Se abrió una herida interna en el Congreso por los choques con el presidente Petro
Los jefes de Cámara y Senado se enfrentaron por las polémicas desatadas con las reformas de la Casa de Nariño. Los partidos buscan salidas y el Ejecutivo le sube al tono.
El escalamiento del conflicto político entre la Casa de Nariño y el Congreso de la República, dos ramas del poder público que en la teoría deben guardar independencia la una de la otra, comenzó a dejar heridas en el seno del Capitolio, que poco a poco se están acrecentando. Y aunque el Gobierno ya no tiene mayorías en el Legislativo y cada vez su fuerza se proyecta más reducida, hay un sector que sí lo respalda y que se pone de su lado en la confrontación que desde hace al menos cuatro meses se viene gestando.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
El escalamiento del conflicto político entre la Casa de Nariño y el Congreso de la República, dos ramas del poder público que en la teoría deben guardar independencia la una de la otra, comenzó a dejar heridas en el seno del Capitolio, que poco a poco se están acrecentando. Y aunque el Gobierno ya no tiene mayorías en el Legislativo y cada vez su fuerza se proyecta más reducida, hay un sector que sí lo respalda y que se pone de su lado en la confrontación que desde hace al menos cuatro meses se viene gestando.
El más reciente capítulo de los desacuerdos entre el presidente Gustavo Petro y el líder del Senado, Iván Name (Alianza Verde), se registró en la noche del miércoles 10 de abril, cuando se dio la orden de levantar la plenaria del Senado como forma de protestar por lo que Name consideró son ataques desmesurados y calumniosos del actual inquilino de la Casa de Nariño. Esa jugada, de paso, frenó otra vez el segundo debate de la reforma pensional.
¿El comentario de Petro? Haber dicho que los senadores de la Comisión Séptima que archivaron la reforma a la salud le habían hecho juego a Keralty, una multinacional española accionista de la EPS Sanitas, la primera de tres entidades en ser intervenida por el actual Gobierno. Los mismos legisladores buscan radicar un nuevo texto el próximo 20 de julio y ya se encuentran realizando mesas de trabajo con voceros de la salud y partidos.
En contexto: Petro, Name y los frentes de pelea que aún tiene la reforma a la salud.
“Es un acto de protesta contra la leve y permanente acusación contra el parlamento de parte del Presidente. No estoy dispuesto a aceptar que siga siendo su método de estar de acuerdo y ser coincidente cuando votamos lo que él quiere, y salir a despreciar institucionalmente al parlamento cuando nos pronunciamos de manera diferente”, precisó Name 24 horas después de haber ejecutado ese movimiento.
Y advirtió que “es una señal de protesta y de advertencia de que el Congreso no se deja irrespetar y que la institucionalidad es la que tiene que pronunciarse, más que la pasión y la circunstancia. (…) El insulto presidencial es un ataque a la institucionalidad y a la democracia inaceptable”.
Petro, quien lleva varias semanas cuestionando el actuar del Congreso por cuenta de la falta de respaldo que han tenido reformas claves como la de la salud –la cual hace una semana se hundió en la Comisión Séptima del Senado con nueve de los 14 votos posibles en contra–, calificó como “sabotaje” la actitud de Name y le lanzó un duro dardo.
“Aquí no soy yo el que pierde. Aquí pierden son tres millones de anciano(a)s que hoy no tienen un plato de sopa, porque no podrán acceder a un bono pensional digno, porque un señor a punto de pensionarse muy bien quiere que los dos banqueros que administran fondos privados de pensiones se enriquezcan un poco más”, precisó Petro, quien no ahorró en la carga de sus palabras y advirtió que “el sabotaje ocurre porque la mayoría del Senado quiere hundir la reforma pensional”.
Es ahí, en ese punto, en el que el Ejecutivo encontró respaldo en un sector del Capitolio que no necesariamente hace parte de las toldas que se eligieron con el logo del Pacto Histórico y que, a diferencia del Senado, sí han ayudado a formar mayorías en la Cámara.
En efecto, el presidente de esa corporación, el liberal Andrés Calle, salió lanza en ristre contra Name y lo acusó de estar haciendo un “berrinche” para justificar lo que llamó la animadversión personal que supuestamente tiene con el jefe de Estado.
En el período pasado del Legislativo, fue Calle quien ayudó a que la ahora hundida reforma a la salud pasara holgadamente por su corporación y se declaró listo a recibir el debate de la pensional. Además, se ha distanciado de las posturas del expresidente César Gaviria, jefe único del Partido Liberal, quien no solo ha criticado las reformas de Petro, sino que lo ha acusado con fuerza de atentar contra la democracia.
Lea también: Estos son los casos con los que el debate legislativo saltó del Congreso a los tribunales.
“El Presidente del Senado no entiende que su arrebato de ira no es contra el gobierno de Gustavo Petro; de su berrinche los únicos afectados son los viejos que viven en miseria e incertidumbre. Hay que ser muy mezquino para actuar de esa manera; suspendió la sesión y la democracia”, fue el primer lance de Calle contra Name.
Y en otra andanada del liberal contra el verde lo acusó de extremismo y de supuestamente afectar el debate parlamentario. “La radicalización y la rabia no tienen cabida en esta institución. No podemos permitir que la intolerancia y la falta de diálogo prevalezcan sobre el bien común. ¿Acaso hemos olvidado que estamos aquí para representar a nuestros ciudadanos, servirles y proteger sus intereses?”, enfatizó.
