Paridad y diversidad: ¿qué traen las nuevas adiciones a la mesa con el Eln?
La llegada de cuatro mujeres al equipo negociador tiene múltiples implicaciones. Por primera vez hay paridad en estos espacios. Además, son perfiles que pueden aportar en gran manera a unas negociaciones que se presumen difíciles.
En medio de la instalación de las mesas de negociación con el Eln en Caracas, se destacaba la presencia de María José Pizarro. No solo por ser la hija de Carlos Pizarro, exlíder del M-19 asesinado tras haber liderado un proceso de paz, sino que, por primera vez desde el comienzo, los diálogos tenían una mujer como parte principal del equipo negociador. Al hablar con El Espectador sobre su presencia, la hoy senadora lo reivindicó, pero al mismo tiempo llamó la atención en que aun así faltaba presencia de mujeres en dichas conversaciones, pues no era un equipo paritario. No es claro si el reclamo fue escuchado por el presidente Gustavo Petro, pero lo cierto es que desde el viernes pasado la delegación del Gobierno en Venezuela tiene la misma cantidad de mujeres que de hombres. Al menos, en el papel, hay paridad.
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En medio de la instalación de las mesas de negociación con el Eln en Caracas, se destacaba la presencia de María José Pizarro. No solo por ser la hija de Carlos Pizarro, exlíder del M-19 asesinado tras haber liderado un proceso de paz, sino que, por primera vez desde el comienzo, los diálogos tenían una mujer como parte principal del equipo negociador. Al hablar con El Espectador sobre su presencia, la hoy senadora lo reivindicó, pero al mismo tiempo llamó la atención en que aun así faltaba presencia de mujeres en dichas conversaciones, pues no era un equipo paritario. No es claro si el reclamo fue escuchado por el presidente Gustavo Petro, pero lo cierto es que desde el viernes pasado la delegación del Gobierno en Venezuela tiene la misma cantidad de mujeres que de hombres. Al menos, en el papel, hay paridad.
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, fue el encargado de dar a conocer las nuevas incorporaciones de ese equipo negociador: Nigeria Rentería, Mabel Lara, Adelaida Jiménez y María Jimena Duzán. Las cuatro mujeres provienen de sectores muy distintos. En el caso de Rentería, se trata de una lideresa del Chocó que ha trabajado por los derechos de las minorías étnicas y que participó del capítulo étnico en los diálogos con las Farc; Mabel Lara es politóloga y periodista, nacida en Puerto Tejada y desde 2022 hizo el salto a la política; María Jimena Duzán también viene del periodismo, siendo una de las plumas más reconocidas del país; y Adelaida Jiménez, es pastora presbiteriana, integrante del Consejo Mundial de Iglesias.
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Estos cuatro perfiles llegan a complementar el papel que estaba jugando Pizarro. Cinco mujeres en el equipo negociador principal ha sido un factor diferencial y muy celebrado, pues, como expresó la profesora María Lucía Zapata, directora del departamento de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, “es muy raro que haya mujeres en las mesas de diálogos de paz, casi siempre son miembros de los equipos de apoyo”. Frente a esta idea, la académica recordó que en el proceso con las Farc de La Habana, varias mujeres hicieron parte de equipos y estuvieron en la Comisión de Género, pero lo de ahora es sumamente importante, puesto que “en este caso son negociadoras”.
Algunas expertas también celebraron la alta presencia de mujeres en la mesa con el Eln y señalaron que es apenas natural, puesto que desde las negociaciones con las Farc y los diálogos con el mismo Eln del gobierno Santos han pasado muchas cosas en el ámbito político en cuanto a la participación femenina. “Se han fortalecido las agendas feministas. Hay una alta presión para que haya presencia de mujeres”, comentó Daniela Garzón, analista en temas de paz. En este sentido, la académica Cristina Echeverry apuntó a que “en el momento político que estamos en América Latina, ha tomado aún más importancia la participación de las mujeres en escenarios políticos. Ya no hablamos en cumplimiento de cuotas, en este escenario no tenía presentación que no hubiera participación de mujeres”.
Pizarro cree que sus solicitudes fueron escuchadas. “Pedimos mayor número de mujeres en las negociaciones porque siempre hemos sido garantes y constructoras de paz. Era determinante nuestra presencia”, manifestó, destacando que es un avance aún mayor a lo hecho en La Habana, cuando la comunidad mundial celebró que el Acuerdo Final tenía un enfoque género. “Estamos hablando de un número paritario de mujeres negociadoras”. En este punto, añadió que la importancia también reside en que se está entendiendo que la voz de las mujeres en estos espacios es sumamente importante, puesto que “en nuestros cuerpos hemos visto la guerra, las violencias se exacerbaron en nosotras”.
