escuchó presencialmente la réplica de la oposición. Esta vez, sin embargo, hubo un acto distinto: Duque designó al ministro del Interior, Daniel Palacios, como el encargado de oír la réplica en su contra.
La réplica de la Alianza Verde y Dignidad:
El senador Sanguino fue el primero en pasar a la tarima. En su discurso, dejó clara la posición de ambas colectividades: “El Gobierno pretende esquivar los reclamos con reformas cosméticas”, dijo. Señaló que las decisiones y acciones del ejecutivo en cabeza de Duque, como desconocer la voz de los jóvenes en las calles, en el marco del Paro Nacional, y su negativa para cumplir a cabalidad con el Acuerdo de Paz, han sido los dos caminos para dirigir al país a más violencia. Así mismo, se fue en contra de las mayorías gobiernistas, compuestas por el Centro Democrático, el Partido Conservador, Colombia Justas-Libres, Mira, y Cambio Radical. A ellos los catalogó de ser los artífices del hundimiento de varios proyectos de impacto social.
(Lea también: El lío en la Comisión Primera del Senado para elegir su presidente)
“El gobierno del Presidente Duque, equivocadamente se impuso impedir la promesa democrática de la Constitución de 1.991 y la oferta de reconciliación del Acuerdo de Paz. Sus actuaciones afectan la separación e independencia de los poderes del Estado y el acatamiento a las sentencias de la justicia. Hemos retrocedido en materia de derechos humanos a las oscuras épocas del estatuto de seguridad. El incumplimiento y los ataques al Acuerdo de Paz, nos conducen al recrudecimiento de la violencia, las masacres y el asesinato sistemático de líderes sociales y ambientales. Se ha vuelto habitual el desconocimiento de las garantías ciudadanas y la estigmatización de la legitima protesta social, desenterrando arcaicas doctrinas de seguridad que colocan a nuestras Fuerzas Militares y de Policia al servicio de un proyecto político que cataloga a la oposición democrática como parte de una conspiración internacional”, expresó Sanguino.
En su réplica, el congresista verde resaltó que “el pilar democrático de pesos y contrapesos se está convirtiendo en una utopía” bajó el ala de este gobierno. Esto porque, según dijo la Alianza Verde y Dignidad, los amigos y copartidarios del presidente no solo han monopolizado las entidades de vigilancia, investigación y control, sino también han atacado a la Corte Suprema de Justicia, y han llamado a la opinión pública a no acatar sus fallos. “Es una constante que va debilitando la independencia y la credibilidad en la justicia”, agregó.
(Conozca: “Digámosles no a los promotores del odio”: Duque sobre elecciones 2022)
Esos ataques, dijo, se han dirigido también al sistema integral de justicia, verdad, reparación y no repetición, nacidas del Acuerdo de Paz, cosa que “desconoce un proceso que dio fin al conflicto armado más antiguo del mundo, que permitió la reincorporación de 13000 combatientes y que puso al centro los derechos y la reivindicación de las víctimas. Nadie entiende porque causa tanto escozor que Colombia y el mundo, conozcan la verdad oculta de los determinadores, financiadores y promotores de la guerra” cuestionó.
Sus críticas no solo giraron en torno a estos temas, sino también a la gestión del Gobierno para reconstruir San Andres y Providencia, golpeadas por el huracán Iota el año pasado, y cuya reconstrucción total sigue en espera, y a la situación actual de pobreza. “La pésima gestión de la pandemia ha conducido a que 22 millones de colombianos se encuentren en la pobreza y 7, 5 millones en pobreza extrema; a que el 37% de los jóvenes desertaran de la educación superior y 280 mil niños y adolescentes abandonarán las aulas, mientras 500 mil pequeños negocios y 140 mil empresas naufragaran en la quiebra aumentando el desempleo y la informalidad”, indicó Sanguino.
En su intervención, Sanguino dedicó un apartado para resaltar las luchas legislativas de la oposición, como son la matrícula cero, la renta básica, la reforma estructural a la Policía, el derecho fundamental al agua, y el apoyo a pequeños empresarios. Sobre todo, aprovechó para enfatizar en lo que serán los próximos meses por la Presidencia. Nombró a la Coalición de la Esperanza, alianza electoral a la que se inscribió su partido en marzo, pero en la que tiene un pie afuera y otro adentro, y la cual varios de sus copartidarios rechazan. Esto a todas luces le da estatus a dicha coalición para continuar vigente en el debate político, a pesar de que su rumbo no sea claro.
