Petro dejó la incógnita del atrincheramiento o la búsqueda de acuerdos para el 2024
El mandatario le viene subiendo el tono a sus referencias a contradictores de su administración. En la Casa de Nariño se habló de volver a agitar las calles.
Daniel Valero
Los últimos 16 días –completos– han sido de los más controversiales que ha tenido que enfrentar el presidente Gustavo Petro en los 15 meses que lleva comandando la Casa de Nariño. No solo vio cómo un arrogante ELN violentó nuevamente el cese del fuego pactado con su administración, sino también la forma en que justificó el secuestro de Luis Manuel Díaz, padre de Lucho Díaz; además, el grueso de los 23 millones de votantes en las elecciones del pasado 29 de octubre demostró que su proyecto progresista no caló con fuerza en las regiones, los gobernadores electos esquivaron un intento por dividirlos y, para completar, el Congreso le volvió a mostrar los dientes frenando la polémica reforma a la salud.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Los últimos 16 días –completos– han sido de los más controversiales que ha tenido que enfrentar el presidente Gustavo Petro en los 15 meses que lleva comandando la Casa de Nariño. No solo vio cómo un arrogante ELN violentó nuevamente el cese del fuego pactado con su administración, sino también la forma en que justificó el secuestro de Luis Manuel Díaz, padre de Lucho Díaz; además, el grueso de los 23 millones de votantes en las elecciones del pasado 29 de octubre demostró que su proyecto progresista no caló con fuerza en las regiones, los gobernadores electos esquivaron un intento por dividirlos y, para completar, el Congreso le volvió a mostrar los dientes frenando la polémica reforma a la salud.
En contraste, también en este último medio mes, el Jefe de Estado se dedicó a potenciar su relato en contra de Israel por lo que calificó como “genocidio” en la Franja de Gaza, duramente atacada para contrarrestar los atentados de Hamás en suelo judío. La comunidad internacional cada vez está más unida en su rechazo a la respuesta de Benjamín Netanyahu, y Petro ha querido subirse en ese bus, pero –a diferencia de otros mandatarios de izquierda como él– no ha rechazado el terrorismo del grupo fundamentalista que, incluso, en esa incursión de hace 36 días mató a los colombianos Ivonne Rubio y Antonio Macías; ni una sola mención de ellos ha salido desde la Casa de Nariño.
Le puede interesar: Así se enfrenta Petro al nuevo mapa de poder regional que surgió de las urnas
En medio de esos escenarios de controversia y reveses, en los que la economía –la inflación y el desempleo se mantienen a la baja durante su mandato– le dan respiro a su gestión, el propio presidente ha subido su tono en varios frentes, lo que desató alertas sobre cómo será el 2024 para un mandatario que tiende a atrincherarse en su ideología y se ve poco dispuesto a tender puentes con quienes se enarbolan como sus contradictores o no le caminan a sus planteamientos.
Tal vez el ejemplo más claro lo consignó el pasado 8 de noviembre en su cuenta de X. Allí, a las 9:19 p.m., le reiteró su solicitud al Banco de la República de bajar las tasas de interés, porque, según él, no dar ese paso “no tiene ningún sentido que no sea la destrucción de la economía”. Constitucionalmente, esa entidad tiene independencia y un escenario de presión tan fuerte desde el Ejecutivo no se había visto en los últimos lustros.
Si bien Petro es un hombre de simbolismos, lo cual ratificó rompiendo los tradicionalismos desde el 7 de agosto de 2022 cuando se posesionó, e impulsó en cada una de las manifestaciones callejeras y balconazos en los que se han invertido más de 500 millones de pesos, desde el Congreso le recordaron con extrañeza que el alcalde de Bogotá –sea quien sea– es un aliado del Jefe de Estado de turno y suele ser a quien primero llama tras su elección. Pero con Carlos Fernando Galán, quien le sacó cerca de un millón de votos a Gustavo Bolívar, el ungido del petrismo, para quedarse con el Palacio de Liévano, eso no se ha dado; no existe, al menos hasta el cierre de esta edición, un mensaje directo.
