¿Presencial o virtual?: la duda de no acabar en el Congreso
Ninguna de las cámaras tiene claro cómo será la instalación del 20 de julio . Los nuevos contagios y el fallo de la Corte Constitucional que tumbó el artículo en el que supuestamente se fundamentaban las sesiones virtuales son los principales factores para no tomar una decisión.
En el Congreso todavía no está claro si este 20 de julio y el resto de sesiones serán virtuales, semipresenciales o presenciales. El periodo pasado terminó en la virtualidad, pero la necesidad de votar en la instalación de la legislatura la nueva mesa directiva de forma secreta, según la ley quinta de 1992, puso sobre la mesa la necesidad de que las sesiones se desarrollen de forma presencial. El problema es que la contingencia por el coronavirus está en su punto más alto.
A este miércoles se han reportado 8 senadores y representantes que dieron positivo por COVID-19. Por eso muchos han señalado que es inviable que el Congreso se reúna de forma presencial en el capitolio. Sin embargo, para muchos no existe otra forma de garantizar de que el voto sea secreto para elegir presidentes, vicepresidentes y secretarios de ambas corporaciones.
Ninguno de los dos presidentes ha decidido oficialmente cómo se hará la sesión del 20 de julio y cómo se garantizará la reserva de los sufragios. Sin embargo, en los últimos días han salido a la luz varias de las posibilidades para llevar a cabo sin contratiempos el proceso electoral en el Legislativo.
Por los lados de la Cámara, en un principio era casi seguro que el presidente Carlos Cuenca, de Cambio Radical, iba a citar de forma presencial a las votaciones. El orden de la sesión iría de la siguiente manera: la instalación del Congreso y el discurso del presidente Iván Duque serían a través de medios digitales; luego los representantes irían a sus oficinas para presenciar la sesión a través de medios electrónicos y serían llamados en grupos de 20 personas para registrar su voto de forma presencial; y, al finalizar, se dividirían en sus respectivas comisiones para elegir las mesas directivas de estas.
Sin embargo, ante el nuevo panorama, la posibilidad de una reunión presencial parece lejana. Cercanos a la mesa directiva le contaron a El Espectador que esta semana se reunirían para hacer pruebas de una aplicación que garantizaría que el voto fuera secreto. De esta forma, la sesión se podría llevar a cabo de forma remota a totalidad o desde las oficinas de los congresistas, sin tener necesidad de bajar al salón elíptico para dar a conocer su decisión.
Por los lados del Senado, el panorama también apunta al mundo digital. Desde hace algunas semanas, cercanos al presidente Lidio García confirmaron que la aplicación desarrollada por la corporación para la virtualidad permitía el voto secreto. De esta forma, los senadores podrían votar desde la seguridad de sus hogares. La duda vino a sembrarse en los últimos días, con el fallo de la Corte Constitucional que tumbó el artículo 12 del decreto 491 de 2020, con el que se avalaban las sesiones virtuales.
El Senado usó este fragmento del decreto presidencial para sustentar legalmente las sesiones virtuales. No obstante, el mismo alto tribunal señaló que el Congreso podía llevar a cabo los encuentros remotos bajo su autonomía y sin que el Ejecutivo emitiera un decreto que los autorizara. Por lo que las sesiones de este 20 de julio podrían convertirse en la primera instalación Congreso de forma digital.
No todos los congresistas están a gusto con esta posibilidad. Un amplio grupo, sobre todo de la oposición, cuestionó desde el semestre pasado las sesiones remotas y señaló que solo le convenían al Gobierno para debilitar cualquier control político que quisiera llevar a cabo el Legislativo. Por eso, pidieron que este nuevo periodo se lleve a cabo en la presencialidad.
Este miércoles se conoció la decisión de varios congresistas de asistir al capitolio, sin importar si la Cámara o el Senado avalan las sesiones semipresenciales o completamente presenciales. Varios de ellos hacen parte del mismo grupo que hace algunos meses participaron de las sesiones semipresenciales en la Cámara, iniciativa que se cayó ante el positivo del representante liberal José Luis Correa.
La primera en anunciar su presencia fue la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde. “Me indigna cómo el Congreso se burla de la ciudadanía. Piden a gritos abrir la economía y hasta las iglesias, pero son incapaces de ir a trabajar al Congreso. Yo sí iré el 20 de julio al recinto. No más cuarentena privilegiada”, comentó la representante en su cuenta de Twitter.
El senador Gustavo Petro compartió el mensaje de Miranda y lo usó para anunciar que también irá al capitolio para sesionar de forma presencial: “El 20 de Julio estaré en el recinto cumpliendo con la Constitución. No puede ser que el pueblo sin ayudas tenga que salir a trabajar y los congresistas, de doble moral, se queden en cuarentena desconociendo la Constitución”.
Este último mensaje fue replicado por el senador Iván Cepeda, que también confirmó que estará en el salón elíptico para recibir la nueva legislatura. El representante Inti Asprilla, de los Verdes, fue más allá y pidió que toda la oposición haga acto de presencia en el capitolio este 20 de julio. Además de los mencionados anteriormente también estarán en la instalación del Congreso de forma presencial los congresistas: Aida Avella, David Racero, entre otros miembros de la oposición.
No está claro si los dejarán entrar o cómo será el protocolo con ellos. Lo único cierto en estos momentos es que no existe una decisión en firme y quedan apenas cinco días para el inicio de las nuevas legislaturas. Así sea virtual o presencial, debe socializarse los protocolos para la votación y/o la asistencia al capitolio -condición únicamente para la presencialidad- y el tiempo apremia.
