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Ernesto Macías hizo lo suyo, desde la presidencia del Senado, para darle la mano a un gobierno que estuvo menos fortalecido de lo que se pensaba a la hora de tramitar iniciativas y reformas a través del Congreso de la República. A pesar de que proyectos importantes, como la reforma a la justicia, no pasaron, y la reforma política necesitó la ayuda de contradictores para salir triunfante, en una agónica sesión de domingo en la noche, Macías considera que el balance para el Gobierno es satisfactorio. Habla de la nueva relación entre Legislativo y Ejecutivo, del papel de la oposición, de la gestión política del gabinete técnico de Duque y de lo que debe ser prioridad para el Centro Democrático como partido de gobierno.
¿Cuál es su balance del primer período de la legislatura?
Diría que el balance es positivo ante una circunstancia como la que vivimos a partir del 20 de julio, la crisis fiscal y económica, un Congreso distinto, con las Farc incorporadas, con el candidato presidencial perdedor en el Senado y su fórmula vicepresidencial en la Cámara y, desde luego, una oposición más beligerante de lo normal.
¿Por qué beligerante?
Porque nunca habíamos visto que se hiciera oposición a un gobierno desde antes de posesionarse. Segundo, porque desde el primer momento le organizaron muchas marchas y paros. En el Congreso, aunque hay distintas tendencias de izquierda y de oposición, cuando se trata de hacerle debates al Gobierno se ponen de acuerdo, son beligerantes, de manera que no ha sido fácil.
¿Por qué fue tan difícil sacar proyectos como la reforma a la justicia y el Gobierno tuvo que aplazar el proyecto de ley TIC?
Si bien es cierto que el Centro Democrático es la bancada mayoritaria, también lo es que no es mayoría. En el Senado, el Centro Democrático es apenas el 20 %. Por otro lado, hay una nueva forma de relación entre el Gobierno y el Congreso, de manera que eso dificulta el trámite, pero si lo miramos positivamente, esa nueva relación ha mejorado el rendimiento y el trabajo del Congreso.
¿Cómo continuar con el discurso de “cero mermelada” que tiene el Gobierno sin entorpecer el caminar de las iniciativas en el Congreso?
Pienso que el Gobierno debe buscar acuerdos mínimos con bancadas de gobierno e independientes para tener un mejor desarrollo de la agenda legislativa, aunque no necesariamente una coalición de gobierno. Eso es necesario y el presidente de la República ha anunciado que en enero va a invitar a unas reuniones a las distintas bancadas para lograr ese fin.
Cambio Radical, conservadores y liberales apoyaron a Duque en campaña, pero las diferencias en lo político parecen muchas. ¿Les ha hecho falta el apoyo de esas partidos que le han dado la espalda al presidente en muchas iniciativas?
No, porque, precisamente, esa nueva forma de relación entre el Gobierno y el Congreso ha permitido mayor libertad en la deliberación, mayor autonomía de las bancadas, y por eso los textos salen mejor aprobados y más ajustados a la realidad, no como ocurría en el gobierno anterior, cuando el Congreso simplemente aprobaba a ciegas.
¿Cómo es eso de que quedan mejor aprobados?
Ahora hay deliberación, hay debate y hay libertad. En un solo proyecto se aprueban unos artículos, otros no; unas bancadas aprueban ciertos artículos, otras no los aprueban. Eso les ha servido mucho muchísimo a la democracia y al mismo Congreso.
El presidente Duque ha dicho que conformó un gabinete de técnicos. ¿Cree, sinceramente, que eso le ha costado la pelea al Gobierno en el Congreso?
Para mí, todos los ministros son buenos. Unos sin experiencia en el manejo político con el Congreso, que no es fácil ni se aprende de la noche a la mañana. Otros con mayor experiencia política, y se ha visto claramente. No creo que la dificultad que haya habido con algunos proyectos sea culpa de los ministros o de la relación entre el ministro y el Congreso. Lo que pasa es que no tener experiencia les ha dificultado el trabajo a algunos ministros. A pesar de eso se aprobó el presupuesto mejorado, el presupuesto de regalías, el más alto que se haya aprobado desde que este sistema se impuso en el 2012, y se aprobó la ley de financiamiento.
