Presidente Duque y el coronavirus: momento de decisiones
Hay quienes consideran que las decisiones del presidente Iván Duque han sido más de reacción que de previsión. Más allá de la cuarentena, es fundamental tomar medidas para evitar el colapso hospitalario y social.
Redacción Política - politicaelespectador@gmail.com
La situación desatada por el brote del nuevo coronavirus en el mundo no tiene precedentes en la historia reciente. De hecho, ha puesto a todos los gobiernos del mundo en un escenario de búsqueda de alternativas que les permitan salir lo mejor librados posible de los efectos de un virus que tiene en riesgo a miles de vidas y amenaza con poner en jaque la economía. A los países más poderosos y a otros que se rigen bajo los modelos de Estado de Bienestar, como España e Italia, les ha quedado difícil mitigar los efectos de la pandemia, lo que abre dudas preocupantes sobre la preparación de Latinoamérica para atender los estragos de una posible masificación del contagio.
En Colombia, el presidente Iván Duque ha ido tomando decisiones, paso a paso, en medio de críticas y algunos aplausos. Por supuesto, puede ser demasiado temprano para dar veredictos concluyentes, sin embargo, hacer un símil rápido frente a los demás mandatarios de la región puede dar luces sobre los aciertos o desaciertos que ha tenido el Gobierno Nacional respecto del manejo de la crisis. El senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical, tiene una percepción en ese sentido: “Es muy fácil hacer críticas lapidarias, más aún cuando enfrentamos una situación inédita y de envergadura insospechada. Fácil tirar piedras. Creo que se han cometido errores, no cabe duda, pero hay que entender que esta amenaza cogió a este país, como a muchos, por sorpresa”, comenta.
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Parte de esos errores que menciona Lara pueden estar relacionados con que las decisiones del jefe de Estado han sido más de reacción que de previsión. Incluso, ha tenido que enfrentar una presión política, mediática y ciudadana para que se camine hacia ellas, como lo fue la suspensión de ingreso de vuelos internacionales al país, a partir de este lunes 23 de marzo, o la declaración de un Estado de emergencia económica, social y ecológica. Ambos hechos estuvieron precedidos de peticiones constantes desde el Congreso. Y lo mismo sucedió con la declaratoria, el viernes, de una cuarentena total en todo el país, desde el próximo martes a las 23:59 horas y hasta el 13 de abril, solicitud que le habían hecho tanto la oposición como el expresidente Álvaro Uribe. Decisiones en ese sentido ya se han tomado en Perú y Argentina.
Para el representante a la Cámara José Daniel López, también de Cambio Radical, hubo medidas, como el cierre de fronteras aéreas, que se pudieron tomar mucho antes, desde una muestra de autoridad y no como una respuesta a la presión de la opinión pública. Sobre ese asunto puntual, hay sectores que coinciden y ponen sobre la mesa las repercusiones que podría tener en el país la declaración de cuarentena por 19 días, como puede suceder en algunos países de Europa. “Italia puede apostar a estrategias de esa índole. Pero en nuestros países puede tener repercusiones a futuro más graves que el propio virus. El día de mañana un gobierno puede ser castigado porque mandó el país a cuarentena sin tener los mecanismos listos para proveer de alimentos a una población que iba a quedar desamparada y no podía salir a la calle”, expresó un dirigente político, pidiendo el anonimato.
No obstante, para la fuente consultada, con el paso de los días y el avance de la pandemia puede que muchas de esas decisiones sean más políticas que técnicas, si se tiene en cuenta que cada minuto perdido será necesario más adelante en términos de productividad o abastecimiento: “Hay que procurar que la cuarentena sea lo más breve posible, no extenderse en el tiempo. Lo que quiero decir es que los ejemplos mundiales no aplican en Colombia, porque las implicaciones sociales y económicas aquí pueden resultar peores que las propias implicaciones del virus”. También, agregó, es de alta importancia que la efectividad de una cuarentena dependa de su simultaneidad tanto en el ámbito local como internacional; de otra forma, habrá rebrotes permanentes, como un bucle.
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Más allá de esto, hay otras decisiones que podrían ser asumidas con mayor celeridad. Según el senador Roy Barreras, de la U, es urgente tomar medidas para evitar el colapso hospitalario y social. “Son decisiones que esperamos que tome el Gobierno ya, no puede perder tiempo elucubrando o discutiendo cuando otros liderazgos, como el de Claudia López y otros alcaldes, van un paso adelante. Lo que tienen que hacer es respaldarlos, como en el caso del aislamiento, que ya se volvió una decisión nacional (…) deben mantenerse los canales de distribución de los insumos vitales, sin eliminar el transporte”, dice Barreras, y diserta sobre un asunto al que le pudo abrir la puerta el talante del presidente Duque para enfrentar la crisis.
