Por primera vez, la exsenadora Piedad Córdoba, abanderada en temas de paz desde que estaba en el Congreso y liberación de secuestrados de las Farc, se sentó con el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, a quien le había solicitado, más de una vez, un encuentro para que le escuchara su testimonio sobre lo que ha padecido por hacer oposición, en el marco del conflicto armado.
Aunque la Comisión no está transmitiendo su comparecencia, desde las redes de la exsenadora sí se puede seguir su intervención, pues quería que la ciudadanía escuchara de primera mano lo que tenía que decir ante la entidad nacida gracias al Acuerdo de Paz.
Su intervención, dijo al principio, la enfoca sobre cómo el conflicto armado ha limitado el ejercicio democrático y político en el país, y, por ende, por las competencias de la Comisión de buscar la no repetición le pidió a estar ser vigilante del proceso electoral de 2022, debido a que hay riesgos de fraude y limitaciones al papel de la oposición y movimientos alternativos, según dijo.
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“Le pedimos a la Comisión que haga seguimiento a las elecciones, no simplemente en lo burocrático, sino que pueda desplazarse a las regiones donde es más fácil el fraude electoral”, dijo Córdoba, poniendo énfasis en el software que adquirió la Registraduría para el proceso de 2022 que, señaló, no es de propiedad del Estado, sino de la empresa proveedora del servicio, situación que le preocupa a movimientos alternativos que buscan participar en el proceso electoral del próximo año.
Para ella, que haya garantía en las próximas elecciones es una garantía, a su vez, a esa oposición que en la historia del país ha sido cooptada, perseguida y aniquilada. “La exclusión política o ausencia de garantías democráticas se consuma en la persecución a la oposición. La ausencia de oposición histórica es la ruptura del régimen democrático por las vías legales”, aseguró.
Recordó, en ese sentido, que ante las exigencias de una amplitud democrática se llegó al proceso Constituyente, que determinó que Colombia no era un partido bipartidista, sino multipartidaria, cosa que permitió la efervescencia de diversos partidos y movimientos políticos. Sin embargo, a su juicio, esto no ha sido suficiente.
Lo que explica es tanto ella como otros opositores a los gobiernos de turno han sido visto como opositores armados y no como opositores políticos. Y esto se evidencia, señaló, en las persecuciones, perfilamientos y amenazas que ha sufrido ella como Gustavo Petro, Jorge Robledo, Alirio Uribe, Gloria Ramírez, entre otros. “Nos ven como factura intelectual de grupos armados y somos civiles haciendo un ejercicio democrático”, reiteró.
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Esta persecución, apuntó, la ha afectado en el plano personal y como sujeta financiera y civil, como, por ejemplo, que le nieguen tarjeta de crédito de entidades financieras a ella, familiares y personas cercanas. “A ninguna mujer y un hombre le han hecho una guerra mediática tan brutal como me la han hecho a mí”, complementó.
Cuestionó, en ese sentido, las formas de violencia política y simbólica que ha sido víctima. Recordó frases como la de un directivo de fútbol que dijo que estaba mal pegarle a una mujer, a excepción de Piedad Córdoba. “Eso no es normal”, resaltó. Para ella, estas violencias no solo la atacan a su persona, sino a las poblaciones que representa, como las mujeres y poblaciones afro.
Así mismo, en la actualidad cuando no funge como aforada cuestionó el por qué la Corte Suprema de Justicia le abrió un caso con relación a las investigaciones que se adelantan contra Álex Saab. Además, criticó la negativa a la recusación que presentó contra la magistrada Lombana que le abrió dicho proceso. Esto para ilustrar como sigue vigente esa persecución contra ella.
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“Yo no estoy acá haciendo proselitismo electoral, sino a denunciar al Estado por hacer esta persecución a la oposición a mí. Y vengo a pedir reparación, que se me garantice que pueda hacer política en el país, pido que todas las personas que nos han hecho montaje respondan y señalen a los responsables que han hecho esos hostigamientos”, precisó.
Esta situación personal que ha vivido y que se ha extendido a otros actores, señaló, puede replicarse en otros sujetos políticos que no son reconocidos, debido a que el sistema del país está muy sustentado en lo electoral, refiriéndose específicamente a la movilización ciudadana. Las recomendaciones que dejó a la Comisión también fueron para garantizar este ejercicio política que hacen las organizaciones sociales y las personas a título propio.
Su intervención concluyó llamando a otros personajes a que den testimonio, especialmente, sobre la persecución de la que fue objeto. Entre ellos mencionó a los expresidentes Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, al exprocurador Alejandro Ordóñez, al exministro Carlos Holguín Sardi, a la exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado, a la expresidenta del Congreso Nancy Patricia Gutiérrez, entre otros.