En ese sentido, le dijo al presidente, a pesar de no encontrarse en la sala, que él ni sus mayorías parlamentarias “no están a la altura de este momento apremiante del país”. “Las urnas esperan unas ciudadanías que derrotaran la ignominia. Unas ciudadanías que le abrirán paso a un gobierno que sirve desde el poder y no que se sirva del poder. Un gobierno que nos devuelva la esperanza, el respeto por la Constitución, el derecho a la paz y al buen vivir. Nosotros trabajaremos para que ese momento llegue. Para que los colombianos tengamos por fin una segunda oportunidad sobre la tierra”, fue su mensaje con miras al 2022.
La voz del Pacto Histórico en el Congreso:
Lo propio hizo la representante María José Pizarro, que también usó el momento del micrófono para invitar al Pacto Histórico, la alianza en la que ella y sus compañeros de la Lista de los Decentes, y el senador Gustavo Petro, participan. “Invitamos a un gran dialogo social, sin precedentes, que debe comenzar por la juventud. Señalarlos de terroristas es una actitud de terroristas”, dijo.
En esa línea, la propuesta en la que se inscribe es una en la que el diálogo es el más grande tesoro de la ciudadanía, en la que buscan aumentar los niveles de empleos en condiciones dignas y en la búsqueda de garantías para las pensiones de los colombianos. “Un pacto por los derechos humanos, uno que desconoció el Gobierno. El 20 de julio fue protesta contra tiranía española, un grito de independencia que buscaba la igualdad entre ciudadanos. A esos hombres y mujeres les decimos que estamos con ustedes, les invitamos al nuevo pacto social, la nueva nación, la vamos a construir entre todos y todas”, añadió.
Pizarro aseguró que el legado del primer mandatario es el dolor, la pobreza y la mezquindad en una gestión, a su juicio, precaria. “Nos dice que nos duplicó las UCI, pero esa primera línea de salud a quienes se aplaudió sigue esperando que lleguen sus sueldos, y trabajo en condiciones dignas. A ellos que han sacrificado su vida, nos dicen que se han dado 35 millones de dosis, pero se requieren 90 millones para alcanzar la inmunidad que tardara dos años. Duque priorizo los negocios, no la vida”, aseveró.
El discurso del Partido Comunes:
“Un saludo al presidente ausente”, fue una de las frases más destacadas del senador Pablo Catatumbo, que dio una réplica de 4:30 minutos por el Partido Comunes. Como todos los presentes, reconoció que Colombia vive una de sus épocas más convulsionadas, con una pobreza del 50 %, de cual el 30 % sobrevive con una comida, según cifras del DANE. El congresista, antes miembro de la antigua guerrilla de las Farc, insistió en que todas esas cifras no existen para el Gobierno que “vive en una torre de marfil”. Manifestó que esa visión sobre el ejecutivo no solo la observa su partido, sino también el mundo y los titulares internacionales.
Sobre la crítica internacional al Gobierno, que fue una pieza central de su réplica, Catatumbo hizo alusión al asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en manos de colombianos. “Las fotos de los sonrientes asesinos del presidente de Haití, altos funcionarios en la Casa de Nariño, ha dejado por el piso la imagen de Colombia”, declaró, haciendo referencia a los exmilitares que perpetraron el crimen. “Las fotos de los ex militares colombianos amarrados y cabizbajos en las celdas haitianas son la viva representación de la cultura de la muerte que se les enseñó a estos hombres de que todo vale”, opinó.
Tras esas expresiones, Catatumbo afirmó que esos titulares y noticias del mundo se suman a la “nube de desconexión” en la cual esta situado el gobierno de Duque, cosa que “se traduce en las encuestas y la pésima imagen del Gobierno”. “Señores, ¿por qué tanta mezquindad para echar a andar la nave de los sueños de una Colombia en paz, justa, y diferente?”, fue la pregunta que dejó al aire. En su intervención pidió que lo dejaran hablar pues en varias ocasiones el senador Arturo Char, presidente saliente del Congreso, le apagó el micrófono porque su tiempo se estaba acabando. Le dieron dos minutos extras.