Frustrado envío de Mendoza a Tailandia generó ruidos internos en el gobierno Petro

La frustrada llegada del polémico Daniel Mendoza a la embajada de Colombia en Tailandia tuvo varios coletazos en el interior mismo del progresismo del presidente Gustavo Petro y el gabinete ministerial. De hecho, de acuerdo con fuentes de alto nivel, se habla de fisuras que no serían tan sencillas de reparar.

En efecto, los comentarios de Mendoza con tintes misóginos, machistas y en algunos casos hasta pedófilos –tal cual se lo han recalcado diversas voces de la izquierda– llevaron al traste su posible ingreso a la diplomacia, pero la defensa pública y constante que en su favor hizo Petro dejó varias heridas abiertas.

Más información: Petro salió otra vez en defensa de Mendoza tras caída de designación en Tailandia

Una de ellas, tal vez la que se ha manejado con más sigilo, es la que quedó en la relación entre el jefe de Estado y el canciller Luis Gilberto Murillo, quien desde un principio se opuso a dar ese paso y –por lo mismo– emitió concepto negativo al eventual envío de Mendoza al país asiático; lo calificó de “inviable”. Incluso, de acuerdo con personas de su entorno, habló de anticipar su renuncia al Gobierno si ese paso se concretaba.

Murillo, quien estaba en un extenso recorrido por algunos países árabes, Estados Unidos y Chile, fue informado de la decisión adoptada por la Casa de Nariño de querer enviar a Tailandia al creador de la serie Matarife –la cual ha sido desvirtuada en parte por la Corte Constitucional por tener cierta base en desinformación–, por lo que envió mensajes directos para expresar su inconformismo y, por eso, el sábado se logró echar para atrás dicha designación.

Consulte aquí: Así reajusta Petro su estrategia de gobernabilidad para defender su proyecto

Aunque Mendoza publico un video diciendo ese 14 de diciembre que declinaba su ingreso a la diplomacia por una supuesta persecución en su contra, lo cierto es que el grueso de la izquierda y los sectores más moderados del Gobierno –en donde se ubica a Murillo– rechazaron su llegada por sus publicaciones ofensivas y la falta de experiencia en un sector clave para el Estado.

“El retrato deplorable de un autosabotaje”, se dijo en el editorial de El Espectador publicado precisamente el sábado en que Mendoza declinó. No obstante, y pese a las advertencias de Murillo y de otros petristas, como la senadora María José Pizarro, Petro mantuvo su defensa del polémico Mendoza.

Es de su interés: “Quizás yo sea eso todavía, una esperanza”: Petro en condecoración a exmagistrados

“Que los uribistas persigan a alguien porque los denunció es lógico; pero que en nombre del progresismo se discrimine a las personas por sus escritos, no es posible. Los tribunales de la santa inquisición no caben en una mente progresista”, dijo este domingo Petro manteniendo su línea de defensa. Pero hasta la defensora del Pueblo, Iris Marín, lanzó las advertencias de permitir la llegada de un personaje de esa naturaleza a la diplomacia colombiana.

Y aunque Murillo y otros ministros están en ciernes de salir del gabinete de Petro, ajustes que el propio presidente viene cocinando en los últimos días y que está pronto a anunciar, el canciller reconoce que el mandatario es el jefe del Estado y que sus directrices deben acatarse, lo cual no implica abrir los espacios para la discusión.

Este fin de semana, además, Petro y Murillo coincidieron en la bilateral que se dio con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y alistan otro viaje a México, por lo que se sabe que el tema entre los dos ya se habló. Lo que no es claro, al menos al cierre de esta nota, es la decisión final que se adoptó.

👁‍🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.

👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.

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La frustrada llegada del polémico Daniel Mendoza a la embajada de Colombia en Tailandia tuvo varios coletazos en el interior mismo del progresismo del presidente Gustavo Petro y el gabinete ministerial. De hecho, de acuerdo con fuentes de alto nivel, se habla de fisuras que no serían tan sencillas de reparar.

En efecto, los comentarios de Mendoza con tintes misóginos, machistas y en algunos casos hasta pedófilos –tal cual se lo han recalcado diversas voces de la izquierda– llevaron al traste su posible ingreso a la diplomacia, pero la defensa pública y constante que en su favor hizo Petro dejó varias heridas abiertas.

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Una de ellas, tal vez la que se ha manejado con más sigilo, es la que quedó en la relación entre el jefe de Estado y el canciller Luis Gilberto Murillo, quien desde un principio se opuso a dar ese paso y –por lo mismo– emitió concepto negativo al eventual envío de Mendoza al país asiático; lo calificó de “inviable”. Incluso, de acuerdo con personas de su entorno, habló de anticipar su renuncia al Gobierno si ese paso se concretaba.

Murillo, quien estaba en un extenso recorrido por algunos países árabes, Estados Unidos y Chile, fue informado de la decisión adoptada por la Casa de Nariño de querer enviar a Tailandia al creador de la serie Matarife –la cual ha sido desvirtuada en parte por la Corte Constitucional por tener cierta base en desinformación–, por lo que envió mensajes directos para expresar su inconformismo y, por eso, el sábado se logró echar para atrás dicha designación.

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Aunque Mendoza publico un video diciendo ese 14 de diciembre que declinaba su ingreso a la diplomacia por una supuesta persecución en su contra, lo cierto es que el grueso de la izquierda y los sectores más moderados del Gobierno –en donde se ubica a Murillo– rechazaron su llegada por sus publicaciones ofensivas y la falta de experiencia en un sector clave para el Estado.

“El retrato deplorable de un autosabotaje”, se dijo en el editorial de El Espectador publicado precisamente el sábado en que Mendoza declinó. No obstante, y pese a las advertencias de Murillo y de otros petristas, como la senadora María José Pizarro, Petro mantuvo su defensa del polémico Mendoza.

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“Que los uribistas persigan a alguien porque los denunció es lógico; pero que en nombre del progresismo se discrimine a las personas por sus escritos, no es posible. Los tribunales de la santa inquisición no caben en una mente progresista”, dijo este domingo Petro manteniendo su línea de defensa. Pero hasta la defensora del Pueblo, Iris Marín, lanzó las advertencias de permitir la llegada de un personaje de esa naturaleza a la diplomacia colombiana.

Y aunque Murillo y otros ministros están en ciernes de salir del gabinete de Petro, ajustes que el propio presidente viene cocinando en los últimos días y que está pronto a anunciar, el canciller reconoce que el mandatario es el jefe del Estado y que sus directrices deben acatarse, lo cual no implica abrir los espacios para la discusión.

Este fin de semana, además, Petro y Murillo coincidieron en la bilateral que se dio con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y alistan otro viaje a México, por lo que se sabe que el tema entre los dos ya se habló. Lo que no es claro, al menos al cierre de esta nota, es la decisión final que se adoptó.

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