Esto contrasta con sus duros ataques a la continuidad de las obras del metro de Bogotá tal cual se han contratado, y que Petro preferiría modificar para que tuvieran al menos una franja subterránea. Mientras Galán le pidió “pasar la página de las elecciones”, el mandatario respondió que “parece que para ciertas personas eso es una tontería (un primera línea mixta) con tal que los empresarios privados del Transmilenio se ganen otro medio billón de pesos”.
“Gustavo Petro debe entender que es el presidente de todos los colombianos y que, en este momento, el Estado no está defendiendo a las personas que están atravesando por momentos de absoluto nerviosismo, pues no hay quien los proteja”, enfatizó David Luna, senador del opositor Cambio Radical.
Más información: Uribismo y Cambio Radical despliegan estrategia para frenar reformas del Gobierno
El Espectador estableció que así como en un reciente consejo de ministros les reclamó a sus funcionarios por los resultados no tan favorables en las regionales, y pidió no asistir a la cumbre de gobernadores electos y salientes que se realizó esta semana en Santa Marta para él mismo encargarse de un diálogo directo con los que considera son más afines, también dejó en claro que la calle es un terreno que no se puede perder y que el otro año hay que volver a agitar.
A lo que se refirieron fuentes extraoficiales fue a que las manifestaciones y eventos de plaza pública volverán con fuerza y se usarán como medio de presión al Congreso y otras instituciones que no le son tan favorables. Eso sería una forma de intentar buscar apoyo popular, ya que no se ha podido consolidar ese respaldo desde otros actores políticos, económicos y sociales.
“Lo que parecía ser en un primer momento un esfuerzo de acercamiento de Petro el domingo de las elecciones en la noche, y el de reiterar el acuerdo nacional, cambió por un discurso de confrontación y generador de divisiones”, advirtió Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados de Ciencia Política de la Javeriana. Y agregó: “Las condiciones para que se endurezcan las relaciones entre el presidente y los demás sectores, desde empresariales hasta de oposición, parecería que se vienen ya que su tiempo será más escaso desde el 2024; la falta de resultados y la debilidad de apoyos lo pueden llevar a endurecer aún más las posiciones”.
Incluso, desde un sector de aliados suyos, le plantearon al presidente la necesidad de reflexionar sobre cómo enfrentar lo que viene, pues desde el 1° de enero próximo habrá un nuevo mapa de poder regional que tiene en sus manos la aplicación de varias de sus políticas, como la maltrecha paz total que terminó esta semana golpeada por el secuestro de 312 horas que ejecutó el ELN contra Luis Manuel Díaz, papá del futbolista Lucho Díaz, y de la capacidad de relacionamiento depende el avance o fracaso de esta y otras iniciativas. “Los procesos están en una crisis profunda, ya que no hay un método claro”, precisó el senador Ariel Ávila, del ala petrista de Alianza Verde.
Lo cierto es que actores como el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, el director del Departamento Administrativo de Presidencia, Carlos Ramón González, y la directora de Prosperidad Social, Laura Sarabia, tienen un papel clave en ese relacionamiento, pues no solo hacen los puentes, sino que manejan chequeras y burocracia que pueden voltear a favor de la Casa de Nariño los respaldos que se están buscando.
Consulte aquí: Pacto Histórico busca caminos para unir a los 13 movimientos petristas en un solo partido
Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, advirtió que “el presidente pareciera que quiere favorecer a sus cercanos y desfavorecer a sus contrarios, lo cual se verá mejor en cómo se apliquen las transferencias del Gobierno Nacional a los gobiernos locales, porque entre el 30 y el 70 por ciento de los presupuestos de todos los departamentos, y de todos los proyectos de esas regiones, dependerán directamente de esas transferencias”. Y agregó que eso muestra que “gobernar para una tribuna hace daño”, por lo que se verá una “gobernanza más erosionada”; y añadió que los mercados internacionales estarán atentos a todo esto.
La duda que queda es qué tanto quiere avanzar Petro en acuerdos con sectores diferentes a los suyos, entre los que se cuenta un Pacto Histórico que comenzó a trabajar en unir a los 13 movimientos petristas que hay en el Congreso, y –como lo advirtió la académica Muñoz Yi– en el peso que le dará a la campaña presidencial que comenzará a calentarse desde el segundo semestre del 2024.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.