Desde muchos sectores se considera que el primer mandatario, tal vez sin quererlo, dejó medir su liderazgo con el de la alcaldesa de Bogotá. Una muestra de eso ocurrió el pasado 11 de marzo, cuando la amenaza del contagio aún era incipiente. Mientras todo el país esperaba una respuesta de sus gobernantes, López apareció en televisión, varios minutos antes de que lo hiciera Duque, a explicarles a los ciudadanos medidas de higiene personal para contrarrestar el virus y a pedir la cancelación de cualquier evento que pudieran aglomerar personas. En contraste, el presidente salió a hablarles a los empresarios y a anunciar medidas económicas para mitigar los efectos del coronavirus en el turismo y la aviación. Eso, para algunos, significó una desconexión total.
Un episodio más reciente tuvo que ver con el decreto del Ministerio del Interior, en el que se reafirmaba que el manejo del orden público en el país estaba a la cabeza del presidente Duque. Aunque en detalle no lo decía, este se interpretó como una desautorización a los planes que en varias ciudades ya se estaban implementando, como toques de queda o aislamientos obligatorios. De hecho, López, en Bogotá, afirmó de manera retadora, en respuesta al decreto, que la medida de aislamiento de este fin de semana se mantenía en firme. Lo mismo hicieron alcaldes como el de Cartagena o el de Manizales con sus respectivos toques de queda. La confusión fue tal, que en redes sociales salió a relucir otro pulso entre Duque y López con la etiqueta #YoLeHagoCasoAClaudia.
¿De qué hablaron el presidente Duque y Gustavo Petro luego de anuncio de cuarentena?
“La diferencia en liderazgo es evidente. Claudia, anticipándose y proponiendo; a Duque lo hemos visto más reaccionando que llevando la delantera. El decreto que sacó sobre la competencia exclusiva de orden público terminó generando más ruido que resolviendo los problemas prácticos”, expresó el representante López.
El analista Jorge Iván Cuervo explica que lo evidente entre el Ejecutivo y los mandatarios locales es una falta de coordinación, y critica algunas decisiones regionales en ese sentido. “Lo que uno ve es alcaldes o gobernadores tomando decisiones sin base en evidencia, por ejemplo, el de Boyacá, que cree que cerrando las fronteras terrestres va a impedir la llegada del coronavirus, cuando lo que indica la evidencia es que hay que concentrarse más bien en fortalecer los sistemas de salud, las unidades de cuidados intensivos, y lograr el aislamiento social”, explica, calificando algunas medidas como contraproducentes y hasta inconstitucionales.
“Igual lo vimos en Santander, el gobernador ha ordenado una cosa en relación con el toque de queda y el alcalde otra. Eso le envía a la población mensajes equívocos de que el gobierno no está haciendo bien las cosas. El principio es que los ciudadanos en las democracias, con o sin razón, confíen en los gobiernos, pero si la ciudadanía ve gobiernos confusos, que dudan y no envían mensajes claros, todo se complica”, agrega el analista. Por su parte, el también analista Mauricio Jaramillo, de la Universidad del Rosario, ve tres elementos: la oportunidad de los mandatarios locales de tomar decisiones ante la inconformidad con la ciudadanía con el Gobierno Nacional, lo que a su vez se convirtió en una competencia por quien anuncie más y más rápido y, finalmente, una enorme distancia entre Claudia López e Iván Duque.
“Muchos mandatarios han logrado reaccionar rápido, pero no todos han tenido la misma capacidad y se debe, en parte, a la capacidad institucional que cada municipio tiene. No todos han reaccionado lento por incompetencia, sino por las implicaciones, las connotaciones sociales y económicas, que son muy importantes ahorita y en el corto y mediano plazo. Por eso tomar una decisión rápida no es fácil”, arguye el analista Andrés Macías, de la Universidad Externado de Colombia.
Es claro que las decisiones que viene tomando el Gobierno Nacional son de vital importancia para detener el avance del coronavirus y aplacar la curva de contagios de la que hablan los expertos. En ese panorama, es clave poder contar con algunos insumos adicionales, como las enseñanzas que dejarán los diferentes ejercicios de aislamiento, tanto en Bogotá como en otras ciudades, y el diálogo con los sectores productivos y económicos, para encontrar salidas que puedan generar el menor impacto posible. Solo el cuidado colectivo, el respeto al aislamiento preventivo y las medidas de higiene podrán garantizar el éxito de cualquier acción.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.
