“Para gobernar solo se necesitan ‘huevas’”: Rodolfo Hernández
En diálogo con El Espectador, el exalcalde de Bucaramanga, hoy aspirante a la Presidencia, se defiende de las críticas que le hacen por supuestos actos de corrupción y anuncia su interés en participar en una consulta entre todos los candidatos de las fuerzas independientes, hacia la elección de 2022.
Hay quienes creen que usted está haciendo aspavientos en busca de la Presidencia de la República, pero es para crecerse hacia un objetivo más al alcance de sus posibilidades: la Gobernación de Santander. ¿Qué hay de cierto en eso?
La gente tiene derecho a pensar lo que quiera. Es el pensamiento de los que creen que soy como ellos, que digo una cosa y hago otra. No soy así. Saqué 71 mil votos derrotando a Carlos Ibáñez Muñoz, fiel representante del Partido Liberal, con 10 concejales y todo. Lo derrotamos con unas herramientas diferentes a lo que hace la politiquería, que compra votos con la plata que se roban de los contratos de un único proponente, como lo hizo Lucho.
Pero usted ayudó a elegir a Lucho Bohórquez...
Ayudé a Lucho porque la propuesta de él era una alcaldía con corazón social. Le di plata sin estármela pidiendo. Pero él traicionó la promesa de campaña. Bajé el 16 de marzo de 2013 a la Alcaldía, cuando no llevaba sino 14 meses y medio de alcalde y le dije: “Lucho, usted se está robando todo. Le advierto, me voy a lanzar a la Alcaldía. Y devuélvame la plata que le di, con intereses”. Y me la devolvió.
Terminada su alcaldía, logró hacer elegir a Juan Carlos Cárdenas. ¿Cómo están en este momento las relaciones con él?
La gente fue quien lo eligió, Jorge.
Lo eligió su prestigio. Usted mismo dijo que sin su ayuda él no habría alcanzado ni 5 mil votos...
Bueno, eso es verdad. No es sino salir y preguntar.
Repito, ¿cómo están sus relaciones con Juan Carlos Cárdenas?
Él aquí vino a pedirme que lo apoyara. Le dije: vaya independiente y recoja firmas, y así lo hizo. Recogió 120 mil firmas. ¿Cuál era la propuesta? Lo que acordamos, continuar con lo que venía. Por eso fue que le votó la gente.
¿Y siente que no está continuando con lo que venía?
Siento que volvió más lenta la ejecución de lo que veníamos trabajando. Esta es la hora y no han terminado siquiera lo que dejamos andando. Dejamos $100.000 millones para pagar los contratos y tocó suspenderlos. ¿Por qué? Porque el Concejo no daba vigencias futuras. En los primeros 80 días de este gobierno no se hizo nada.
O sea, ¿está insatisfecho con el que usted hizo nombrar?
No hice nombrar a nadie, lo eligió la gente.
Usted dijo “voten por él”...
Pues sí, porque cuáles eran los otros candidatos…
Pero no me ha respondido, ¿está insatisfecho con él?
Sí.
Tengo la impresión de que los políticos de talante autoritario, bravos y mandones son los que más triunfan en la política. Le pongo tres ejemplos: Álvaro Uribe, Claudia López y usted...
Le respeto su pensamiento, pero no creo que sea bravo, lo que no soy es meloso. A la gente no le gusta que le digan falsedades, que le digan mentiras, que le disfracen todo.
Usted quiere ser presidente de Colombia, ¿insiste en ese propósito?
Estamos en eso.
Si no se dieran las cosas y de pronto le ofrecieran ser la fórmula “vice” de alguien, ¿de quién le gustaría ser?
Hay dos fuerzas: los partidos Cambio Radical, Centro Democrático, Liberal, Conservador y la U, que son los que sostienen el Gobierno y lo apoyan en todo. Y hay otras que son las independientes.
Hablando de independientes, supe de una charla virtual suya con Gustavo Petro y Gilberto Tobón, ¿están avanzando en alguna coalición, una alianza con Petro?
