Piedad Córdoba: la trayectoria y las polémicas que enfrentó la fallecida senadora
La senadora Piedad Córdoba, quien en la presente legislatura hizo parte del Pacto Histórico, falleció este sábado 20 de enero en Medellín. Estos fueron los momentos más claves de su vida política.
La vida de Piedad Córdoba transcurrió entre el liderazgo político y los cuestionamientos. Fue una de las figuras más destacadas de la izquierda colombiana por su papel activo en la defensa de las mujeres y minorías étnicas. Llegó a vivir en el exilio, estuvo secuestrada y fue clave en la resolución de una parte del conflicto armado en Colombia, lo que también le costó varios señalamientos por su cercanía con líderes de izquierda, como el fallecido exmandatario venezolano Hugo Chávez, y por presuntamente tener vínculos con la extinta guerrilla de las FARC.
En los últimos años su salud se quebrantó, tanto que para su último periodo en el Congreso -electa en 2022 por la lista del Pacto Histórico- se vio obligada a asumir su cargo como senadora desde un hospital en Medellín, Antioquia. En esa misma ciudad, falleció este 20 de enero tras un infarto, cinco días antes de su cumpleaños número 69.
Córdoba nació en una familia de educadores en la capital de Antioquia. Se graduó como abogada de la Universidad Pontificia Bolivariana en 1977, mientras también ejercía como líder comunal en los barrios de Medellín, en donde estableció una estrecha relación con el exsenador y exalcalde de Medellín, el liberal William Jaramillo. Bajo su guía, Piedad Córdoba inició su incursión en la política. Durante el periodo de Jaramillo como alcalde (1986-1988), la designó como su Secretaria Privada.
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De ese modo, la exsenadora comenzó su carrera política en el Partido Liberal, con el que obtuvo sus primeros cargos de elección popular. En 1988, ingresó al Concejo de Medellín y posteriormente ocupó una curul en la Cámara de Representantes por Antioquia, entre 1992 y 1994. Luego, heredó las banderas y la curul de su padrino político, llegando al Senado para el periodo 1994-1998. Durante estos años, también desempeñó un papel destacado en el Partido Liberal y continuó como congresista hasta 2010, cuando la Procuraduría General de la Nación la destituyó e inhabilitó por 18 años para ocupar otros cargos públicos. No obstante, en 2016, el Consejo de Estado revocó dicha decisión.
Durante su periodo como senadora, se destacó por abordar en su agenda legislativa temas relacionados con la resolución de la guerra en Colombia, especialmente sobre la salida negociada al conflicto armado, lo que le costó su libertad en 1999, cuando fue secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Aunque fue liberada luego de varias semanas de cautiverio, tomó la decisión de exiliarse en Canadá junto a su familia para preservar su seguridad e integridad. Del mismo modo, retornó a los meses a Colombia. También fueron víctimas algunos de sus cercanos, como su asesor político, Jaime Gómez Velásquez, quien desapareció en marzo de 2006 y sus restos fueron encontrados hasta abril del mismo año.
Aunque en varias ocasiones fue considerada como posible candidata presidencial por el Partido Liberal, nunca confirmó dicha aspiración y optó por la reelección como senadora. En 2010, obtuvo la votación más alta de su carrera política y la tercera más alta de la colectividad, de la que fue miembro hasta el 3 de noviembre de 2021. Renunció para unirse al Pacto Histórico y por varias diferencias con el director del partido, el expresidente César Gaviria. La exsenadora dijo en ese entonces que no quería ser contada “entre los que entierren” a un partido que le permitió hacer política con la voz de las mujeres y los negros, “y que tanto ha representado para los anhelos de cambios sociales en Colombia”. Córdoba alcanzó a ser presidenta del Partido Liberal, cargo al que llegó en diciembre de 2003.
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En el Senado, perteneció a varias comisiones, incluyendo la Comisión Quinta sobre asuntos de Minas y Energía. En su último periodo, electa en 2022 con el Pacto Histórico y con el aval de la Unión Patriótica, ocupó un puesto en la Comisión Séptima, donde alcanzó a participar en debates de proyectos gubernamentales, como la reforma pensional. A lo largo de su carrera, también estuvo en la comisión de Derechos Humanos, la de Paz y la de Relaciones Exteriores. Además, promovió proyectos en apoyo de madres comunitarias, mujeres cabeza de hogar, la comunidad afro, la comunidad LGBTIQ+ y en contra de la violencia intrafamiliar y la corrupción. Igualmente, fue parte fundamental de las campañas de Petro presidente.
Las polémicas
La cercana relación entre Piedad Córdoba y Hugo Chávez le costó varias polémicas. Esa conexión, combinada con su interlocución con las FARC y su interés en la resolución del conflicto armado colombiano a través del diálogo, generó serios señalamientos de la opinión pública y de medios de comunicación.
