El presidente Gustavo Petro y los partidos políticos mueven sus fichas en el Congreso.
Foto: El Espectador
Los acuerdos son para cumplirlos. O al menos eso dicen los sectores políticos que desde este 20 de julio protagonizan la segunda legislatura durante la administración de Gustavo Petro y que quieren que los pactos hechos hace un año se mantengan con dos objetivos: que ni la agenda legislativa de la Casa de Nariño fracase rotundamente, ni que los partidos a los que les corresponde presidir la Cámara y el Senado pierdan esas dignidades.