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El exministro Horacio Serpa Uribe arremetió en contra del expresidente Andrés Pastrana Arango tras las nuevas críticas del exmandatario, quien dijo que el también expresidente César Gaviria ocultó la existencia y la veracidad de los casetes en los que los jefes del Cartel de las drogas de Cali aseguraban que financiaron la campaña presidencial de Ernesto Samper.
Serpa, quien hizo parte del gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), lanzó contundentes críticas a Pastrana al conocer los nuevos señalamientos contra ese mandato.
Serpa sostuvo que es claro que Pastrana ha sido el peor presidente de toda la historia del país.
"Todos en política quieren pasar a la historia y él quiere salirse de la política colombiana porque sabe que es el peor presidente de Colombia", manifestó.
A juicio de Serpa, Pastrana "quiere reivindicarse y llamar la atención, al pretender meter a los doctores César Gaviria y Rafael Pardo en este rollo cuando no tiene ninguna explicación".
Además, Serpa insistió en los cuestionamientos de César Gaviria quien dijo que los narcocasetes también relacionaban a la campaña de Pastrana.
"El expresidente más bien debe explicar lo de la financiación de su propia campaña por los dineros que le llegaron a su propia campaña", manifestó al iniciar la cumbre del Partido Liberal.
Los llamados "narcocasetes" salieron a la luz pública en 1994 y fueron la semilla para el inicio del llamado "Proceso 8.000", convertido en el mayor escándalo del Gobierno de Samper, por la entrada de más de 6 millones de dólares del Cartel de Cali para financiar su campaña presidencial en 1994.
El exministro consideró que las palabras del expresidente son "con mala intención porque sabe que de esa manera logra algún tipo de nombre en los medios de comunicación pero el país lo conoce toda vez que en su gobierno se protagonizó la caída más estruendosa de la economía en el año 99 y el fracaso del Cagüan".
Igualmente, Serpa recordó que del gobierno de Pastrana "hay sospechas sobre cómo se trató la demanda de Nicaragua...es muy probable que si se publican las actas de la comisión de Relaciones Exteriores los colombianos nos podamos dar cuenta que gracias a la mala actuación de Pastrana los colombianos terminamos perdiendo 75 mil kilómetros de mar territorial".
Pastrana, del Partido Conservador, presentó este jueves su libro "Memorias olvidadas", en el que revivió el escándalo de una causa judicial conocida en Colombia como el "Proceso 8.000", que afectó a Samper, del Partido Liberal, por la supuesta financiación de su campaña proselitista por el cartel de Cali, en esa época una de las bandas mafiosas más potentes del mundo.
El expresidente conservador acusó a Gaviria, también exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y quien era jefe de Estado en el momento del escándalo, de conocer sobre la supuesta financiación ilegal de la campaña de su correligionario Samper antes de que fuera revelada.
Pastrana, quien perdió las elecciones de 1994 ante Samper, dijo también que Gaviria era "el eslabón perdido del Proceso 8.000", afirmaciones que el expresidente liberal calificó de "mentirosas".
Gaviria recordó que esas grabaciones, conocidas en Colombia como "narcocasettes", involucraban también a la campaña presidencial de Pastrana en los comicios de 1994.
"El doctor Pastrana respira amargura y resentimiento, no aporta pruebas sino afirmaciones mentirosas, yo tengo mi conciencia tranquila sobre la rectitud de mi conducta y no estoy seguro de que algún día no aparezcan las pruebas que vinculen a la campaña de Andrés Pastrana con el cartel de Cali como lo mencionan las grabaciones", agregó Gaviria.
Samper, quien mantiene desde hace varios una rivalidad política con Pastrana, ha indicado en otras ocasiones que el ingreso de los fondos de los narcotraficantes en la campaña electoral de 1994 se pudo haber producido sin su consentimiento y "a sus espaldas", lo que sus adversarios refutan.
Una comisión del Congreso colombiano, el órgano que, según la Constitución, puede incriminar a los jefes de Estado y otros dignatarios, absolvió a Samper de las acusaciones de narcocorrupción.
Por su parte, Estados Unidos le anuló el visado a Samper, siendo presidente en ejercicio, en un hecho sin precedentes en ese momento en la diplomacia del hemisferio occidental.