Laura Gil salió de la vicecancillería para participar de la representación diplomática colombiana en Viena.
Foto: El Espectador
La situación no aguantaba más. Con solo medio año de trabajo juntos, el canciller, Álvaro Leyva, y su viceministra de asuntos multilaterales, Laura Gil, llevaban ya varios meses de tensiones debido al protagonismo que la funcionaria había adquirido tanto en el Gobierno colombiano como de cara a sus pares en la comunidad internacional. De hecho, desde antes de la posesión de Gil ya habían empezado a sentirse ciertas distancias.
Por Élber Gutiérrez Roa
Jefe de redacción y editor multimedia desde 2008. Fue editor político en Colprensa, Primerapágina.com, El Espectador, CM& y Semana.com. Ganó los premios de periodismo Rey de España (digital e investigación), SIP, Ipys-Tilac, Simón Bolívar y CPB. Máster en asuntos internacionales y especialista en asuntos políticos de la U. Externado.@elbergutierrezregutierrez@elespectador.com