En el Congreso todavía no está claro si este 20 de julio y el resto de sesiones serán virtuales, semipresenciales o presenciales. El periodo pasado terminó en la virtualidad, pero la necesidad de votar en la instalación de la legislatura la nueva mesa directiva de forma secreta, según la ley quinta de 1992, puso sobre la mesa la necesidad de que las sesiones se desarrollen de forma presencial. El problema es que la contingencia por el coronavirus está en su punto más alto.
A este miércoles se han reportado 8 senadores y representantes que dieron positivo por COVID-19. Por eso muchos han señalado que es inviable que el Congreso se reúna de forma presencial en el capitolio. Sin embargo, para muchos no existe otra forma de garantizar de que el voto sea secreto para elegir presidentes, vicepresidentes y secretarios de ambas corporaciones.
Ninguno de los dos presidentes ha decidido oficialmente cómo se hará la sesión del 20 de julio y cómo se garantizará la reserva de los sufragios. Sin embargo, en los últimos días han salido a la luz varias de las posibilidades para llevar a cabo sin contratiempos el proceso electoral en el Legislativo.
Por los lados de la Cámara, en un principio era casi seguro que el presidente Carlos Cuenca, de Cambio Radical, iba a citar de forma presencial a las votaciones. El orden de la sesión iría de la siguiente manera: la instalación del Congreso y el discurso del presidente Iván Duque serían a través de medios digitales; luego los representantes irían a sus oficinas para presenciar la sesión a través de medios electrónicos y serían llamados en grupos de 20 personas para registrar su voto de forma presencial; y, al finalizar, se dividirían en sus respectivas comisiones para elegir las mesas directivas de estas.
Sin embargo, ante el nuevo panorama, la posibilidad de una reunión presencial parece lejana. Cercanos a la mesa directiva le contaron a El Espectador que esta semana se reunirían para hacer pruebas de una aplicación que garantizaría que el voto fuera secreto. De esta forma, la sesión se podría llevar a cabo de forma remota a totalidad o desde las oficinas de los congresistas, sin tener necesidad de bajar al salón elíptico para dar a conocer su decisión.
Por los lados del Senado, el panorama también apunta al mundo digital. Desde hace algunas semanas, cercanos al presidente Lidio García confirmaron que la aplicación desarrollada por la corporación para la virtualidad permitía el voto secreto. De esta forma, los senadores podrían votar desde la seguridad de sus hogares. La duda vino a sembrarse en los últimos días, con el fallo de la Corte Constitucional que tumbó el artículo 12 del decreto 491 de 2020, con el que se avalaban las sesiones virtuales.
El Senado usó este fragmento del decreto presidencial para sustentar legalmente las sesiones virtuales. No obstante, el mismo alto tribunal señaló que el Congreso podía llevar a cabo los encuentros remotos bajo su autonomía y sin que el Ejecutivo emitiera un decreto que los autorizara. Por lo que las sesiones de este 20 de julio podrían convertirse en la primera instalación Congreso de forma digital.
No todos los congresistas están a gusto con esta posibilidad. Un amplio grupo, sobre todo de la oposición, cuestionó desde el semestre pasado las sesiones remotas y señaló que solo le convenían al Gobierno para debilitar cualquier control político que quisiera llevar a cabo el Legislativo. Por eso, pidieron que este nuevo periodo se lleve a cabo en la presencialidad.
Este miércoles se conoció la decisión de varios congresistas de asistir al capitolio, sin importar si la Cámara o el Senado avalan las sesiones semipresenciales o completamente presenciales. Varios de ellos hacen parte del mismo grupo que hace algunos meses participaron de las sesiones semipresenciales en la Cámara, iniciativa que se cayó ante el positivo del representante liberal José Luis Correa.
La primera en anunciar su presencia fue la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde. “Me indigna cómo el Congreso se burla de la ciudadanía. Piden a gritos abrir la economía y hasta las iglesias, pero son incapaces de ir a trabajar al Congreso. Yo sí iré el 20 de julio al recinto. No más cuarentena privilegiada”, comentó la representante en su cuenta de Twitter.
El senador Gustavo Petro compartió el mensaje de Miranda y lo usó para anunciar que también irá al capitolio para sesionar de forma presencial: “El 20 de Julio estaré en el recinto cumpliendo con la Constitución. No puede ser que el pueblo sin ayudas tenga que salir a trabajar y los congresistas, de doble moral, se queden en cuarentena desconociendo la Constitución”.
Este último mensaje fue replicado por el senador Iván Cepeda, que también confirmó que estará en el salón elíptico para recibir la nueva legislatura. El representante Inti Asprilla, de los Verdes, fue más allá y pidió que toda la oposición haga acto de presencia en el capitolio este 20 de julio. Además de los mencionados anteriormente también estarán en la instalación del Congreso de forma presencial los congresistas: Aida Avella, David Racero, entre otros miembros de la oposición.
No está claro si los dejarán entrar o cómo será el protocolo con ellos. Lo único cierto en estos momentos es que no existe una decisión en firme y quedan apenas cinco días para el inicio de las nuevas legislaturas. Así sea virtual o presencial, debe socializarse los protocolos para la votación y/o la asistencia al capitolio -condición únicamente para la presencialidad- y el tiempo apremia.