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En Brasil se disputará este domingo la segunda vuelta presidencial entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva, tras una reñida primera vuelta que se llevó a cabo el pasado 2 de octubre y en la que el líder de izquierda recibió el 48,4 % de los votos, mientras el actual mandatario de ese país obtuvo el 42,3 %.
Como parte del acompañamiento, e incluso una posible celebración del triunfo de Lula da Silva (quien busca su tercer mandato tras gobernar Brasil entre 2003 y 2010), el Partido de los Trabajadores convocó a varios políticos de la región, entre los que están el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero (Pacto Histórico).
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En la invitación a Racero, que enviaron la diputada Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores, y Romenio Pereira, secretario de relaciones internacionales de dicha colectividad, hablan de “una nueva fase de esta disputa” y del trabajo que vienen haciendo para hacerse con la victoria el próximo 30 de octubre y así “celebrar la victoria de nuestra coalición y de los compañeros Lula y Alckmin, trayendo de vuelta a Brasil un gobierno democrático y popular”.
En el marco de ese acompañamiento, Hoffmann y Pereira convocaron a Racero y otros políticos latinoamericanos a que participen el sábado 29 de octubre de una conferencia denominada “La lucha por la democracia en tiempos de avance de la extrema derecha en el mundo”, que se realizará en un reconocido hotel del centro de São Paulo.
Racero, quien destacó que costeará el viaje con sus propios recursos, aceptó la invitación consciente de “la importancia de unas elecciones democráticas y transparentes en el vecino país”. Asimismo, indicó que si se da la victoria de Lula da Silva se abrirá la posibilidad de que ambos gobiernos trabajen en temas comunes como la lucha contra el cambio climático, la igualdad y la protección de la Amazonía.
Sobre las elecciones presidenciales en Brasil, una de las claves es el fuerte rechazo popular con el que llegan ambos candidatos. Lula, un exobrero metalúrgico, fue presidente dos veces entre 2003 y 2010 y estuvo preso en el marco de la megacausa anticorrupción “Lava Jato”. Pero resucitó políticamente tras la anulación de sus condenas por irregularidades procesales.
En cuanto a Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 67 años, intenta la reelección tras un mandato turbulento, marcado por los 688.000 muertos que dejó la pandemia, niveles alarmantes de deforestación amazónica y tensiones institucionales.