¿Otra jugadita? Duque se fue y delegó a Mininterior para escuchar a la oposición
Como en su primer año, el presidente no se quedó para escuchar a la oposición y volvió a la memoria el episodio de la “última jugadita” de Ernesto Macías.
Se supone que por estatuto de oposición se le da la oportunidad a esta para responder a la intervención presidencial durante la instalación del Congreso, cada 20 de julio. Tras su discurso, el presidente debería quedarse en el capitolio escuchando la contestación de los sectores que no están con su gobierno. Pero, en esta ocasión, el presidente Iván Duque nuevamente no lo hizo.
Tras terminar su intervención de poco menos de una hora, el primer mandatario abandonó el salón elíptico y dejó al ministro del interior, Daniel Palacios, como su delegado para escuchar a la oposición. De nuevo, el presidente salió sin esperar, como ocurrió en 2019, cuando Ernesto Macías hizo “su última jugadita”.
Es más, lo ocurrido en este 20 de julio de 2021 recordó en gran manera a los hechos de hace dos años. Tras el fin del mensaje presidencial, Arturo Char tomó la palabra para suspender la sesión por 10 minutos, para supuestamente retirar unos equipos, y pidió a la comisión legislativa encargada de recoger al presidente Duque en la Casa de Nariño que lo volviera a llevar al palacio presidencial.
Puede ver: La “última jugadita” de Ernesto Macías como presidente del Congreso: sabotear a la oposición
Fue un calco de lo que hizo el senador Ernesto Macías. En ese momento, tras el discurso de Duque, el senador del Centro Democrático suspendió la sesión y le pidió a la comitiva legislativa que acompañara al presidente a la casa de Nariño. Luego, sin saber que los micrófonos estaban prendidos, le comentó al hoy condenado Eduardo Pulgar que esa había sido su “última jugadita” como presidente, pues se supone que el presidente debía quedarse para escuchar a la oposición.
Dos años después, la mesa directiva del Senado hizo lo mismo. Solo que en esta ocasión se habría dejado una constancia de que el presidente se retiraría y quedaría en su lugar el ministro Palacios para escuchar a la oposición. De inmediato, este sector respondió al nuevo desplante presidencial.
Los verdes de una criticaron al presidente, y lo señalaron de hacer “jugaditas”. “¡A través de un decreto sacado de la manga, Duque delega al Ministro de Interior para escuchar la réplica de la oposición! ¡Tramposos! ¡Respeten a la oposición!”, comentó la representante Katherine Miranda. A esto se sumó la senadora Angélica Lozano: “Lamentable que el presidente Iván Duque y parte de su gabinete se retiren del recinto y no escuchen la réplica que hará la oposición”.
También: “El país tiene cosas mucho más importantes”: vicepresidenta sobre video de Aída Avella
La intervención de la oposición tras el discurso presidencial del 20 de julio ha sido un dolor de cabeza en los tres años de la administración Duque. Hace dos años, fue la “jugadita” de Macías. En 2020, en plena pandemia, se presentó un nuevo incidente esta vez por un comentario del primer mandatario.
En esa ocasión, la intervención de Duque fue remota, mientras que la contestación la hizo Aída Avella de manera presencial en el capitolio. Debido a esto, la senadora de la UP cuestionó si el presidente estaba viendo o no su discurso. La respuesta del Ejecutivo fue simple: publicar un video que demostraba que el presidente y su gabinete estaba viendo la sesión desde la Casa de Nariño. Sin embargo, en este se coló una conversación en la que Duque se refería de forma despectiva contra Avella. “Qué tal la vieja esta, dijo que dónde estaba yo, que si estaba escuchando”, fueron las palabras del presidente que no cayeron bien en la oposición.
Se supone que por estatuto de oposición se le da la oportunidad a esta para responder a la intervención presidencial durante la instalación del Congreso, cada 20 de julio. Tras su discurso, el presidente debería quedarse en el capitolio escuchando la contestación de los sectores que no están con su gobierno. Pero, en esta ocasión, el presidente Iván Duque nuevamente no lo hizo.
Tras terminar su intervención de poco menos de una hora, el primer mandatario abandonó el salón elíptico y dejó al ministro del interior, Daniel Palacios, como su delegado para escuchar a la oposición. De nuevo, el presidente salió sin esperar, como ocurrió en 2019, cuando Ernesto Macías hizo “su última jugadita”.
Es más, lo ocurrido en este 20 de julio de 2021 recordó en gran manera a los hechos de hace dos años. Tras el fin del mensaje presidencial, Arturo Char tomó la palabra para suspender la sesión por 10 minutos, para supuestamente retirar unos equipos, y pidió a la comisión legislativa encargada de recoger al presidente Duque en la Casa de Nariño que lo volviera a llevar al palacio presidencial.
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Fue un calco de lo que hizo el senador Ernesto Macías. En ese momento, tras el discurso de Duque, el senador del Centro Democrático suspendió la sesión y le pidió a la comitiva legislativa que acompañara al presidente a la casa de Nariño. Luego, sin saber que los micrófonos estaban prendidos, le comentó al hoy condenado Eduardo Pulgar que esa había sido su “última jugadita” como presidente, pues se supone que el presidente debía quedarse para escuchar a la oposición.
Dos años después, la mesa directiva del Senado hizo lo mismo. Solo que en esta ocasión se habría dejado una constancia de que el presidente se retiraría y quedaría en su lugar el ministro Palacios para escuchar a la oposición. De inmediato, este sector respondió al nuevo desplante presidencial.
Los verdes de una criticaron al presidente, y lo señalaron de hacer “jugaditas”. “¡A través de un decreto sacado de la manga, Duque delega al Ministro de Interior para escuchar la réplica de la oposición! ¡Tramposos! ¡Respeten a la oposición!”, comentó la representante Katherine Miranda. A esto se sumó la senadora Angélica Lozano: “Lamentable que el presidente Iván Duque y parte de su gabinete se retiren del recinto y no escuchen la réplica que hará la oposición”.
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La intervención de la oposición tras el discurso presidencial del 20 de julio ha sido un dolor de cabeza en los tres años de la administración Duque. Hace dos años, fue la “jugadita” de Macías. En 2020, en plena pandemia, se presentó un nuevo incidente esta vez por un comentario del primer mandatario.
En esa ocasión, la intervención de Duque fue remota, mientras que la contestación la hizo Aída Avella de manera presencial en el capitolio. Debido a esto, la senadora de la UP cuestionó si el presidente estaba viendo o no su discurso. La respuesta del Ejecutivo fue simple: publicar un video que demostraba que el presidente y su gabinete estaba viendo la sesión desde la Casa de Nariño. Sin embargo, en este se coló una conversación en la que Duque se refería de forma despectiva contra Avella. “Qué tal la vieja esta, dijo que dónde estaba yo, que si estaba escuchando”, fueron las palabras del presidente que no cayeron bien en la oposición.