No. Es que me llaman que si quiero participar, como que usted me llame y yo digo que sí. Si hay dos bloques, esto se unifica. Si no hacemos una consulta en marzo de 2022 y resultan tres, cuatro, cinco candidatos, perdemos. Mi propuesta es hablar con todos para que hagamos una consulta y el que gane en la consulta lo apoyamos.
¿En esa búsqueda de la Presidencia está pensando en lanzar listas a Congreso?
Es una posibilidad que hay que analizar, departamento por departamento. Eso no es fácil, las equivocaciones pueden ser muchas, porque no conozco a la gente del Guainía, del Vaupés, de Nariño. Entonces, todo sería referenciado y eso hay que pensarlo.
¿Usted sigue admirando a Álvaro Uribe, sigue agradecido con él?
Es que no puedo ser desagradecido, a mí me parece que eso es una hipocresía. Le cuento la verdad: el 26 de marzo de 2015, faltando seis meses para las elecciones, recibí una llamada en mi casa, estaba con mi hermano Gabriel. Era del Centro Democrático, que el doctor Uribe quería hablar, que había escuchado el cuento mío de gobernar con lógica, ética y estética. Y me dijo venga pa acá y nos cuenta. Y les conté a él y a unas 300 personas en el hotel Chicamocha. Es que no puedo rechazar votos de nadie. ¿Usted cómo rechaza votos, ah? Puedo recibir votos de todo el mundo, pero lo que no puedo negociar es la filosofía.
¿O sea que usted les estaría coqueteando por un lado a los votos petristas y por otro a los votos uribistas para llegar a la Presidencia?
No le coqueteo a nadie, tengo una filosofía. Si usted, si el doctor Serpa, si el doctor Uribe, si el doctor Petro, si el doctor Fajardo quieren ayudar a esa filosofía, cómo les digo que no. Lo que no puedo decir es: hola doctor Uribe, apóyeme y le doy esto.
¿Hubo errores en su Alcaldía?
Si hubo errores fue culpa mía, decisión mía. Que me equivoqué como cualquier ser humano, pero siempre pensando en el mejoramiento de los que me eligieron.
Hablando de errores, ¿no cree que lo que ocurrió con Vitalogic (su hijo y su esposa acudiendo a una notaría para firmar un contrato de corretaje por US$2 millones) le hizo mucho daño a su credibilidad como luchador contra los corruptos?
Sí, pero no eran instrucciones mías. Le voy a decir la verdad: eso lo planeó la politiquería. Puras mentiras del bandido ese del Édgar Suárez Gutiérrez. Simplemente lo hacen para manipular, porque vieron que no me podían arrodillar ni se me podían encaramar. No le tengo miedo a la Procuraduría, no le tengo miedo a la Fiscalía, no le tengo miedo a la Contraloría Municipal, que me tiene 200 investigaciones, porque no me robé nada. Al contrario, Jorge, siendo alcalde me gané $1.162 millones por todos los conceptos, y los regalé todos.
Usted dijo “la corrupción tocó a mi puerta y no la dejé entrar”, pero en su casa tuvo viviendo a la persona que elaboró, que redactó el contrato de Vitalogic...
Eso es cierto. Dije: la única manera de poder acabar con El Carrasco es quemando la basura, porque soy ingeniero. Y les dije: busquen una persona que sepa de esto. Buscamos a este señor consultor, Jorge Hernán Alarcón, no lo conocía, hubo tres o cuatro propuestas, nunca las vi. Escogieron a Alarcón para que hiciera la consultoría por 300 y pico de millones y empezó a hacerlo y a él le agrandaron el alcance, entonces me llamó y me dijo: esa plata no alcanza. Entonces le dije: váyase para mi casa, ahórrese lo del hotel, le doy el desayuno de cortesía. ¿Por qué no se pudo adjudicar? Porque los pliegos de condiciones decían que entre las garantías de cumplimiento del contrato tenían que llevar una póliza de una compañía de seguros. Y ellos llevaron fue una fianza bancaria. Y contrataron un magistrado, no me acuerdo cómo se llama ni lo conocí, y nos cobró $30 millones por la consulta y les dije: páguenselos. Y él dijo que no se podía. Ante eso nos tocó abortar todo.