Esta herida entre las cabezas del Congreso a instancias del proyecto político de Petro y de sus iniciativas viene abriéndose desde hace unos meses. Por ejemplo, Calle le dijo a este diario que Name solo estaba pensando en cómo potenciar su proyecto y que, en ese momento, no tenía un interés distinto a hacerse notar.
Name, también a instancias de este diario, respondió en ese entonces que Calle solo estaba engrosando su bolsillo burocrático y hasta dio a entender que eso se reflejaba en que tenía mejores blindados que otros legisladores.
Esta ruptura entre Name y Calle tendrá un efecto adicional. La razón es que el próximo 20 de julio se deben definir a los sucesores que ocuparán estas dos dignidades, cuando se instale la nueva legislatura, lo cual también termina siendo un pulso en el que la Casa de Nariño quiere influir. Los electos tienen la facultad de agendar el orden del día, levantar sesión y de alguna manera, influir en la fuerza de las iniciativas.
En el Senado se proyectó como reemplazo de Name el senador Efraín Cepeda, del Partido Conservador, otro duro crítico del Ejecutivo que –además– viene advirtiendo la baja ejecución presupuestal que afecta a varias carteras ministeriales. Incluso, esquivó un intento que, dijo, fue del Gobierno por desbancarlo de su actual cargo como jefe de la colectividad.
Aunque terminó por ser respaldado por las directivas de la fuerza política que le encomendaron mantenerse en la dirección, un sector de la Cámara no estaría tan contento, al punto de mirar cómo apoyar ciertos proyectos, así sea manteniendo el quórum a la hora de ser discutidos.
Ahora, en la Cámara se proyectaba Katherine Miranda, ya que es a la Alianza Verde a la que le corresponde la presidencia de esa corporación. Sin embargo, sus críticas a Petro y varias de sus iniciativas tienen su aspiración en vilo, lo que ha sido aprovechado por otros miembros de esa colectividad, como Duvalier Sánchez y Santiago Osorio –más de los afectos del progresismo– para proyectarse.
Pero mientras todas estas movidas agitan el tablero político, desde el Gobierno –con anuencia de Petro– se encargan de fraccionar aún más la relación entre las presidencias de Cámara y Senado.
Eso explica por qué el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, rechazó la movida de Name y lo acusó de entrar a desbaratar la institucionalidad y –de paso– aprovechó para agitar de nuevo el relato de la realización de una Asamblea Nacional Constituyente.
“Name sigue saboteando las reformas que necesita el pueblo con la complicidad de las mayorías legislativas. Se ha roto la democracia representativa. Los congresistas ya no representan al pueblo, sino a las élites y sus intereses. El pueblo tiene que hacerse sentir. Debería autoconvocarse en cada rincón del país y ejercer su soberanía. Constituir asambleas populares y declararse en poder constituyente. Los tres poderes del poder público y los partidos deben acordar las salidas a esa crisis de legitimidad y representatividad”, fueron las palabras que usó Bolívar en X.
Esto, por supuesto, no pasó desapercibido para Name, quien le respondió que lo denunciará por supuesta participación indebida en política:“Esos son los incendiarios del país y los que depredan al Gobierno; no voy a aceptar que la voz del cínico sea la que esté categorizando nuestra actividad”.
En medio de esta pugna institucional, que día a día sube sus decibeles, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, intentó bajar los ánimos, aunque rechazó la jugada de Name. En efecto, aseguró que no comparte la decisión del congresista, evitó hablar de lo dicho por Bolívar y aseguró que confía que “desde el próximo lunes las mayorías del Senado sacarán adelante esa iniciativa que esperan millones de colombianos que buscan una vejez más digna”.
En todo caso, la pelea institucional interna del Congreso, y la directa con la Casa de Nariño, fomenta la polarización política que se está acrecentando en momentos en que el presidente Petro pierde gobernabilidad y el país, por cuenta del oficialismo y de la oposición, entró en un debate electoral anticipado por saber quién tendrá el poder en el 2026.
Algunos movimientos ya empezaron a verse, e incluso a organizarse con aspiraciones electorales: exgobernadores del período 2020-2023 que se encuentran cada tanto para examinar las políticas del Gobierno y hablar de autonomía fiscal en las regiones; el comité que acaba de conformarse para impulsar un referendo (también para la autonomía regional) y que reúnen figuras como el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, el exgobernador del Meta, Juan Guillemro Zuluaga, y el concejal de Bogotá, Juan Daniel Oviedo; y el presidente Name que ha sabido aprovechar su cargo para ir a las regiones a impulsar su proyecto de regiones autonómicas.
Todo parece indicar que los discursos de todos estos frentes y del mismo Gobierno seguirán incrementándose y radicalizándose, al punto, quizá, de convertirse en propuestas de campaña con miras al Congreso y a la Presidencia.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.
✉️ Si tiene interés en los temas políticos o información que considere oportuno compartirnos, por favor, escríbanos a cualquiera de estos correos: hvalero@elespectador.com; aosorio@elespectador.com; dortega@elespectador.com; dcristancho@elespectador.com; lduarte@elespectador.com; o lperalta@elespectador.com.