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El mundo político sigue reaccionando a uno de los giros más inesperados en torno a la búsqueda de paz con el Eln: la designación que el presidente Gustavo Petro le hizo a José Félix Lafaurie como negociador en la mesa que se instalará el lunes en Caracas, Venezuela.
Esta vez fue el expresidente Álvaro Uribe, casi que el mayor rival político de Petro, quien pronunció opiniones sobre el rol que aceptó y asumió Lafaurie, quien además de ser presidente de Fedegán es, también, miembro del grupo directivo del Centro Democrático.
La participación del dr Lafaurie en los diálogos con el ELN pic.twitter.com/lUyVW5lA90
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) November 19, 2022
En una carta, Uribe expresó que, en lo posible, los procesos de paz debe ser producto de acuerdos nacionales. Por ello, afirmó que la participación de Lafaurie “puede contribuir a a aproximar un aceptable nivel de acuerdo nacional” sobre la negociación con este grupo armado. En ese sentido, insistió que ello requiere hechos de paz de la guerrilla.
(Vea: ¿En qué va la mesa de negociación del Gobierno con el Eln?)
“Estoy seguro que el doctor Lafaurie, más que representar al Centro Democrático, llevará allí la opinión de muchos sectores que, por obvias razones, mantienen escepticismo sobre las posibilidades de un acuerdo de esta naturaleza”, señaló el exjefe de Estado.
Este último comentario nace de un argumento que hasta el día de hoy defiende Uribe: la anulación de su voz y voto en el Acuerdo de Paz firmado entre el Estado y la exguerrilla de las Farc. “En el caso de las Farc, [llegar] a un acuerdo nacional se nos negó cuando lo solicitamos, a raíz del triunfo del no en el plebiscito. No hubo paz, pero sí más narcotráfico, más violencia y más polarización política”, dijo en la carta.
La participación de José Félix Lafaurie, en la mesa de negociación se dio a conocer hace tan solo unos días. Durante el congreso ganadero número 39, el presidente Gustavo Petro invitó a Lafaurie a que hiciera parte del equipo negociador. El hecho causó asombro porque el presidente de Fedegán es una de las caras más visibles de la derecha extrema.
De hecho, su esposa, la senadora María Fernanda Cabal, enarbola iniciativas completamente contrarias a las de este gobierno y ha sido una de las detractoras del Acuerdo firmado en La Habana en 2016. “No me siento cómoda con eso, lo puedo asegurar. Creo firmemente que a la delincuencia se le debe someter.”, dijo.
“Esto me cae como un baldado de agua fría porque, aunque me parece que es una propuesta audaz del presidente Gustavo Petro, en este tipo de escenarios siempre se gana y se pierde. Petro arriesga porque el discurso de la izquierda ha satanizado a un gremio como el ganadero, que realmente ha sido víctima durante décadas”, sentenció Cabal.
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