Nadia Blel, presidenta del Partido Conservador, y Efraín Cepeda, presidente del Senado.
Foto: Partido Conservador
La noticia no tomó por sorpresa a los siete representantes conservadores que fueron sancionados a tres meses sin voz ni voto por respaldar la reforma pensional del Gobierno de Gustavo Petro. Sin embargo, sí dejó en evidencia que empieza a haber señales de ruptura en un partido que insiste en su vocación de poder en 2026 y que busca montarse en el bus de la coalición de centro derecha propuesta por varias fuerzas políticas.