¿Quién fue Roberto Gerlein, el eterno congresista?
El exsenador murió este jueves, en vísperas de Navidad, en Barranquilla. Él ocupó casi por 50 años una curul en el Senado. Es recordado por su gran oratoria y, a la vez, por sus intervenciones homofóbicas.
En la historia reciente del país, Roberto Gerlein Echavaría marcó un récord: ser el congresista que por más años ocupó un asiento en el Capitolio. Casi logró estar en el Legislativo cinco décadas, donde vio el renacer del país a través de una nueva Constitución en 1991 y se tramitaron los proyectos productos del histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.
Lea más: Murió en Barranquilla el exsenador conservador Roberto Gerlein.
El recuerdo por su paso en el Congreso viene tras ser confirmada su muerte este jueves, en vísperas de Navidad, a sus 83 años. ¿Qué hizo Gerlein Echavaría en casi 50 años dedicado al trabajo legislativo?
Primero hay que hablar de su origen y su familia que ocupa un lugar importante en la sociedad barranquillera. Es más, los Gerlein son considerados como una de las casas políticas de la capital del Atlántico, junto a los Name y los Char. Y son reconocidos por contar con empresas contratitas con los entes territoriales del norte del país.
Este componente ayudó a apalancar al mayor de los Gerlein Echavarría a llegar al Congreso a través del Partido Conservador en 1968, donde estuvo en la Cámara de Representantes. Antes de su irrupción en la escena nacional, se desempeñó como secretario de la Alcaldía de Barranquilla, juez y concejal. En 1973, cuando era congresista, fue designado embajador de Colombia ante Naciones Unidas.
En 1974 dio el salto al Senado, corporación que no dejaría hasta 2018. Sin embargo, hasta 1978 se fue y volvió a su curul, pues en ese entonces era normal que los titulares de las curules las dejaran temporalmente por algún nombramiento en el Ejecutivo. Esta práctica fue prohibida con la Constitución de 1991.
Entre 1974 y 1975 se apartó de las funciones legislativas para liderar la Gobernación del Atlántico, volvió a su curul y la dejó temporalmente entre 1982 y 1983, cuando fue nombrado ministro de Desarrollo Económico, en el gobierno de Belisario Betancur. Según el portal Congreso Visible, fue coautor de 42 proyectos de ley, de los que se cuentan el Código de Responsabilidad Jurídica por Daños Ambientales, regulación a las encuestadoras, microcréditos para poblaciones de escasos recursos, prima de vacaciones, entre otros.
Durante sus años en el Congreso, se le reconoció su capacidad de oratoria. “Yo creo que fue el mejor que tuvo el Legislativo”, dijo el senador conservador Efraín Cepeda, que fue colega de Gerlein por muchos años, y lo recuerda como el hombre del “verbo brillante”. Igual sentido manifestó el Partido Conservador, que destacó en él un defensor del pensamiento conservador.
Sin embargo, su capacidad de oratoria fue cuestionada por intervenciones homofóbicas que hizo en debates. En 2012, durante la discusión de un proyecto sobre matrimonio igualitario, Gerlein dijo que el sexo entre parejas del mismo sexo es “sucio, asqueroso, excremental, merece repudio”.
Al responder a las críticas, Gerlein le dijo en ese entonces a El Espectador: “Manifesté mi condición de conservador y las creencias de mi partido, que rechazab el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido y el matrimonio entre las parejas del mismo sexo”.
En ese sentido siguió diciendo que el matrimonio gay es inmoral porque “en mis creencias el matrimonio tiene como objetivo fundamental la procreación. En el matrimonio gay no se pueden tener hijos. Es absolutamente imposible por razones naturales. El matrimonio gay contradice la naturaleza”.
Y al ser interpelado por usar el argumento religioso en el marco de debates políticos, en un estado laico, se defendía diciendo: “Gandhi decía que la política hacía parte de la religión, y quien no supiera de este postulado ni sabía de política, ni entendía de religión”.
Tras decidir no volver a aspirar al Congreso en 2018, por motivos de salud, la que tenía el legado de ocupar su curul era Aida Merlano, condenada por corrupción electoral, y quien salpicó a su hermano Julio Gerlein. Él fue imputado por los delitos concierto para delinquir en calidad de financiador, corrupción al sufragante y violación de los topes electorales establecidos por el Consejo Nacional Electoral.