Usted a un periodista de “Vanguardia” le reconoció que lo de las 20 mil casas que prometió mediante una “carta de compromiso”, lo había hecho para conseguir votos...
Eso no es cierto. Soy ingeniero, sé de ese tema. El problema de la vivienda es la tierra. Lo que hace el Gobierno Nacional es que siempre la plata que ponen de subsidio es insuficiente para dar una vivienda buena. Entonces, equivocadamente achica la vivienda y los ponen más lejos, donde la tierra no vale nada. ¿El resultado cuál es? Los vuelve más pobres, porque los alejan de los circuitos económicos.
Usted está teorizando sobre el tema vivienda, y le pregunto sobre una promesa de 20 mil casas que le hizo a una gente pobre y que lo catapultó a la Alcaldía, y no les cumplió...
Lo hice de buena fe. Dije: voy a gobernar por lógica, ética y estética, y en eso les cumplí. Pero no sabía que se habían robado el municipio, porque en los informes de entrega decía que todo estaba perfecto. Se robaron todo. Si no se hubieran robado el municipio los políticos y los 10 concejales del Partido Liberal, habría sido capaz de hacer eso.
La Corte Suprema acaba de mandar a la cárcel al gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, porque firmó un documento donde le prometía a un barrio de invasión que si votaban por él no los sacaba. Y les cumplió, y por cumplir se ordenó su detención: constreñimiento al elector. Usted prometió vivienda a cambio de votos, pero no cumplió su promesa de campaña. Y a usted no le pasó nada...
Me basé en una información financiera que me dieron y que no era cierta. Los concejales se robaron todo, dejaron $285.000 millones debiendo en los bancos. $235.000 millones en cuentas por pagar, $15.000 millones en un sobregiro en el Banco de Bogotá que no se podía pasar porque era un crédito de Tesorería, y fuera de eso dejaron 3 mil contratos de prestación de servicios. Si me hubieran dicho la verdad, “hola Rodolfo, usted no puede prometer eso porque nosotros nos robamos todo” (…) pero ellos decían que todo era perfecto y se robaron todo.
¿Cómo se resolvió el reto que le planteó la excandidata a la Alcaldía de Bucaramanga, Claudia Lucero López, de que viajara a Estados Unidos para que demostrara que no le quitaron la visa? Al final usted ni viajó ni ha demostrado que no le quitaron la visa...
Sigo con la visa. A mí me tocó enviar el pasaporte a la embajada y ya me lo devolvieron. Cuando a uno le quitan el pasaporte, le ponen “cancelar la visa”, le ponen un sello al pasaporte. Yo no tengo ese sello. A mí me pidieron el pasaporte y una documentación, hicieron la investigación y me entregaron el pasaporte y no pasó nada. La visa está vigente. A los 15 días me llamaron a Bogotá a una cita con un cónsul americano. Yo fui.
Pero, ¿por qué le pidieron todo eso?
Porque los politiqueros hicieron que me pidieran eso, por toda esa mierda que hablaron, que era narcotraficante, que había lavado dinero, y no hago eso.
Pero Noticias Uno habló de una compra de US$170.000 en el mercado negro de Cúcuta, y que por eso a usted y a su esposa les habrían quitado la visa...
¿Entonces por qué no ha actuado la justicia, si es que he cometido alguna cosa?
¿Acaso la actuación de la justicia norteamericana no habría sido quitarle la visa?
Por eso, y mire la visa. (Muestra su pasaporte, donde el sello más reciente de visado corresponde al 14 de abril de 2019).
¿Usted se cree preparado para ser presidente de la República?
Sobrado. Es que el presidente no tiene que saber de todo, ¿quién dijo eso? El presidente lo que tiene que hacer es quitar la robadera. Mejor dicho, para gobernar solo se necesitan ‘huevas’. Para eso no se necesita ser Einstein. ¿Cómo le parece un gobierno que hace tratos con la mafia, por ejemplo Samper? ¿Le parece muy preparado, Jorge? Hacerse elegir con plata de la mafia, gobernar con todos los chanchullos que hicieron.
¿Y qué opina de Iván Duque?
Es un presidente notario.
