Centro Democrático busca reformar procesos de revocatoria para “subsanar vacíos”

No es secreto que el Centro Democrático estuvo apoyando los fallidos procesos de revocatoria que se adelantaron en ciudades como Medellín, Bogotá y Cali. Aunque no lideraron ninguno de los comités promotores de revocatorias, varios de sus miembros estuvieron impulsando la recolección de firmas y en general animando a los ciudadanos a que revocaran a los alcaldes Daniel Quintero (Medellín), Claudia López (Bogotá) y Jorge Iván Ospina (Cali).

Lo hicieron, sobre todo, en la víspera de las pasadas elecciones legislativas, quizás como un impulso a las candidaturas que derivaron en las curules que hoy ostentan en el Congreso. “Invito a los bogotanos a que no se queden quietos. Tanto estas elecciones como esta revocatoria nos dan la oportunidad de recuperar Bogotá”, decía el hoy senador Miguel Uribe. “Me dedicaré en los próximos 12 meses a la revocatoria del alcalde Daniel Quintero Calle. Esa será mi tarea”, afirmaba entre tanto el hoy representante Andrés Guerra, sobre su renuncia a la Asamblea de Antioquia.

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Pero ninguno de los procesos salió avante. De hecho, rara vez las revocatorias son exitosas para los intereses de sus promotores, y de hecho solo hay registro de dos ocasiones en que se logró poner fin anticipado al periodo de un mandatario (Tasco, Boyacá en 2018 y Susa, Cundinamarca en 2022). En este periodo se inscribieron 121 comités promotores para revocar diferentes alcaldes y gobernadores y ninguno pudo llegar siquiera a las urnas, según sus promotores por la obstrucción de los propios mandatarios y por una supuesta desigualdad en los instrumentos que tienen las partes.

Para equilibrar un poco la balanza y “subsanar los vacíos” que existen en estos procesos, desde el Centro Democrático buscan reformar los procesos de revocatoria. Se trata de un proyecto de ley estatutaria impulsado por Hernán Cadavid, representante por Antioquia que, según dijo durante su radicación, pretenden “corregir el procedimiento del cual se han aprovechado alcaldes como el de Medellín, Daniel Quintero, para entorpecer la voluntad popular”.

Cadavid radicó el proyecto en compañía de los promotores de la revocatoria en la capital antioqueña, pero también de líderes de otros procesos en ciudades en las que tampoco prosperó. Por eso, dijo, su idea es que con esta reforma a las revocatorias se “termine representando la voluntad de los ciudadanos” y también logre “despejar cada una de las actuaciones irregulares de obstrucción y persecución por parte de algunos mandatarios irregulares contra líderes cívicos”.

¿En qué consiste el proyecto?

La iniciativa radicada por Cadavid consta de siete ejes. El primero es que se determinen con claridad cada una de las etapas del proceso de revocatoria. Es decir, que haya una “asignación de tiempos perentorios y regulando sanciones por el incumplimiento de dichos términos”. El segundo punto pretende “regular el trámite y efecto de las audiencias públicas”, y el tercero, una asignación puntual de competencias a cada uno de los entes estatales intervinientes.

También se pretende crear un “mecanismo de control judicial para las revocatorias”; aclarar los trámites de certificación de estados contables; limitar la actividad de los mandatarios objeto de revocatoria mientras se realiza la recolección de apoyos y una regulación a las campañas por el sí, el no o la abstención; y como último punto promover una “igualdad de armas” entre los comités promotores y los mandatarios.

De acuerdo con Cadavid, mediante esta reforma se pretende “subsanar los vacíos que tiene la norma frente a los procedimientos, a la publicidad, a la actividad por parte de los mandatarios locales que obstruyen y utilizan los vacíos normativos para dilatar este tipo de procedimientos” y se estipularía una claridad en las competencias de certificación de los estados contables.

A su modo de ver, “en ese vacío por ejemplo, se han llevado por delante el trámite en la ciudad de Medellín”, y es que justo en ese punto fue que naufragó el proceso contra Quintero, pues tras una serie de análisis el Consejo Nacional Electoral (CNE) concluyó en los estados contables no estaba la totalidad de los aportes de e incluso hubo una presunta violación de topes en la campaña de recolección de apoyos ciudadanos.

El representante de Centro Democrático aclaró que mediante su proyecto no se disminuyen los requisitos frente a temas como los umbrales o número de votos necesarios para la revocatoria, “pero sí hacemos una corrección del procedimiento que permitirá mayor fluidez y debido proceso” para las revocatorias, en temas como la definición de competencias de los alcaldes ad hoc.

