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Los mandatarios regionales electos que llegaron al poder tienen en sus manos el gran compromiso de materializar cada una de sus ideas por las que fueron elegidos. El cómo lo harán se verá reflejado en los Planes de Desarrollo Territorial, que son las hojas de ruta de sus gobiernos para los próximos cuatro años.
Hasta finales de febrero, alcaldes y gobernadores tienen para entregar el documento final a los concejos y asambleas que deben de discutir y aprobar el articulado que condensa la mirada de territorio que se planteó cada uno desde campaña. De los que llegaron el pasado 1° a liderar las riendas de los municipios y departamentos, unos ya cuentan con la experiencia a la hora de diagnosticar y diseñar las estrategias, mientras que otros no, pues apenas se están enfrentando al gran reto de administrar y liderar.
Por eso, desde el 10 de enero de este año, el Departamento Nacional de Planeación (PND) ha visitado cada uno de los departamentos para entregar un kit de planeación territorial como guía para el diseño de las hojas de rutas de los nuevos mandatarios.
“Entregamos un conjunto de herramientas útiles para orientar y acompañar a gobernadores y alcaldes en la formulación de sus planes de desarrollo. Este kit tiene como base los tres grandes elementos constitutivos de un plan de desarrollo: diagnóstico, plan estratégico y un plan plurianual de inversiones”, explica el DNP.
Las asesorías y guías presentadas a cada mandatario tienen el objetivo de “orientar el proceso de la articulación entre la planeación y la presupuestación”, pero también desde el Gobierno Nacional pretenden compaginar el Plan Nacional de Desarrollo con las hojas de ruta departamentales y locales.
Y más allá de las banderas del presidente Iván Duque sobre equidad, legalidad y emprendimiento, la idea es que desde los territorios se lideren los pactos transversales que se planteó el Gobierno y que implican el diseño de un plan de desarrollo con enfoque de género, de paz, de jóvenes y étnico.
De cada uno de los enfoques, el kit explica la importancia de esa mirada especial a la hora de gobernar y el por qué debe de aplicarse, da las pautas de cómo construir los pactos, que implica sentarse con cada uno de los interesados a hacer un diagnóstico del estado de los temas a ahondar.
Por ejemplo, sobre el enfoque de género y étnico la recomendación es hacer un ejercicio participativo, de concertación, para incluir las peticiones de la comunidad. “Particularmente en el tema de la paz, incluimos en el diagnóstico información específica para los municipios priorizados con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Adicionalmente, tenemos la identificación de inversiones priorizadas que se pueden incluir en la parte estratégica del plan y que contribuyan a la construcción de paz”, precisa el DNP.
“Nosotros al ser un municipio PDET nos atenemos mucho a los lineamientos de estos mismos, basándonos en el kit. Hemos construido el plan de desarrollo con la comunidad y nos ha colaborado, no solamente el DNP, sino también la ESAP, la ONU, entre otras organizaciones que nos ayudaron articular cada una de las ideas con el diagnóstico del municipio”, manifestó el alcalde de Dabeiba (Antioquia), Leyton Urrego, quien también reiteró estar trabajando en imprimir a su plan el enfoque de género y étnico, ya que su municipio cuenta con 8.000 indígenas emberá katíos.
Igualmente, la alcaldesa de Santander de Quilichao (Cauca), Lucy Amparo Guzmán, explicó que a todos los municipios del departamento les entregaron el kit en un encuentro que tuvieron con el DNP. Aunque todo el material es virtual, dijo, se les asesoró sobre cómo aterrizar los indicadores nacionales en sus territorios para hacer seguimiento a las metas de resultado en los diferentes sectores (educación, vivienda, salud y más).
Con base en esta herramienta, los alcaldes y gobernadores están en la etapa final del proceso, que se convierte en su principal insumo para entender qué es lo que necesitan los ciudadanos. Por más de que las líneas estratégicas de Dabeiba y Santander de Quilichao sean distintas --el primero está priorizando la vivienda, vías y educación y el segundo la educación, inclusión social y desarrollo económico--, cada una de sus miradas tiene transversalizada los enfoques para incluir más, darles oportunidades a las mujeres, indígenas, afros, jóvenes, víctimas y desmovilizados.