¿Algo así como un subalterno de Uribe?
Lo que creo es que las ladroneras siguen gobernando. Se están robando al país, eso lo sabe usted, lo sabe toda Colombia. Y el despilfarro: ¿cómo le parece que la Presidencia de la República se gaste $4.300 millones al día? ¿Usted sabía eso, Jorge? Se gastan eso diariamente en seguridad, en camionetas, en aviones, en choferes.
Hablando usted sobre las Fuerzas Militares, dijo que hay que controlarles el gasto en cachuchas. ¿Y del control a las violaciones de derechos humanos, qué?
Eso también.
¿Qué piensa de la descentralización de los departamentos, de federalizar el país?
No estamos preparados para eso. Eso fue lo mismo que con la elección de alcaldes y gobernadores y mire en lo que terminó: 32 empresas politiqueras en los departamentos, donde el gobernador maneja la ordenación del gasto público.
¿Qué piensa de la reforma electoral, que supuestamente evitará la corrupción electoral?
No se necesitan nuevas leyes. ¿Cuáles leyes modifiqué yo aquí en Bucaramanga? Ninguna. ¿Usted para qué cambia las leyes? Lo que tiene que hacer es cumplir las que hay.
¿Y la reforma política que propone el Partido Liberal, lo de las listas cerradas?
Me gusta más las listas cerradas que las abiertas, porque las listas abiertas son microempresas electorales.
¿Y las listas cremallera?
No sé qué es eso.
Que haya paridad entre hombres y mujeres...
No tiene ninguna importancia, que metan mujeres o que metan hombres. Se necesita es que haya una representación femenina, pero con capacidad de análisis, de crítica, de debate.
En programas sociales se está hablando de la renta básica...
Es un proyecto mío, me lo están copiando. Lo que propongo es: hay 15 millones muriéndose de hambre, que son más o menos cuatro millones de familias. ¿Por qué no les damos un salario mínimo y quitamos los programas como Guardabosques, Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Adulto Mayor? Si usted le da plata a la gente, ¿qué hacen con la plata? Pues gastarla. Y cuando usted gasta en cuatro millones de personas, presiona la demanda de productos. Si hay presión hay producción, y si hay producción hay transformación y si hay transformación hay logística, hay distribución y empieza a moverse la economía.
Hay quienes creen que usted está haciendo aspavientos en busca de la Presidencia de la República, pero es para crecerse hacia un objetivo más al alcance de sus posibilidades: la Gobernación de Santander. ¿Qué hay de cierto en eso?
La gente tiene derecho a pensar lo que quiera. Es el pensamiento de los que creen que soy como ellos, que digo una cosa y hago otra. No soy así. Saqué 71 mil votos derrotando a Carlos Ibáñez Muñoz, fiel representante del Partido Liberal, con 10 concejales y todo. Lo derrotamos con unas herramientas diferentes a lo que hace la politiquería, que compra votos con la plata que se roban de los contratos de un único proponente, como lo hizo Lucho.
Pero usted ayudó a elegir a Lucho Bohórquez...
Ayudé a Lucho porque la propuesta de él era una alcaldía con corazón social. Le di plata sin estármela pidiendo. Pero él traicionó la promesa de campaña. Bajé el 16 de marzo de 2013 a la Alcaldía, cuando no llevaba sino 14 meses y medio de alcalde y le dije: “Lucho, usted se está robando todo. Le advierto, me voy a lanzar a la Alcaldía. Y devuélvame la plata que le di, con intereses”. Y me la devolvió.
Terminada su alcaldía, logró hacer elegir a Juan Carlos Cárdenas. ¿Cómo están en este momento las relaciones con él?
La gente fue quien lo eligió, Jorge.
Lo eligió su prestigio. Usted mismo dijo que sin su ayuda él no habría alcanzado ni 5 mil votos...
Bueno, eso es verdad. No es sino salir y preguntar.
Repito, ¿cómo están sus relaciones con Juan Carlos Cárdenas?
Él aquí vino a pedirme que lo apoyara. Le dije: vaya independiente y recoja firmas, y así lo hizo. Recogió 120 mil firmas. ¿Cuál era la propuesta? Lo que acordamos, continuar con lo que venía. Por eso fue que le votó la gente.
