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Hay temas que no se pueden renunciar y uno de ellos, para los congresistas alternativos, es la prohibición del fracking. Por tercera vez, 52 legisladores de 10 partidos radicaron el proyecto para cerrarle la puerta a esta técnica de extracción y a la exploración y explotación de yacimientos no convencionales en el país.
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Específicamente, el proyecto de ley prohíbe la exploración y explotación de hidrocarburos provenientes de yacimientos no convencionales del tipo roca generadora, arenas bituminosas a cielo abierto, gas metano asociado a mantos de carbón e hidratos de metano, yacimientos no convencionales mediante la tecnología del fracturamiento hidráulico multietapa en pozos de cualquier configuración.
Las expediciones o concesiones otorgadas antes de la aprobación del proyecto de ley quedarán en firme; las peticiones o solicitudes que lleguen posterior se prohibirán.
“Esta iniciativa legislativa, fundamentada en el principio constitucional de precaución, busca la protección del ambiente y la salud de las actuales y futuras generaciones, la prevención de conflictos socioambientales asociados a estas actividades y el cumplimiento efectivo de las metas del Acuerdo de Paz”, se lee en uno de los parágrafos del proyecto.
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Además de la unión parlamentaria, organizaciones ambientales, ambientalistas, académicos, entre otros, se han unido y han trabajado de la mano para la construcción de este proyecto en el marco de la Alianza Colombia Libre de Fracking. Desde esta organización, señalan que “esta iniciativa busca, además, detener proyectos piloto, con los que el gobierno de Iván Duque pretende experimentar con el agua, la salud y la biodiversidad del Magdalena Medio, pese a la amplia oposición de las comunidades que vienen siendo amenazadas por denunciar esta práctica”.
La Alianza señala que los proyectos de exploración y explotación que tiene en mira el Gobierno no son objeto de investigación científica porque los permisos y los controles los termina haciendo el Ejecutivo, que termina siendo “juez y parte en todo el proceso”.
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La bancada de congresistas en contra del fracking también le pidieron a la ciudadanía ejercer presión en el Congreso para que se priorice el trámite del proyecto, especialmente en la Comisión Quinta del Senado, donde Daira Galvis es su presidenta y en sus manos está asignar con premura y tiempo los ponentes y agenda la iniciativa en el orden del día.
La vez pasada que se hundió la propuesta fue por falta de trámite en primer debate en comisión. Las mayorías lograron aplazar la discusión o faltar a la sesión para que no hubiese quórum suficiente para votarlo.