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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo en una entrevista con EFE, que una victoria electoral de Juan Manuel Santos, el candidato uribista a la Presidencia de Colombia, supondría un problema para las relaciones bilaterales por la orden de prisión emitida en su contra por la justicia ecuatoriana.
"Por supuesto que va a ser un problema. Yo no quiero inmiscuirme en las elecciones colombianas, les deseo el mayor de los éxitos, que sea una fiesta democrática, pero es innegable que va a ser un problema", señaló Correa.
No obstante, agregó: "Quiero dejar muy claro que en Ecuador hay independencia de poderes. No tengo nada que ver con la justicia. La justicia actúa por cuenta propia, pero estoy de acuerdo con la investigación de un delito".
En este contexto, explicó que la justicia de Ecuador "tiene la obligación de investigar el tremendo delito que ocurrió el 1 de marzo de 2008 en suelo ecuatoriano", cuando aviones militares colombianos bombardearon un campamento de la guerrilla de las Farc en el que murió el "número dos" Raúl Reyes y otras 25 personas, entre ellas un ciudadano ecuatoriano.
Un juez de Ecuador que investiga esos hechos cursó una orden de prisión contra Juan Manuel Santos, que era ministro de Defensa de Colombia cuando tuvo lugar el bombardeo.
Correa justificó el incremento del gasto militar en la conflictividad del país vecino y afirmó que cuando llegó al Gobierno no funcionaban "ni los radares".
"Tenemos una guerra civil en Colombia que está afectando tremendamente a Ecuador. Tenemos que tener radares para que no nos vuelvan a bombardear como en marzo de 2008. Tenemos que tener telecomunicaciones para que nuestros soldados no sean masacrados por fuerzas regulares o más bien irregulares colombianas. ¿Qué podemos hacer si vivimos al lado de un país con tremendos conflictos, que afectan a la región", señaló.
Preguntado también sobre las elecciones que se celebrarán en Brasil y que supondrán la salida del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Correa afirmó que "Lula ha sido un líder extraordinario y será irreemplazable" en cuanto a su papel en América del Sur.
No obstante agregó que considera que la marcha de Lula "no afectará al proceso de integración en América Latina, particularmente en Sudamérica, aunque en lo personal será una gran pérdida no tenerlo en el equipo, porque ha sido un aporte extraordinario".