Presidente Gustavo Petro y presidente del Congreso, Iván Name.
Foto: Archivo
El escalamiento del conflicto político entre la Casa de Nariño y el Congreso de la República, dos ramas del poder público que en la teoría deben guardar independencia la una de la otra, comenzó a dejar heridas en el seno del Capitolio, que poco a poco se están acrecentando. Y aunque el Gobierno ya no tiene mayorías en el Legislativo y cada vez su fuerza se proyecta más reducida, hay un sector que sí lo respalda y que se pone de su lado en la confrontación que desde hace al menos cuatro meses se viene gestando.