¿Y siente que no está continuando con lo que venía?
Siento que volvió más lenta la ejecución de lo que veníamos trabajando. Esta es la hora y no han terminado siquiera lo que dejamos andando. Dejamos $100.000 millones para pagar los contratos y tocó suspenderlos. ¿Por qué? Porque el Concejo no daba vigencias futuras. En los primeros 80 días de este gobierno no se hizo nada.
O sea, ¿está insatisfecho con el que usted hizo nombrar?
No hice nombrar a nadie, lo eligió la gente.
Usted dijo “voten por él”...
Pues sí, porque cuáles eran los otros candidatos…
Pero no me ha respondido, ¿está insatisfecho con él?
Sí.
Tengo la impresión de que los políticos de talante autoritario, bravos y mandones son los que más triunfan en la política. Le pongo tres ejemplos: Álvaro Uribe, Claudia López y usted...
Le respeto su pensamiento, pero no creo que sea bravo, lo que no soy es meloso. A la gente no le gusta que le digan falsedades, que le digan mentiras, que le disfracen todo.
Usted quiere ser presidente de Colombia, ¿insiste en ese propósito?
Estamos en eso.
Si no se dieran las cosas y de pronto le ofrecieran ser la fórmula “vice” de alguien, ¿de quién le gustaría ser?
Hay dos fuerzas: los partidos Cambio Radical, Centro Democrático, Liberal, Conservador y la U, que son los que sostienen el Gobierno y lo apoyan en todo. Y hay otras que son las independientes.
Hablando de independientes, supe de una charla virtual suya con Gustavo Petro y Gilberto Tobón, ¿están avanzando en alguna coalición, una alianza con Petro?
No. Es que me llaman que si quiero participar, como que usted me llame y yo digo que sí. Si hay dos bloques, esto se unifica. Si no hacemos una consulta en marzo de 2022 y resultan tres, cuatro, cinco candidatos, perdemos. Mi propuesta es hablar con todos para que hagamos una consulta y el que gane en la consulta lo apoyamos.
¿En esa búsqueda de la Presidencia está pensando en lanzar listas a Congreso?
Es una posibilidad que hay que analizar, departamento por departamento. Eso no es fácil, las equivocaciones pueden ser muchas, porque no conozco a la gente del Guainía, del Vaupés, de Nariño. Entonces, todo sería referenciado y eso hay que pensarlo.
¿Usted sigue admirando a Álvaro Uribe, sigue agradecido con él?
Es que no puedo ser desagradecido, a mí me parece que eso es una hipocresía. Le cuento la verdad: el 26 de marzo de 2015, faltando seis meses para las elecciones, recibí una llamada en mi casa, estaba con mi hermano Gabriel. Era del Centro Democrático, que el doctor Uribe quería hablar, que había escuchado el cuento mío de gobernar con lógica, ética y estética. Y me dijo venga pa acá y nos cuenta. Y les conté a él y a unas 300 personas en el hotel Chicamocha. Es que no puedo rechazar votos de nadie. ¿Usted cómo rechaza votos, ah? Puedo recibir votos de todo el mundo, pero lo que no puedo negociar es la filosofía.
¿O sea que usted les estaría coqueteando por un lado a los votos petristas y por otro a los votos uribistas para llegar a la Presidencia?
No le coqueteo a nadie, tengo una filosofía. Si usted, si el doctor Serpa, si el doctor Uribe, si el doctor Petro, si el doctor Fajardo quieren ayudar a esa filosofía, cómo les digo que no. Lo que no puedo decir es: hola doctor Uribe, apóyeme y le doy esto.
¿Hubo errores en su Alcaldía?
Si hubo errores fue culpa mía, decisión mía. Que me equivoqué como cualquier ser humano, pero siempre pensando en el mejoramiento de los que me eligieron.
Hablando de errores, ¿no cree que lo que ocurrió con Vitalogic (su hijo y su esposa acudiendo a una notaría para firmar un contrato de corretaje por US$2 millones) le hizo mucho daño a su credibilidad como luchador contra los corruptos?
