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El presidente Gustavo Petro asistió al cierre del espacio de diálogos de la mesa regional de concertación de Los Pastos y Quillasingas, en donde también estuvieron presentes el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López, y el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar. En su intervención, el mandatario afirmó que están “acorralando” a su gobierno, por lo que “el poder constituyente” del pueblo es necesario.
El jefe de Estado aseguró que con las comunidades en esa región “se ha logrado una mayor ejecución que con el resto del país, pero falta”. Estas fallas requerirían de un análisis que “es importante para determinar los pasos a seguir en estos 26 meses que quedan, que son fundamentales”, refiriéndose al tiempo que le resta en la Presidencia. Petro ha hablado antes sobre las aspiraciones que tiene para su proyecto político, que espera que se mantenga en el poder con un resultado favorable en las elecciones de 2026. Aun así, ha reiterado que no está interesado en buscar una reelección.
“Cuando un pueblo se coloca en el talante de decidir sobre un gobierno o sobre las instituciones del Estado, se coloca en algo que se llama ‘poder constituyente’. Ha comenzado el poder constituyente en Colombia. No es, como dicen los periodistas, la Asamblea [Constituyente]. Eso es otra cosa, lo han confundido”, declaró. “Ahora se trata de que esa promesa se vuelva realidades, es decir, que el cambio no sea solo una palabra más, sino que sea una realidad. En eso es que estamos ahora. Por eso es que se necesita más el poder constituyente del pueblo, porque nos están acorralando”, expresó.
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Mencionó también el acuerdo de paz de 2016, que señaló que no fue “con el pueblo”, sino entre “dos cuerpos, ambos bastante distantes del pueblo: el Estado, a nombre del presidente [Juan Manuel] Santos y las Farc”. Según Petro, esta habría sido la causa por la cual ganó el ‘No’ en el plebiscito: “ellos sí pueden citar el poder constituyente. Nosotros no, al parecer”.
Aun así, resaltó que el texto tuvo “tres ejes muy inteligentes derivados de la experiencia de estar enfrentándonos entre nosotros”. El primero sería la reforma agraria, sobre la cual afirmó que “no se ha cumplido porque no se puede obtener la tierra sino de manera voluntaria de sus poseedores”.
“Se está incumpliendo el Acuerdo de Paz, es decir, el compromiso de Colombia ante la humanidad”, indicó.
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El segundo eje sería la transformación del territorio, en el que cuestionó que el dinero que se giró al OCAD Paz— el órgano del Sistema General de Regalías encargado de gestionar proyectos de inversión que contribuyan a la implementación del Acuerdo— no se hubiera ejecutado. En ese punto, anunció la creación de una mesa de acuerdo regional de Nariño para que la Gobernación y organizaciones sociales puedan hacer veeduría a esos recursos.
“Iniciemos, y eso se llama poder constituyente, sin miedo, en el sur de Colombia, para que se expanda por toda Colombia, iniciemos la mesa de acuerdo regional de Nariño con las organizaciones sociales de tal manera que ustedes, con los presupuestos nacionales que nosotros les vamos a entregar, con los datos del presupuesto nacional que ustedes ya conocen del departamental y de los municipales que tengan que ver con la inversión, esos recursos se pongan a disposición de la mesa de organizaciones sociales del departamento de Nariño y sea esa mesa representantiva de las organizaciones populares, las que determinen las prioridades en qué se gasta este recurso. No el Gobierno, sino el pueblo”
Finalmente, habló sobre la “verdad judicial” y cuestionó que la justicia en Colombia no sea tan ágil como lo fue la estadounidense para dictar un veredicto sobre Chiquita Brands.
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“¿Por qué es la justicia de Estados Unidos la que llega a la verdad y no la justicia colombiana? ¿Por qué no fue la Fiscalía, que tenía la obligación de llevar al fondo de la verdad judicial el proceso del paramilitarismo en Urabá, y, por tanto, las acusaciones y confesiones que los mismos paramilitares hicieron alrededor del papel de esta empresa norteamericana que hoy la justicia de los Estados Unidos acusa y condena? Porque el fiscal era Néstor Humberto Martínez, porque quien gobernaba la justicia era el ‘cartel de la toga’, porque después de la excelsa Corte Suprema de Justicia, que originó el proceso de la parapolítica, y llevó el 35 % del Senado a la cárcel, lo que siguió fue una retoma corrupta y paramilitar de la justicia en Colombia y estos personajes entonces encubrieron la verdad”, aseveró.
El presidente finalizó su intervención señalando que esos tres ejes se han incumplido porque “la oligarquía en Colombia no es capaz de llegar a un acuerdo nacional para cambiar las normas” que permitan la implementación del Acuerdo de Paz.
“Por eso quieren tumbar el gobierno del cambio, se asustaron con el pueblo. Pues el pueblo tiene que expresarse, porque ellos van a intentar acorralar el Gobierno y el pueblo colombiano tiene no solo que detenerlos, sino decidir sobre estos ejes que benefician a la mayoría de la población colombiana”, concluyó.
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