La situación desatada por el brote del nuevo coronavirus en el mundo no tiene precedentes en la historia reciente. De hecho, ha puesto a todos los gobiernos del mundo en un escenario de búsqueda de alternativas que les permitan salir lo mejor librados posible de los efectos de un virus que tiene en riesgo a miles de vidas y amenaza con poner en jaque la economía. A los países más poderosos y a otros que se rigen bajo los modelos de Estado de Bienestar, como España e Italia, les ha quedado difícil mitigar los efectos de la pandemia, lo que abre dudas preocupantes sobre la preparación de Latinoamérica para atender los estragos de una posible masificación del contagio.
En Colombia, el presidente Iván Duque ha ido tomando decisiones, paso a paso, en medio de críticas y algunos aplausos. Por supuesto, puede ser demasiado temprano para dar veredictos concluyentes, sin embargo, hacer un símil rápido frente a los demás mandatarios de la región puede dar luces sobre los aciertos o desaciertos que ha tenido el Gobierno Nacional respecto del manejo de la crisis. El senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical, tiene una percepción en ese sentido: “Es muy fácil hacer críticas lapidarias, más aún cuando enfrentamos una situación inédita y de envergadura insospechada. Fácil tirar piedras. Creo que se han cometido errores, no cabe duda, pero hay que entender que esta amenaza cogió a este país, como a muchos, por sorpresa”, comenta.
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Parte de esos errores que menciona Lara pueden estar relacionados con que las decisiones del jefe de Estado han sido más de reacción que de previsión. Incluso, ha tenido que enfrentar una presión política, mediática y ciudadana para que se camine hacia ellas, como lo fue la suspensión de ingreso de vuelos internacionales al país, a partir de este lunes 23 de marzo, o la declaración de un Estado de emergencia económica, social y ecológica. Ambos hechos estuvieron precedidos de peticiones constantes desde el Congreso. Y lo mismo sucedió con la declaratoria, el viernes, de una cuarentena total en todo el país, desde el próximo martes a las 23:59 horas y hasta el 13 de abril, solicitud que le habían hecho tanto la oposición como el expresidente Álvaro Uribe. Decisiones en ese sentido ya se han tomado en Perú y Argentina.
Para el representante a la Cámara José Daniel López, también de Cambio Radical, hubo medidas, como el cierre de fronteras aéreas, que se pudieron tomar mucho antes, desde una muestra de autoridad y no como una respuesta a la presión de la opinión pública. Sobre ese asunto puntual, hay sectores que coinciden y ponen sobre la mesa las repercusiones que podría tener en el país la declaración de cuarentena por 19 días, como puede suceder en algunos países de Europa. “Italia puede apostar a estrategias de esa índole. Pero en nuestros países puede tener repercusiones a futuro más graves que el propio virus. El día de mañana un gobierno puede ser castigado porque mandó el país a cuarentena sin tener los mecanismos listos para proveer de alimentos a una población que iba a quedar desamparada y no podía salir a la calle”, expresó un dirigente político, pidiendo el anonimato.
No obstante, para la fuente consultada, con el paso de los días y el avance de la pandemia puede que muchas de esas decisiones sean más políticas que técnicas, si se tiene en cuenta que cada minuto perdido será necesario más adelante en términos de productividad o abastecimiento: “Hay que procurar que la cuarentena sea lo más breve posible, no extenderse en el tiempo. Lo que quiero decir es que los ejemplos mundiales no aplican en Colombia, porque las implicaciones sociales y económicas aquí pueden resultar peores que las propias implicaciones del virus”. También, agregó, es de alta importancia que la efectividad de una cuarentena dependa de su simultaneidad tanto en el ámbito local como internacional; de otra forma, habrá rebrotes permanentes, como un bucle.
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Más allá de esto, hay otras decisiones que podrían ser asumidas con mayor celeridad. Según el senador Roy Barreras, de la U, es urgente tomar medidas para evitar el colapso hospitalario y social. “Son decisiones que esperamos que tome el Gobierno ya, no puede perder tiempo elucubrando o discutiendo cuando otros liderazgos, como el de Claudia López y otros alcaldes, van un paso adelante. Lo que tienen que hacer es respaldarlos, como en el caso del aislamiento, que ya se volvió una decisión nacional (…) deben mantenerse los canales de distribución de los insumos vitales, sin eliminar el transporte”, dice Barreras, y diserta sobre un asunto al que le pudo abrir la puerta el talante del presidente Duque para enfrentar la crisis.