Sí, pero no eran instrucciones mías. Le voy a decir la verdad: eso lo planeó la politiquería. Puras mentiras del bandido ese del Édgar Suárez Gutiérrez. Simplemente lo hacen para manipular, porque vieron que no me podían arrodillar ni se me podían encaramar. No le tengo miedo a la Procuraduría, no le tengo miedo a la Fiscalía, no le tengo miedo a la Contraloría Municipal, que me tiene 200 investigaciones, porque no me robé nada. Al contrario, Jorge, siendo alcalde me gané $1.162 millones por todos los conceptos, y los regalé todos.
Usted dijo “la corrupción tocó a mi puerta y no la dejé entrar”, pero en su casa tuvo viviendo a la persona que elaboró, que redactó el contrato de Vitalogic...
Eso es cierto. Dije: la única manera de poder acabar con El Carrasco es quemando la basura, porque soy ingeniero. Y les dije: busquen una persona que sepa de esto. Buscamos a este señor consultor, Jorge Hernán Alarcón, no lo conocía, hubo tres o cuatro propuestas, nunca las vi. Escogieron a Alarcón para que hiciera la consultoría por 300 y pico de millones y empezó a hacerlo y a él le agrandaron el alcance, entonces me llamó y me dijo: esa plata no alcanza. Entonces le dije: váyase para mi casa, ahórrese lo del hotel, le doy el desayuno de cortesía. ¿Por qué no se pudo adjudicar? Porque los pliegos de condiciones decían que entre las garantías de cumplimiento del contrato tenían que llevar una póliza de una compañía de seguros. Y ellos llevaron fue una fianza bancaria. Y contrataron un magistrado, no me acuerdo cómo se llama ni lo conocí, y nos cobró $30 millones por la consulta y les dije: páguenselos. Y él dijo que no se podía. Ante eso nos tocó abortar todo.
Usted a un periodista de “Vanguardia” le reconoció que lo de las 20 mil casas que prometió mediante una “carta de compromiso”, lo había hecho para conseguir votos...
Eso no es cierto. Soy ingeniero, sé de ese tema. El problema de la vivienda es la tierra. Lo que hace el Gobierno Nacional es que siempre la plata que ponen de subsidio es insuficiente para dar una vivienda buena. Entonces, equivocadamente achica la vivienda y los ponen más lejos, donde la tierra no vale nada. ¿El resultado cuál es? Los vuelve más pobres, porque los alejan de los circuitos económicos.
Usted está teorizando sobre el tema vivienda, y le pregunto sobre una promesa de 20 mil casas que le hizo a una gente pobre y que lo catapultó a la Alcaldía, y no les cumplió...
Lo hice de buena fe. Dije: voy a gobernar por lógica, ética y estética, y en eso les cumplí. Pero no sabía que se habían robado el municipio, porque en los informes de entrega decía que todo estaba perfecto. Se robaron todo. Si no se hubieran robado el municipio los políticos y los 10 concejales del Partido Liberal, habría sido capaz de hacer eso.
La Corte Suprema acaba de mandar a la cárcel al gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, porque firmó un documento donde le prometía a un barrio de invasión que si votaban por él no los sacaba. Y les cumplió, y por cumplir se ordenó su detención: constreñimiento al elector. Usted prometió vivienda a cambio de votos, pero no cumplió su promesa de campaña. Y a usted no le pasó nada...
Me basé en una información financiera que me dieron y que no era cierta. Los concejales se robaron todo, dejaron $285.000 millones debiendo en los bancos. $235.000 millones en cuentas por pagar, $15.000 millones en un sobregiro en el Banco de Bogotá que no se podía pasar porque era un crédito de Tesorería, y fuera de eso dejaron 3 mil contratos de prestación de servicios. Si me hubieran dicho la verdad, “hola Rodolfo, usted no puede prometer eso porque nosotros nos robamos todo” (…) pero ellos decían que todo era perfecto y se robaron todo.
¿Cómo se resolvió el reto que le planteó la excandidata a la Alcaldía de Bucaramanga, Claudia Lucero López, de que viajara a Estados Unidos para que demostrara que no le quitaron la visa? Al final usted ni viajó ni ha demostrado que no le quitaron la visa...