Pese a su oposición al gobierno de Álvaro Uribe, en 2007, Córdoba fue designada como facilitadora entre las extintas FARC y el gobierno colombiano. El objetivo de ese diálogo era lograr la liberación de personas secuestradas a cambio de la liberación de guerrilleros presos. No obstante, el gobierno de Uribe cuestionó la labor de la exsenadora, acusándola de no respetar los acuerdos y filtrar información a la guerrilla. Por eso, fue retirada de la intermediación. De todos modos, Córdoba, junto al trabajo con Hugo Chávez, logró durante ese periodo la liberación de 6 secuestrados.
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A pesar de ser apartada del trabajo de interlocución, Córdoba continuó siendo cercana a Chávez y abanderó la causa por la liberación de otros secuestrados. Además, llegaron más señalamientos por su supuesta asociación con las FARC, debido a fotografías en el Palacio de Miraflores en Caracas, en las que se le veía cercana a guerrilleros, lo que probarían su supuesta su participación en la llamada “farcpolítica”.
Posteriormente, por documentos encontrados en el computador de alias Raúl Reyes, fue nuevamente acusada por su cercanía al grupo armado, presuntamente bajo el alias de “Teodora de Bolívar”. Aun así, Córdoba siempre negó tener relación con ese seudónimo. De otro lado, en los últimos años también fue cuestionada luego de la detención de su hermano Álvaro Córdoba, por narcotráfico y otros delitos relacionados con alias Gentil Duarte. Álvaro Córdoba fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2023.
En la Corte Suprema de Justicia, Piedad Córdoba tenía unos pendientes por investigaciones relacionadas con Farcpolítica e, incluso, enriquecimiento ilícito, como lo dejó conocer la magistrada Cristina Lombana a finales del año pasado. Al tiempo, uno de sus asesores, Andrés Vásquez, le aseguró a la Fiscalía que la exsenadora sí era conocida como alias “Teodora” y que “habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran”.
Antes de fallecer este 20 de enero en Medellín, tras un complicado cuadro de salud, alcanzó también a jugar un papel fundamental en las recientes elecciones regionales, específicamente en la elección de la liberal Nubia Carolina Córdoba como nueva gobernadora del Chocó, quien es hija del excongresista Darío Córdoba, fallecido en agosto de 2003 en un accidente aéreo y quien era primo de la exsenadora Piedad Córdoba. Así pues, Piedad Córdoba fue una destacada figura política y hasta sus últimos días mantuvo una clara incidencia política, marcada por el liderazgo y la polémica.
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La vida de Piedad Córdoba transcurrió entre el liderazgo político y los cuestionamientos. Fue una de las figuras más destacadas de la izquierda colombiana por su papel activo en la defensa de las mujeres y minorías étnicas. Llegó a vivir en el exilio, estuvo secuestrada y fue clave en la resolución de una parte del conflicto armado en Colombia, lo que también le costó varios señalamientos por su cercanía con líderes de izquierda, como el fallecido exmandatario venezolano Hugo Chávez, y por presuntamente tener vínculos con la extinta guerrilla de las FARC.
En los últimos años su salud se quebrantó, tanto que para su último periodo en el Congreso -electa en 2022 por la lista del Pacto Histórico- se vio obligada a asumir su cargo como senadora desde un hospital en Medellín, Antioquia. En esa misma ciudad, falleció este 20 de enero tras un infarto, cinco días antes de su cumpleaños número 69.
Córdoba nació en una familia de educadores en la capital de Antioquia. Se graduó como abogada de la Universidad Pontificia Bolivariana en 1977, mientras también ejercía como líder comunal en los barrios de Medellín, en donde estableció una estrecha relación con el exsenador y exalcalde de Medellín, el liberal William Jaramillo. Bajo su guía, Piedad Córdoba inició su incursión en la política. Durante el periodo de Jaramillo como alcalde (1986-1988), la designó como su Secretaria Privada.
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De ese modo, la exsenadora comenzó su carrera política en el Partido Liberal, con el que obtuvo sus primeros cargos de elección popular. En 1988, ingresó al Concejo de Medellín y posteriormente ocupó una curul en la Cámara de Representantes por Antioquia, entre 1992 y 1994. Luego, heredó las banderas y la curul de su padrino político, llegando al Senado para el periodo 1994-1998. Durante estos años, también desempeñó un papel destacado en el Partido Liberal y continuó como congresista hasta 2010, cuando la Procuraduría General de la Nación la destituyó e inhabilitó por 18 años para ocupar otros cargos públicos. No obstante, en 2016, el Consejo de Estado revocó dicha decisión.
