Por 28 días de trabajo cada congresista gana $103 millones
En la legislatura más corta del año, con sólo 12 semanas que no suman más de 30 días de trabajo, parlamentarios reciben casi $4 millones por cada sesión.
Alfredo Molano Jimeno
Encuesta tras encuesta los colombianos ratifican que la institución con menor credibilidad del país es el Congreso de la República. Y no es para menos, cada semana surge algún escándalo en el que está inmiscuido un senador o un representante a la Cámara. Procesos como el de la parapolítica dejaron al descubierto las estrechas relaciones entre la delincuencia y la clase política colombiana, pero nada es tan indignante como los salarios que reciben estos funcionarios públicos por sus reducidos semestres laborales. Los colombianos les pagamos a cada uno de los 268 legisladores un total de $ 17.201.570 mensuales, sin deducciones de ningún tipo. Es decir, cada mes desembolsamos más de $4.600 millones para pagar los honorarios de los congresistas.
Y más alarmante es la cifra cuando se hacen cuentas de los días que van a trabajar este semestre. Según lo ha podido establecer El Espectador, en esta legislatura –la más corta del año-, los parlamentarios tendrán 12 semanas laborales y recibirán, cada uno, un total de $103. 209. 420. Palabras más palabras menos, estamos hablando de que cada legislador gana $3.686.050 por cada sesión a la que asiste, ya que los números muestran que en este periodo tendrán, por bien que nos vaya a los colombianos, 28 sesiones. Sin contar con que son innumerables las veces que estos no asisten a las sesiones y presentan excusas de toda clase.
Cada congresista devenga un salario de $23'254.381 que se compone de los siguientes elementos: un salario básico de $ 5'622.708, por gastos de representación reciben $9'995.916, además tienen una prima de salud de $1'561.844 y una de localización y vivienda por $6'073.910. Sumado esto y restadas las deducciones salariales, los parlamentarios reciben neto: $ 17'201.570. Un salario mensual que es pagado aun cuando no hay sesiones de congreso, es decir, le cancelamos su mensualidad durante los meses de enero, febrero y marzo, cuando estos están en sus regiones disfrutando del receso legislativo.
Esta realidad debe ser sumada al escándalo por las pensiones millonarias que reciben los parlamentarios y los magistrados. Según datos de la dirección del Fondo de Previsión Social del Congreso entre los exfuncionarios del legislativo hay 626 pensiones que superan los 25 salarios mínimos, que le cuestan al Estado más de $12.200 millones al mes. Hoy, hay 37 congresistas que esperan pensionarse con salarios superiores a los $25 salarios mínimos mensuales legales vigente. El caso ya se encuentra en la Corte Constitucional, quien está mañana decidió aplazar el fallo sobre la demanda radicada en contra del régimen especial de pensiones a magistrados y congresistas.
Este escándalo ha suscitado el rechazo de varios parlamentarios, entre los cuales figura Iván Cepeda, quien solicitó al gobierno adelantar las consultas necesarias para presentar un proyecto que reforme los salarios, por considerarlos excesivos con respecto a la realidad que viven los colombianos del común. Por ahora la pelota en esta materia está en manos de la Corte Constitucional que debe decidir si las pensiones de estos funcionario públicos están acordes a la realidad del país, y de los Ministerios del Interior y de Hacienda, quienes decidirán si es o no conveniente reformar el artículo 17 de la Ley 4 de 1992 – pensiones- y la ley 4 de 18 de mayo de 1992 -mediante la cual se fija el régimen salarial y prestacional de los miembros del Congreso de la República-.
Encuesta tras encuesta los colombianos ratifican que la institución con menor credibilidad del país es el Congreso de la República. Y no es para menos, cada semana surge algún escándalo en el que está inmiscuido un senador o un representante a la Cámara. Procesos como el de la parapolítica dejaron al descubierto las estrechas relaciones entre la delincuencia y la clase política colombiana, pero nada es tan indignante como los salarios que reciben estos funcionarios públicos por sus reducidos semestres laborales. Los colombianos les pagamos a cada uno de los 268 legisladores un total de $ 17.201.570 mensuales, sin deducciones de ningún tipo. Es decir, cada mes desembolsamos más de $4.600 millones para pagar los honorarios de los congresistas.
Y más alarmante es la cifra cuando se hacen cuentas de los días que van a trabajar este semestre. Según lo ha podido establecer El Espectador, en esta legislatura –la más corta del año-, los parlamentarios tendrán 12 semanas laborales y recibirán, cada uno, un total de $103. 209. 420. Palabras más palabras menos, estamos hablando de que cada legislador gana $3.686.050 por cada sesión a la que asiste, ya que los números muestran que en este periodo tendrán, por bien que nos vaya a los colombianos, 28 sesiones. Sin contar con que son innumerables las veces que estos no asisten a las sesiones y presentan excusas de toda clase.
Cada congresista devenga un salario de $23'254.381 que se compone de los siguientes elementos: un salario básico de $ 5'622.708, por gastos de representación reciben $9'995.916, además tienen una prima de salud de $1'561.844 y una de localización y vivienda por $6'073.910. Sumado esto y restadas las deducciones salariales, los parlamentarios reciben neto: $ 17'201.570. Un salario mensual que es pagado aun cuando no hay sesiones de congreso, es decir, le cancelamos su mensualidad durante los meses de enero, febrero y marzo, cuando estos están en sus regiones disfrutando del receso legislativo.
Esta realidad debe ser sumada al escándalo por las pensiones millonarias que reciben los parlamentarios y los magistrados. Según datos de la dirección del Fondo de Previsión Social del Congreso entre los exfuncionarios del legislativo hay 626 pensiones que superan los 25 salarios mínimos, que le cuestan al Estado más de $12.200 millones al mes. Hoy, hay 37 congresistas que esperan pensionarse con salarios superiores a los $25 salarios mínimos mensuales legales vigente. El caso ya se encuentra en la Corte Constitucional, quien está mañana decidió aplazar el fallo sobre la demanda radicada en contra del régimen especial de pensiones a magistrados y congresistas.
Este escándalo ha suscitado el rechazo de varios parlamentarios, entre los cuales figura Iván Cepeda, quien solicitó al gobierno adelantar las consultas necesarias para presentar un proyecto que reforme los salarios, por considerarlos excesivos con respecto a la realidad que viven los colombianos del común. Por ahora la pelota en esta materia está en manos de la Corte Constitucional que debe decidir si las pensiones de estos funcionario públicos están acordes a la realidad del país, y de los Ministerios del Interior y de Hacienda, quienes decidirán si es o no conveniente reformar el artículo 17 de la Ley 4 de 1992 – pensiones- y la ley 4 de 18 de mayo de 1992 -mediante la cual se fija el régimen salarial y prestacional de los miembros del Congreso de la República-.