Sigo con la visa. A mí me tocó enviar el pasaporte a la embajada y ya me lo devolvieron. Cuando a uno le quitan el pasaporte, le ponen “cancelar la visa”, le ponen un sello al pasaporte. Yo no tengo ese sello. A mí me pidieron el pasaporte y una documentación, hicieron la investigación y me entregaron el pasaporte y no pasó nada. La visa está vigente. A los 15 días me llamaron a Bogotá a una cita con un cónsul americano. Yo fui.
Pero, ¿por qué le pidieron todo eso?
Porque los politiqueros hicieron que me pidieran eso, por toda esa mierda que hablaron, que era narcotraficante, que había lavado dinero, y no hago eso.
Pero Noticias Uno habló de una compra de US$170.000 en el mercado negro de Cúcuta, y que por eso a usted y a su esposa les habrían quitado la visa...
¿Entonces por qué no ha actuado la justicia, si es que he cometido alguna cosa?
¿Acaso la actuación de la justicia norteamericana no habría sido quitarle la visa?
Por eso, y mire la visa. (Muestra su pasaporte, donde el sello más reciente de visado corresponde al 14 de abril de 2019).
¿Usted se cree preparado para ser presidente de la República?
Sobrado. Es que el presidente no tiene que saber de todo, ¿quién dijo eso? El presidente lo que tiene que hacer es quitar la robadera. Mejor dicho, para gobernar solo se necesitan ‘huevas’. Para eso no se necesita ser Einstein. ¿Cómo le parece un gobierno que hace tratos con la mafia, por ejemplo Samper? ¿Le parece muy preparado, Jorge? Hacerse elegir con plata de la mafia, gobernar con todos los chanchullos que hicieron.
¿Y qué opina de Iván Duque?
Es un presidente notario.
¿Algo así como un subalterno de Uribe?
Lo que creo es que las ladroneras siguen gobernando. Se están robando al país, eso lo sabe usted, lo sabe toda Colombia. Y el despilfarro: ¿cómo le parece que la Presidencia de la República se gaste $4.300 millones al día? ¿Usted sabía eso, Jorge? Se gastan eso diariamente en seguridad, en camionetas, en aviones, en choferes.
Hablando usted sobre las Fuerzas Militares, dijo que hay que controlarles el gasto en cachuchas. ¿Y del control a las violaciones de derechos humanos, qué?
Eso también.
¿Qué piensa de la descentralización de los departamentos, de federalizar el país?
No estamos preparados para eso. Eso fue lo mismo que con la elección de alcaldes y gobernadores y mire en lo que terminó: 32 empresas politiqueras en los departamentos, donde el gobernador maneja la ordenación del gasto público.
¿Qué piensa de la reforma electoral, que supuestamente evitará la corrupción electoral?
No se necesitan nuevas leyes. ¿Cuáles leyes modifiqué yo aquí en Bucaramanga? Ninguna. ¿Usted para qué cambia las leyes? Lo que tiene que hacer es cumplir las que hay.
¿Y la reforma política que propone el Partido Liberal, lo de las listas cerradas?
Me gusta más las listas cerradas que las abiertas, porque las listas abiertas son microempresas electorales.
¿Y las listas cremallera?
No sé qué es eso.
Que haya paridad entre hombres y mujeres...
No tiene ninguna importancia, que metan mujeres o que metan hombres. Se necesita es que haya una representación femenina, pero con capacidad de análisis, de crítica, de debate.
En programas sociales se está hablando de la renta básica...
Es un proyecto mío, me lo están copiando. Lo que propongo es: hay 15 millones muriéndose de hambre, que son más o menos cuatro millones de familias. ¿Por qué no les damos un salario mínimo y quitamos los programas como Guardabosques, Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Adulto Mayor? Si usted le da plata a la gente, ¿qué hacen con la plata? Pues gastarla. Y cuando usted gasta en cuatro millones de personas, presiona la demanda de productos. Si hay presión hay producción, y si hay producción hay transformación y si hay transformación hay logística, hay distribución y empieza a moverse la economía.