Durante su periodo como senadora, se destacó por abordar en su agenda legislativa temas relacionados con la resolución de la guerra en Colombia, especialmente sobre la salida negociada al conflicto armado, lo que le costó su libertad en 1999, cuando fue secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Aunque fue liberada luego de varias semanas de cautiverio, tomó la decisión de exiliarse en Canadá junto a su familia para preservar su seguridad e integridad. Del mismo modo, retornó a los meses a Colombia. También fueron víctimas algunos de sus cercanos, como su asesor político, Jaime Gómez Velásquez, quien desapareció en marzo de 2006 y sus restos fueron encontrados hasta abril del mismo año.
Aunque en varias ocasiones fue considerada como posible candidata presidencial por el Partido Liberal, nunca confirmó dicha aspiración y optó por la reelección como senadora. En 2010, obtuvo la votación más alta de su carrera política y la tercera más alta de la colectividad, de la que fue miembro hasta el 3 de noviembre de 2021. Renunció para unirse al Pacto Histórico y por varias diferencias con el director del partido, el expresidente César Gaviria. La exsenadora dijo en ese entonces que no quería ser contada “entre los que entierren” a un partido que le permitió hacer política con la voz de las mujeres y los negros, “y que tanto ha representado para los anhelos de cambios sociales en Colombia”. Córdoba alcanzó a ser presidenta del Partido Liberal, cargo al que llegó en diciembre de 2003.
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En el Senado, perteneció a varias comisiones, incluyendo la Comisión Quinta sobre asuntos de Minas y Energía. En su último periodo, electa en 2022 con el Pacto Histórico y con el aval de la Unión Patriótica, ocupó un puesto en la Comisión Séptima, donde alcanzó a participar en debates de proyectos gubernamentales, como la reforma pensional. A lo largo de su carrera, también estuvo en la comisión de Derechos Humanos, la de Paz y la de Relaciones Exteriores. Además, promovió proyectos en apoyo de madres comunitarias, mujeres cabeza de hogar, la comunidad afro, la comunidad LGBTIQ+ y en contra de la violencia intrafamiliar y la corrupción. Igualmente, fue parte fundamental de las campañas de Petro presidente.
Las polémicas
La cercana relación entre Piedad Córdoba y Hugo Chávez le costó varias polémicas. Esa conexión, combinada con su interlocución con las FARC y su interés en la resolución del conflicto armado colombiano a través del diálogo, generó serios señalamientos de la opinión pública y de medios de comunicación.
Pese a su oposición al gobierno de Álvaro Uribe, en 2007, Córdoba fue designada como facilitadora entre las extintas FARC y el gobierno colombiano. El objetivo de ese diálogo era lograr la liberación de personas secuestradas a cambio de la liberación de guerrilleros presos. No obstante, el gobierno de Uribe cuestionó la labor de la exsenadora, acusándola de no respetar los acuerdos y filtrar información a la guerrilla. Por eso, fue retirada de la intermediación. De todos modos, Córdoba, junto al trabajo con Hugo Chávez, logró durante ese periodo la liberación de 6 secuestrados.
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A pesar de ser apartada del trabajo de interlocución, Córdoba continuó siendo cercana a Chávez y abanderó la causa por la liberación de otros secuestrados. Además, llegaron más señalamientos por su supuesta asociación con las FARC, debido a fotografías en el Palacio de Miraflores en Caracas, en las que se le veía cercana a guerrilleros, lo que probarían su supuesta su participación en la llamada “farcpolítica”.
Posteriormente, por documentos encontrados en el computador de alias Raúl Reyes, fue nuevamente acusada por su cercanía al grupo armado, presuntamente bajo el alias de “Teodora de Bolívar”. Aun así, Córdoba siempre negó tener relación con ese seudónimo. De otro lado, en los últimos años también fue cuestionada luego de la detención de su hermano Álvaro Córdoba, por narcotráfico y otros delitos relacionados con alias Gentil Duarte. Álvaro Córdoba fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2023.
En la Corte Suprema de Justicia, Piedad Córdoba tenía unos pendientes por investigaciones relacionadas con Farcpolítica e, incluso, enriquecimiento ilícito, como lo dejó conocer la magistrada Cristina Lombana a finales del año pasado. Al tiempo, uno de sus asesores, Andrés Vásquez, le aseguró a la Fiscalía que la exsenadora sí era conocida como alias “Teodora” y que “habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran”.
Antes de fallecer este 20 de enero en Medellín, tras un complicado cuadro de salud, alcanzó también a jugar un papel fundamental en las recientes elecciones regionales, específicamente en la elección de la liberal Nubia Carolina Córdoba como nueva gobernadora del Chocó, quien es hija del excongresista Darío Córdoba, fallecido en agosto de 2003 en un accidente aéreo y quien era primo de la exsenadora Piedad Córdoba. Así pues, Piedad Córdoba fue una destacada figura política y hasta sus últimos días mantuvo una clara incidencia política, marcada por el liderazgo y la polémica.
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