¿De qué lado del Centro Democrático está usted? ¿De los que creen que debe haber un cambio de gabinete o de los que están a gusto con este?
Yo he sido siempre respetuoso con el presidente de la República, más aún hoy, que soy del partido de gobierno. Esa discrecionalidad del presidente hay que respetarla hasta el último momento. Él es el que sabe cuándo cambia un ministro. Yo veo que este gabinete, en la medida que pasan los días, va mejorando y mostrando resultados.
Contexto: Centro Democrático reclama 'representación política' al gobierno
¿Y qué les dice a sus compañeros de partido que piden representación política y que han dicho que eso no significa mermelada?
Siempre he visto necesaria la representación política, no solamente con el partido de gobierno, sino con otros sectores políticos, sin dejar que eso caiga en cuotas políticas, como se ha vivido en el pasado reciente. Quienes piden representación política están en su derecho, pero deben respetar la decisión del presidente de querer gobernar de una manera distinta.
Da la sensación de que al Gobierno le va mejor en Senado que en Cámara. ¿Cómo es la relación con el representante Alejandro Chacón cuando se necesita apoyo para avanzar en proyectos?
La relación entre Senado y Cámara ha sido institucional. No ha habido ningún inconveniente mayor distinto a lo que se presenta normalmente.
La oposición ha denunciado que se le han violado derechos en las plenarias, por ejemplo, la réplica para Gustavo Petro el día en que se mostró el video en el que recibe dinero. ¿Asegura garantías?
El país lo ha visto. De cualquier cosa se puede quejar la oposición menos de falta de garantías. Se las hemos dado todas. Incluso en las bancadas de gobierno e independientes me critican porque soy demasiado generoso con la oposición con el uso de la palabra. Se han hecho cinco debates de control político. Hubo uno organizado por todas las bancadas, que fue el de Electricaribe. Los demás han sido de la oposición. Garantías ha habido por todos lados. Que no se permita un minuto más no quiere decir que no han tenido garantías. Ahora no se puede confundir garantías con privilegios, porque todos han tenido por igual y todos reclaman garantías. Hemos ejercido una presidencia en el Congreso que da garantías.
¿Por qué cree que a Duque le ha sido difícil despegar y tiene una imagen desfavorable tan alta, aun teniendo una figura como la del expresidente Álvaro Uribe de su lado?
Lo que pasa es que en Colombia no se había visto lo que está haciendo el presidente Duque. Por un lado, cambiar la forma de relacionar al Gobierno con el Congreso. Por otro, decirle al partido de gobierno que él tiene su impronta y su forma de manejar. A pesar de algunas voces en el partido, la relación ha sido fluida entre el Centro Democrático y el Gobierno.
Pero ¿qué ha afectado tanto su imagen?
Lo ha afectado la situación del país que recibió, el caos y la ruina, porque el país espera muchas cosas de un presidente y espera cambios inmediatamente, pero una crisis tan profunda, como la que encontró Duque, no es fácil de superar. Entonces, algunos sectores le han cobrado a Duque lo que heredó. Por eso el resultado en las encuestas.
Prioridades para el partido de gobierno en el próximo período.
Las prioridades del partido de gobierno debe ser los proyectos del Gobierno. No puede ser que tengamos una agenda distinta a la del presidente de la República. El Centro Democrático ha entendido eso.
El Gobierno se ha visto un poco apretado en los tiempos del Congreso. ¿Se ha hablado de convocar a extras el próximo año?
Creo que las extras para el próximo año son necesarias, primero por el Plan de Desarrollo, que tiene unos tiempos, y la discusión de éste debe empezar antes del 16 de marzo. En febrero se debe convocar a extras y que se empaten con las ordinarias.