“Generaría inestabilidad”: así reaccionó el país político a posible Constituyente
Juan Fernando Cristo, en su primera declaración como ministro del Interior, le abrió la puerta a que en Colombia se realice una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
Desde la Casa de Nariño, el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que uno de sus propósitos en esa posición será la de fomentar un diálogo nacional en aras de evaluar la posibilidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente.
Dijo que se realizará la “búsqueda de un acuerdo nacional de verdad que permita explorar hacia el futuro la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente bajo los parámetros de la Constitución del 91″.
Se trata de una tarea que, dijo, surgió tras extensas conversaciones con el presidente Gustavo Petro, cuando le pidió que ocupara el cargo en reemplazo de Luis Fernando Velasco. Desde hace ya varios meses, el mandatario ha hablado de “convocar el poder constituyente”, aunque también, en repetidas ocasiones, negó que la única forma de hacerlo fuera con una asamblea.
Si se llega a buen término en los diálogos nacionales, la Asamblea Constituyente no se convocaría durante la presidencia de Petro, sino en la de su sucesor a partir de 2026.
Reacciones mixtas: voces a favor y en contra de la Constituyente
Es de anotar que, antes de que fuera nombrado ministro, Cristo había rechazado la propuesta también. El pasado 29 de mayo, a través de X, calificó la propuesta de ser “inviable”.
Pese a que la Asamblea Constituyente es apenas una posibilidad, el llamado ya ha generado reacciones. El expresidente Iván Duque aseguró que un proceso como ese generaría incertidumbre en el país.
“Una Asamblea Nacional Constituyente tiene como objetivo perpetuar en el poder al actual gobierno y al Pacto Histórico. El tal “Acuerdo Nacional” es una fachada para provocar una ruptura institucional”, afirmó. Y agregó que las altas cortes y el Congreso deberían bloquear tal posibilidad, asegurando que sería “seguir el camino hacia el modelo chavista”.
Otro quien rechazó la idea de tal convocatoria fue el representante a la Cámara por el Centro Democrático José Jaime Uscátegui. “Lo que Gustavo Petro busca hacer con nuestra democracia es una burla hacia sus electores y el país, después de jurar en mármol y hasta en notaría que no utilizaría esta vía”.
Carlos Fernando Motoa, senador de Cambio Radical, cuestionó la viabilidad de la Constituyente y dijo que, desde el Congreso, buscará frenar la propuesta. “A quién le cabe en la cabeza convocar una Asamblea Nacional Constituyente diferida en el tiempo a dos o tres años, que sólo asumiría funciones cuando se elija el nuevo Presidente y el siguiente Congreso? ¡No es lo adecuado!”.
Similar fue la postura del también congresista Miguel Uribe Turbay quien aseguró que “si Cristo promueve una constituyente de acuerdo a la ley, no tendrá ni el apoyo político ni popular. Será vencido en el Congreso”.
También lo rechazó el exministro de Justicia Wilson Ruiz, quien hizo un llamado a “todos aquellos que respetamos la democracia y la libertad a defender nuestra constitución y no permitir este atropello legal”.
La convocatoria de una Constituyente no cuenta con alta popularidad. En la última Encuesta Polimétrica, 61 % de los encuestados respondieron estar en desacuerdo con que esta sea convocada.
Ahora, también ha habido voces que ya han manifestado su respaldo a la idea del diálogo nacional planteado por Petro y por Cristo.
El senador Iván Cepeda celebró que se abra “la posibilidad de materializar un acuerdo nacional, bien sea a través de un proceso de concertación que finalice en una Asamblea Nacional Constituyente o de otra figura política. Pero lo fundamental es que se abra un diálogo”.
La recién anunciada ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, dijo en una reciente entrevista en Blu Radio que, aunque tiene dudas, estará atenta a cómo se explica desde Presidencia. También, que “el tema de la Asamblea Constituyente yo creo que ya está resuelto por la misma Constitución”.
Aunque aún falta para que se pueda concretar una Constituyente, resulta claro que el país político se volcará a discutirla. Eso, en medio de las discusiones legislativas de las reformas de Petro y la cada vez más próxima campaña presidencial de 2026.