Roberto Gerlein murió después de varios de presentar problemas de salud vinculados a sus riñones y corazón.
En la historia reciente del país, Roberto Gerlein Echavaría marcó un récord: ser el congresista que por más años ocupó un asiento en el Capitolio. Casi logró estar en el Legislativo cinco décadas, donde vio el renacer del país a través de una nueva Constitución en 1991 y se tramitaron los proyectos productos del histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.
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El recuerdo por su paso en el Congreso viene tras ser confirmada su muerte este jueves, en vísperas de Navidad, a sus 83 años. ¿Qué hizo Gerlein Echavaría en casi 50 años dedicado al trabajo legislativo?
Primero hay que hablar de su origen y su familia que ocupa un lugar importante en la sociedad barranquillera. Es más, los Gerlein son considerados como una de las casas políticas de la capital del Atlántico, junto a los Name y los Char. Y son reconocidos por contar con empresas contratitas con los entes territoriales del norte del país.
Este componente ayudó a apalancar al mayor de los Gerlein Echavarría a llegar al Congreso a través del Partido Conservador en 1968, donde estuvo en la Cámara de Representantes. Antes de su irrupción en la escena nacional, se desempeñó como secretario de la Alcaldía de Barranquilla, juez y concejal. En 1973, cuando era congresista, fue designado embajador de Colombia ante Naciones Unidas.
En 1974 dio el salto al Senado, corporación que no dejaría hasta 2018. Sin embargo, hasta 1978 se fue y volvió a su curul, pues en ese entonces era normal que los titulares de las curules las dejaran temporalmente por algún nombramiento en el Ejecutivo. Esta práctica fue prohibida con la Constitución de 1991.
Entre 1974 y 1975 se apartó de las funciones legislativas para liderar la Gobernación del Atlántico, volvió a su curul y la dejó temporalmente entre 1982 y 1983, cuando fue nombrado ministro de Desarrollo Económico, en el gobierno de Belisario Betancur. Según el portal Congreso Visible, fue coautor de 42 proyectos de ley, de los que se cuentan el Código de Responsabilidad Jurídica por Daños Ambientales, regulación a las encuestadoras, microcréditos para poblaciones de escasos recursos, prima de vacaciones, entre otros.
Durante sus años en el Congreso, se le reconoció su capacidad de oratoria. “Yo creo que fue el mejor que tuvo el Legislativo”, dijo el senador conservador Efraín Cepeda, que fue colega de Gerlein por muchos años, y lo recuerda como el hombre del “verbo brillante”. Igual sentido manifestó el Partido Conservador, que destacó en él un defensor del pensamiento conservador.
Sin embargo, su capacidad de oratoria fue cuestionada por intervenciones homofóbicas que hizo en debates. En 2012, durante la discusión de un proyecto sobre matrimonio igualitario, Gerlein dijo que el sexo entre parejas del mismo sexo es “sucio, asqueroso, excremental, merece repudio”.
Al responder a las críticas, Gerlein le dijo en ese entonces a El Espectador: “Manifesté mi condición de conservador y las creencias de mi partido, que rechazab el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido y el matrimonio entre las parejas del mismo sexo”.
En ese sentido siguió diciendo que el matrimonio gay es inmoral porque “en mis creencias el matrimonio tiene como objetivo fundamental la procreación. En el matrimonio gay no se pueden tener hijos. Es absolutamente imposible por razones naturales. El matrimonio gay contradice la naturaleza”.
Y al ser interpelado por usar el argumento religioso en el marco de debates políticos, en un estado laico, se defendía diciendo: “Gandhi decía que la política hacía parte de la religión, y quien no supiera de este postulado ni sabía de política, ni entendía de religión”.
Tras decidir no volver a aspirar al Congreso en 2018, por motivos de salud, la que tenía el legado de ocupar su curul era Aida Merlano, condenada por corrupción electoral, y quien salpicó a su hermano Julio Gerlein. Él fue imputado por los delitos concierto para delinquir en calidad de financiador, corrupción al sufragante y violación de los topes electorales establecidos por el Consejo Nacional Electoral.
Roberto Gerlein murió después de varios de presentar problemas de salud vinculados a sus riñones y corazón.