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Angelika Rettberg, investigadora de temas de paz, no le prestó tanta atención a que se tenga una participación paritaria, sino que destacó que el gobierno Petro “quiere tener mujeres como figuras de autoridad en distintos campos”. Y complementó su tesis diciendo que la inclusión de los distintos perfiles que llegaron a la mesa es un mensaje al Eln de que esta no es una negociación secundaria, sino que tiene toda la atención. “En cambio, en las negociaciones con esa guerrilla durante el gobierno Santos se dio el mensaje de que lo importante pasaba con las Farc y el Eln era un proceso secundario. Por lo que la inclusión de estas mujeres envía el mensaje de que son tomados en serio”. Además, recalcó, se apuntaría a decir que el éxito en la política viene de mujeres que no han empuñado un arma en su vida.
Sin embargo, aunque estas voces destacan el volumen de mujeres que negociarán en la mesa con el Eln, hay ciertas dudas en cuanto a si tiene todas las aptitudes. Rettberg cuestionó, por ejemplo, si las escogidas tienen las capacidades o no. Por un lado, está Rentería, que tiene la experiencia acumulada de las negociaciones de La Habana, pero para ella, lo de Duzán o Lara no está probado: “No sabemos si tienen estas habilidades”. También está Adelaida Jiménez, cuyo trabajo ha sido más en el sector eclesial. A su vez, para la experta en temas de paz Daniela Garzón, si bien “son personas con una trayectoria respetable, la duda es cuánto saben en temas de paz. Una cosa es ser periodista y una cosa es conocer los detalles jurídicos y técnicos”. De todas manera, indicó que la solución viene de que cuenten con un amplio equipo de asesores que pueda “construir la minucia”.
En este sentido, también expresaron que son perfiles llamativos, pero que pueden llegar a ser problemáticos debido a que aún hay aspectos básicos para el Eln que no son tratados por las recién llegadas y tampoco por los otros negociadores que ya estaban designados (Iván Cepeda, José Félix Lafaurie, María José Pizarro y Otty Patiño). “El tema del Eln es minero-energético, y uno no entiende incluso lo de Lafaurie y otros. No se sabe por qué están estos cuando el Eln tiene otras agendas”, expresó Garzón. Además de estos reparos, también hay temor sobre qué tanto poder van a tener las mujeres. “La duda es si están solo por fachada o si van a tener un papel importante. Probablemente no lo sabremos. De pronto se decida que todo se haga a través del alto comisionado”, agregó la profesora María Lucía Zapata.
Lo que aportan las negociadoras que llegaron
Más allá de todas las dudas, la decisión del Gobierno es vista con buenos ojos, al menos por el momento. La designación más celebrada por su trayectoria es la de Nigeria Rentería. Todas las que hablaron para este diario apuntaron a que viene a traer la voz del Chocó, una zona que ha sido azotada por el Eln. Además, señalaron que ha sido una reconocida lideresa en temas étnicos y ya ha tenido una experiencia previa en las mesas de negociación de La Habana. En cuanto a Mabel Lara y María Jimena Duzán, a ambas les destacan su trabajo periodístico, lo cual les ha permitido tener un conocimiento profundo sobre el conflicto y un enfoque distinto que puede llegar a ser crucial para una guerrilla como el Eln, fundamentada desde la resistencia y no en la intención de llegar al poder.
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“Esa guerrilla ha tenido una presencia regional muy importante. Incluir esas voces es clave, las negociaciones con el Eln siempre han sido muy difíciles por el tipo de grupo que es y su presencia tan diferente. No hay un mando tan jerárquico”, expresó Echeverry, para destacar que haya personas del mundo periodístico dentro del equipo. En este caso celebró un poco más a Lara, pues ya ha hecho la transición al mundo político, mientras que Duzán asume una tarea que puede interpretarse como de “afinidad” con el gobierno de Gustavo Petro y eso puede terminar afectando su imagen periodística. Por otro lado, más allá de estas cuestiones, el pedido en el que coinciden las expertas es que estas mujeres le impriman celeridad al diálogo, pues si llega a sobrepasar el gobierno Petro, se puede terminar en situaciones como las ocurridas tras el paso de la administración Santos a la de Iván Duque.