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Desde la Casa de Nariño, el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que uno de sus propósitos en esa posición será la de fomentar un diálogo nacional en aras de evaluar la posibilidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente.
Dijo que se realizará la “búsqueda de un acuerdo nacional de verdad que permita explorar hacia el futuro la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente bajo los parámetros de la Constitución del 91″.
Se trata de una tarea que, dijo, surgió tras extensas conversaciones con el presidente Gustavo Petro, cuando le pidió que ocupara el cargo en reemplazo de Luis Fernando Velasco. Desde hace ya varios meses, el mandatario ha hablado de “convocar el poder constituyente”, aunque también, en repetidas ocasiones, negó que la única forma de hacerlo fuera con una asamblea.
Si se llega a buen término en los diálogos nacionales, la Asamblea Constituyente no se convocaría durante la presidencia de Petro, sino en la de su sucesor a partir de 2026.
Reacciones mixtas: voces a favor y en contra de la Constituyente
Es de anotar que, antes de que fuera nombrado ministro, Cristo había rechazado la propuesta también. El pasado 29 de mayo, a través de X, calificó la propuesta de ser “inviable”.
Pese a que la Asamblea Constituyente es apenas una posibilidad, el llamado ya ha generado reacciones. El expresidente Iván Duque aseguró que un proceso como ese generaría incertidumbre en el país.
“Una Asamblea Nacional Constituyente tiene como objetivo perpetuar en el poder al actual gobierno y al Pacto Histórico. El tal “Acuerdo Nacional” es una fachada para provocar una ruptura institucional”, afirmó. Y agregó que las altas cortes y el Congreso deberían bloquear tal posibilidad, asegurando que sería “seguir el camino hacia el modelo chavista”.
Otro quien rechazó la idea de tal convocatoria fue el representante a la Cámara por el Centro Democrático José Jaime Uscátegui. “Lo que Gustavo Petro busca hacer con nuestra democracia es una burla hacia sus electores y el país, después de jurar en mármol y hasta en notaría que no utilizaría esta vía”.
Carlos Fernando Motoa, senador de Cambio Radical, cuestionó la viabilidad de la Constituyente y dijo que, desde el Congreso, buscará frenar la propuesta. “A quién le cabe en la cabeza convocar una Asamblea Nacional Constituyente diferida en el tiempo a dos o tres años, que sólo asumiría funciones cuando se elija el nuevo Presidente y el siguiente Congreso? ¡No es lo adecuado!”.
Similar fue la postura del también congresista Miguel Uribe Turbay quien aseguró que “si Cristo promueve una constituyente de acuerdo a la ley, no tendrá ni el apoyo político ni popular. Será vencido en el Congreso”.
También lo rechazó el exministro de Justicia Wilson Ruiz, quien hizo un llamado a “todos aquellos que respetamos la democracia y la libertad a defender nuestra constitución y no permitir este atropello legal”.
La convocatoria de una Constituyente no cuenta con alta popularidad. En la última Encuesta Polimétrica, 61 % de los encuestados respondieron estar en desacuerdo con que esta sea convocada.
Ahora, también ha habido voces que ya han manifestado su respaldo a la idea del diálogo nacional planteado por Petro y por Cristo.
El senador Iván Cepeda celebró que se abra “la posibilidad de materializar un acuerdo nacional, bien sea a través de un proceso de concertación que finalice en una Asamblea Nacional Constituyente o de otra figura política. Pero lo fundamental es que se abra un diálogo”.
La recién anunciada ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, dijo en una reciente entrevista en Blu Radio que, aunque tiene dudas, estará atenta a cómo se explica desde Presidencia. También, que “el tema de la Asamblea Constituyente yo creo que ya está resuelto por la misma Constitución”.
Aunque aún falta para que se pueda concretar una Constituyente, resulta claro que el país político se volcará a discutirla. Eso, en medio de las discusiones legislativas de las reformas de Petro y la cada vez más próxima campaña presidencial de 2026.
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