No es secreto que el Centro Democrático estuvo apoyando los fallidos procesos de revocatoria que se adelantaron en ciudades como Medellín, Bogotá y Cali. Aunque no lideraron ninguno de los comités promotores de revocatorias, varios de sus miembros estuvieron impulsando la recolección de firmas y en general animando a los ciudadanos a que revocaran a los alcaldes Daniel Quintero (Medellín), Claudia López (Bogotá) y Jorge Iván Ospina (Cali).

Lo hicieron, sobre todo, en la víspera de las pasadas elecciones legislativas, quizás como un impulso a las candidaturas que derivaron en las curules que hoy ostentan en el Congreso. “Invito a los bogotanos a que no se queden quietos. Tanto estas elecciones como esta revocatoria nos dan la oportunidad de recuperar Bogotá”, decía el hoy senador Miguel Uribe. “Me dedicaré en los próximos 12 meses a la revocatoria del alcalde Daniel Quintero Calle. Esa será mi tarea”, afirmaba entre tanto el hoy representante Andrés Guerra, sobre su renuncia a la Asamblea de Antioquia.

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Pero ninguno de los procesos salió avante. De hecho, rara vez las revocatorias son exitosas para los intereses de sus promotores, y de hecho solo hay registro de dos ocasiones en que se logró poner fin anticipado al periodo de un mandatario (Tasco, Boyacá en 2018 y Susa, Cundinamarca en 2022). En este periodo se inscribieron 121 comités promotores para revocar diferentes alcaldes y gobernadores y ninguno pudo llegar siquiera a las urnas, según sus promotores por la obstrucción de los propios mandatarios y por una supuesta desigualdad en los instrumentos que tienen las partes.

Para equilibrar un poco la balanza y “subsanar los vacíos” que existen en estos procesos, desde el Centro Democrático buscan reformar los procesos de revocatoria. Se trata de un proyecto de ley estatutaria impulsado por Hernán Cadavid, representante por Antioquia que, según dijo durante su radicación, pretenden “corregir el procedimiento del cual se han aprovechado alcaldes como el de Medellín, Daniel Quintero, para entorpecer la voluntad popular”.

Cadavid radicó el proyecto en compañía de los promotores de la revocatoria en la capital antioqueña, pero también de líderes de otros procesos en ciudades en las que tampoco prosperó. Por eso, dijo, su idea es que con esta reforma a las revocatorias se “termine representando la voluntad de los ciudadanos” y también logre “despejar cada una de las actuaciones irregulares de obstrucción y persecución por parte de algunos mandatarios irregulares contra líderes cívicos”.

¿En qué consiste el proyecto?

La iniciativa radicada por Cadavid consta de siete ejes. El primero es que se determinen con claridad cada una de las etapas del proceso de revocatoria. Es decir, que haya una “asignación de tiempos perentorios y regulando sanciones por el incumplimiento de dichos términos”. El segundo punto pretende “regular el trámite y efecto de las audiencias públicas”, y el tercero, una asignación puntual de competencias a cada uno de los entes estatales intervinientes.

También se pretende crear un “mecanismo de control judicial para las revocatorias”; aclarar los trámites de certificación de estados contables; limitar la actividad de los mandatarios objeto de revocatoria mientras se realiza la recolección de apoyos y una regulación a las campañas por el sí, el no o la abstención; y como último punto promover una “igualdad de armas” entre los comités promotores y los mandatarios.

De acuerdo con Cadavid, mediante esta reforma se pretende “subsanar los vacíos que tiene la norma frente a los procedimientos, a la publicidad, a la actividad por parte de los mandatarios locales que obstruyen y utilizan los vacíos normativos para dilatar este tipo de procedimientos” y se estipularía una claridad en las competencias de certificación de los estados contables.

A su modo de ver, “en ese vacío por ejemplo, se han llevado por delante el trámite en la ciudad de Medellín”, y es que justo en ese punto fue que naufragó el proceso contra Quintero, pues tras una serie de análisis el Consejo Nacional Electoral (CNE) concluyó en los estados contables no estaba la totalidad de los aportes de e incluso hubo una presunta violación de topes en la campaña de recolección de apoyos ciudadanos.

El representante de Centro Democrático aclaró que mediante su proyecto no se disminuyen los requisitos frente a temas como los umbrales o número de votos necesarios para la revocatoria, “pero sí hacemos una corrección del procedimiento que permitirá mayor fluidez y debido proceso” para las revocatorias, en temas como la definición de competencias de los alcaldes ad hoc.