¿Quién es Leonor Zalabata, primera indígena que representa a Colombia ante la ONU?
Desde los años 80, Zalabata ha buscado restablecer la dignidad de los pueblos indígenas en Colombia, sobre todo los de las comunidades arhuacas. Además, ayudó a redactar la Constitución del 91, para que reconociera los derechos de estas comunidades. Ahora es la designada por el presidente Gustavo Petro para representar a Colombia antes las Naciones Unidas.
La violencia y la discriminación motivaron a Leonor Zalabata en su defensa de los pueblos originarios. Ahora se convertirá en la primera indígena que represente a Colombia ante la ONU en Nueva York. Asegura que el presidente izquierdista Gustavo Petro la tomó por sorpresa al designarla.
¿De donde viene Leonor Zalabata?
Zalabata, o Guneywya en su idioma natal arhuaco, defiende desde niña los derechos humanos, la naturaleza y las comunidades indígenas en medio del sangriento conflicto armado colombiano de más de medio siglo. Sus luchas le han valido prestigio internacional pero también amenazas, en uno de los países más peligrosos para los activistas ambientales.
En la década de los ochenta, Zalabata participó en la expulsión de la orden religiosa capuchina que por más de 65 años se impuso como enseñanza en las escuelas arhuacas. Les prohibían hablar su lengua y practicar sus ritos ancestrales. Años más tarde ayudó a redactar la Constitución de 1991, a partir de la cual los indígenas dejaron de ser considerados como “salvajes”.
Nunca antes un indígena había ocupado un puesto diplomático tan alto en Colombia. Zalabata aspira a ser la voz de las casi 90 comunidades originarias que representan el 4,4% de los 50 millones de habitantes del país.
La violencia y la discriminación motivaron a Leonor Zalabata en su defensa de los pueblos originarios. Ahora se convertirá en la primera indígena que represente a Colombia ante la ONU en Nueva York. Asegura que el presidente izquierdista Gustavo Petro la tomó por sorpresa al designarla.
¿De donde viene Leonor Zalabata?
Zalabata, o Guneywya en su idioma natal arhuaco, defiende desde niña los derechos humanos, la naturaleza y las comunidades indígenas en medio del sangriento conflicto armado colombiano de más de medio siglo. Sus luchas le han valido prestigio internacional pero también amenazas, en uno de los países más peligrosos para los activistas ambientales.
En la década de los ochenta, Zalabata participó en la expulsión de la orden religiosa capuchina que por más de 65 años se impuso como enseñanza en las escuelas arhuacas. Les prohibían hablar su lengua y practicar sus ritos ancestrales. Años más tarde ayudó a redactar la Constitución de 1991, a partir de la cual los indígenas dejaron de ser considerados como “salvajes”.
Nunca antes un indígena había ocupado un puesto diplomático tan alto en Colombia. Zalabata aspira a ser la voz de las casi 90 comunidades originarias que representan el 4,4% de los 50 millones de habitantes del país.