Desde muchos sectores se considera que el primer mandatario, tal vez sin quererlo, dejó medir su liderazgo con el de la alcaldesa de Bogotá. Una muestra de eso ocurrió el pasado 11 de marzo, cuando la amenaza del contagio aún era incipiente. Mientras todo el país esperaba una respuesta de sus gobernantes, López apareció en televisión, varios minutos antes de que lo hiciera Duque, a explicarles a los ciudadanos medidas de higiene personal para contrarrestar el virus y a pedir la cancelación de cualquier evento que pudieran aglomerar personas. En contraste, el presidente salió a hablarles a los empresarios y a anunciar medidas económicas para mitigar los efectos del coronavirus en el turismo y la aviación. Eso, para algunos, significó una desconexión total.
Un episodio más reciente tuvo que ver con el decreto del Ministerio del Interior, en el que se reafirmaba que el manejo del orden público en el país estaba a la cabeza del presidente Duque. Aunque en detalle no lo decía, este se interpretó como una desautorización a los planes que en varias ciudades ya se estaban implementando, como toques de queda o aislamientos obligatorios. De hecho, López, en Bogotá, afirmó de manera retadora, en respuesta al decreto, que la medida de aislamiento de este fin de semana se mantenía en firme. Lo mismo hicieron alcaldes como el de Cartagena o el de Manizales con sus respectivos toques de queda. La confusión fue tal, que en redes sociales salió a relucir otro pulso entre Duque y López con la etiqueta #YoLeHagoCasoAClaudia.
¿De qué hablaron el presidente Duque y Gustavo Petro luego de anuncio de cuarentena?
“La diferencia en liderazgo es evidente. Claudia, anticipándose y proponiendo; a Duque lo hemos visto más reaccionando que llevando la delantera. El decreto que sacó sobre la competencia exclusiva de orden público terminó generando más ruido que resolviendo los problemas prácticos”, expresó el representante López.
El analista Jorge Iván Cuervo explica que lo evidente entre el Ejecutivo y los mandatarios locales es una falta de coordinación, y critica algunas decisiones regionales en ese sentido. “Lo que uno ve es alcaldes o gobernadores tomando decisiones sin base en evidencia, por ejemplo, el de Boyacá, que cree que cerrando las fronteras terrestres va a impedir la llegada del coronavirus, cuando lo que indica la evidencia es que hay que concentrarse más bien en fortalecer los sistemas de salud, las unidades de cuidados intensivos, y lograr el aislamiento social”, explica, calificando algunas medidas como contraproducentes y hasta inconstitucionales.
“Igual lo vimos en Santander, el gobernador ha ordenado una cosa en relación con el toque de queda y el alcalde otra. Eso le envía a la población mensajes equívocos de que el gobierno no está haciendo bien las cosas. El principio es que los ciudadanos en las democracias, con o sin razón, confíen en los gobiernos, pero si la ciudadanía ve gobiernos confusos, que dudan y no envían mensajes claros, todo se complica”, agrega el analista. Por su parte, el también analista Mauricio Jaramillo, de la Universidad del Rosario, ve tres elementos: la oportunidad de los mandatarios locales de tomar decisiones ante la inconformidad con la ciudadanía con el Gobierno Nacional, lo que a su vez se convirtió en una competencia por quien anuncie más y más rápido y, finalmente, una enorme distancia entre Claudia López e Iván Duque.
“Muchos mandatarios han logrado reaccionar rápido, pero no todos han tenido la misma capacidad y se debe, en parte, a la capacidad institucional que cada municipio tiene. No todos han reaccionado lento por incompetencia, sino por las implicaciones, las connotaciones sociales y económicas, que son muy importantes ahorita y en el corto y mediano plazo. Por eso tomar una decisión rápida no es fácil”, arguye el analista Andrés Macías, de la Universidad Externado de Colombia.
Es claro que las decisiones que viene tomando el Gobierno Nacional son de vital importancia para detener el avance del coronavirus y aplacar la curva de contagios de la que hablan los expertos. En ese panorama, es clave poder contar con algunos insumos adicionales, como las enseñanzas que dejarán los diferentes ejercicios de aislamiento, tanto en Bogotá como en otras ciudades, y el diálogo con los sectores productivos y económicos, para encontrar salidas que puedan generar el menor impacto posible. Solo el cuidado colectivo, el respeto al aislamiento preventivo y las medidas de higiene podrán garantizar el éxito de cualquier acción.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.