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Que la senadora Paloma Valencia sea considerada uno de los mayores alfiles del Centro Democrático y, hoy por hoy, una de las grandes escuderas del expresidente Álvaro Uribe no es motivo de sorpresas para nadie. Pero, ¿hasta dónde llega su admiración y devoción por el exmandatario?
Este domingo, durante un video que Valencia transmitió en Facebook para hacer ‘pedagogía por el No en el plebiscito’ del 2 de octubre –cuando se refrendará el acuerdo de paz alcanzado esta semana en Cuba por el Gobierno y las Farc– llamó la atención de sus seguidores un particular cuadro que se encontraba al fondo del recinto donde grababa: una imagen del Sagrado Corazón de Jesús cuyo rostro no era precisamente el del Mesías del cristianismo, sino del senador antioqueño al que algunos consideran hoy el redentor de la patria.
El hecho no pasó desapercibido para centenares de usuarios en las redes sociales, que rápidamente hicieron tendencia a la senadora en Twitter, solo superada por la noticia de la muerte del cantante mexicano Juan Gabriel.
Los internautas le cobraron a Valencia lo que calificaron como fanatismo, idolatría y hasta un exabrupto, por comparar al expresidente con Jesús de Nazaret, cuyo Sagrado Corazón es considerado para la religión católica un símbolo de amor divino.
Ante la controversia desatada en redes, la senadora emitió varios tuits en los que explicó que el cuadro se enmarca en la sátira y hace parte de una serie de obras de caricatura artística. “El cuadro es una crítica llena de humor a las relaciones de los colombianos con los políticos. Un regalo que valoro y quiero”, dijo Valencia.
— Paloma Valencia L (@PalomaValenciaL) 29 de agosto de 2016Las redes sociales fueron también el escenario para que los tuiteros le recordaran a la senadora otras de sus salidas en falso, como cuando en septiembre de 2014, durante un debate sobre paramilitarismo en el Congreso, se ‘salió de la ropa’ y en una airada declaración –que incluso fue motivo de parodias– defendió al expresidente Uribe. Sus gritos y gesticulaciones pusieron en evidencia que la defensa era más emotiva que argumentada y, a pesar de que es una mujer muy joven, muchos le cuestionaron que tiene el mismo estilo de los políticos tradicionales que toda la vida han controlado el Congreso.
Igualmente controversial fue su propuesta de impulsar un referendo para dividir el departamento del Cauca en dos: uno para los indígenas y otro para los mestizos. Por si la propuesta no fuera lo suficientemente insólita, remató con una sentencia que parece sacada del manual de estilo de la campaña de Donald Trump: si se crea un departamento del Cauca indígena y otro mestizo, las negritudes de la región deberían escoger a cuál de esos dos territorios quieren pertenecer.
Toda una polémica generó también en julio pasado, cuando a través de su cuenta en Twitter, exigió a la Unidad de Parques Nacionales que le pague a los finqueros por los supuestos ataque de un oso de anteojos contra el ganado en Totoró, Cauca.
"Oso de anteojos en Totoro Cauca @ParquesColombia debe pagar los daños a ganaderos y evitar q lo maten", escribió la senadora sobre los hechos que, según ella, ocurrieron en Totoró, Cauca. No se le ocurrió a la senadora que la dieta del oso es en esencia vegetariana, que su presencia en la zona cercana a las fincas obedece a la presión y deforestación causada por el hombre en sus territorios, que hubiese sido mejor invitar a cuidar y proteger esta especie en riesgo y exclusiva de los países andinos.
Ante el reclamo, Parques Nacionales Naturales de Colombia aclaró que, ocasionalmente el oso andino (llamado tambien osos de anteojos) puede atacar caprinos, ovinos, camélidos y vacunos.