Reacciones políticas a la compra de tierras a Fedegán: “no agradecer a Lafaurie”
Desde varios sectores se celebró la compra en favor de la reforma agraria, pero algunos dicen que no era necesaria.
El Ministerio de Agricultura, en cabeza de la ministra Cecilia López, anunció ayer la compra de tres millones de hectáreas de tierra a la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para adjudicar a campesinos sin tierra o con tierra insuficiente.
Esto haría parte de la reforma agraria que viene adelantado el Gobierno de Gustavo Petro. “Con el ofrecimiento de Fedegán arranca el tercer componente de la reforma agraria. Ya teníamos el primero que es la titulación, con más de 600 mil. Y el segundo es el arrendamiento de 125 mil hectáreas para organizaciones campesinas por parte de la Sociedad de Activos Especiales (SAE)”, dijo López.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Al respecto, muchos celebraron el acuerdo ante lo que sería la profundización en la solución al problema de tierras que ha habido en Colombia, que quedó establecido en el primer punto del Acuerdo de Paz de 2016, al ser un tema central en la prolongación del conflicto armado en el país.
Para que ese acuerdo fuera posible, fue necesaria la voluntad de los ganaderos, liderados por José Felix Lafaurie. Precisamente, la ministra dijo que “debemos agradecerle, en nombre del país. El presidente de Fedegán ha hecho labor extraordinaria y queremos reconocer que es una señal para que ese sector apoye al Gobierno”, dijo López.
(Lea: “Se aplazó firma de compra de tierras entre Gobierno y Fedegán por agenda de Petro”)
Al respecto, si bien desde el Gobierno se celebró la negociación: hasta el presidente Petro lo llamó “un acuerdo histórico”, otros sectores políticos, especialmente desde el centro cuestionaron que la forma de hacer realidad la reforma sea a través de lo que llamaron “la compra de tierras presuntamente despojadas”.
La senadora y defensora de los derechos de los animales, Andrea Padilla (Alianza Verde), dijo que, aunque entiende “la necesidad de esta compra de tierras para materializar los Acuerdos de Paz, (aunque muchas de ellas hayan sido, quizás, arrebatadas)”, no está de acuerdo con que se afirme que “el país le agradece a Lafaurie. No se equivoque ministra”, dijo.
De forma similar se manifestó la alcaldesa de Bogotá Claudia López quien señaló: “No hay recursos asegurados para primera infancia, educación, ni transporte público, pero ¿sí hay tres billones para Fedegán?. La paz es que los despojadores ofrezcan verdad, justicia y reparación. No que les den impunidad y de ñapa plata de nuestros impuestos”.
Juan Camilo Restrepo Salazar, ministro de Agricultura en la época de las negociaciones de Juan Manuel Santos, dijo que negociar con Lafaurie es “una vergüenza”, pues la reforma agraria no se puede apoyar en “las cuestionadas muletas de Fedegán”
Otro que dijo lo mismo fue el senador Humberto de la Calle, quien lideró la delegación del gobierno Santos en los Acuerdos de La Habana. “Buen punto el encuentro entre el Gobierno y los ganaderos. Pero no se pueden olvidar los mecanismos del Fondo Nacional de Tierras para incorporar baldíos, tierras inexplotadas y de extinción judicial para llegar a los 3 millones de hectáreas que se prometieron”.
De acuerdo con de la Calle, no era necesario acordar esa compra pues en 2016, cuando se firmó ese acuerdo “partimos de la base de que entre el 40% y el 50% podía ingresar recuperando tierra mal habida. Gratis. Hubo estudios técnicos. ¿Por qué se habla de comprar los tres millones del Fondo de Tierras?”, dijo el exjefe negociador de paz en su cuenta de Twitter.
Pese a eso, hubo muy buenas reacciones también, incluyendo otras de personas vinculadas a ese proceso como la senadora y firmante Sandra Ramírez, quien aplaudió la noticia y dijo que es correcto comprarlas “para entregárselas al campesinado para producirlas. De esta manera se empieza a materializar la implementación del punto 1 del Acuerdo de Paz: Reforma Rural Integral”, dijo.
El Ministerio de Agricultura, en cabeza de la ministra Cecilia López, anunció ayer la compra de tres millones de hectáreas de tierra a la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para adjudicar a campesinos sin tierra o con tierra insuficiente.
Esto haría parte de la reforma agraria que viene adelantado el Gobierno de Gustavo Petro. “Con el ofrecimiento de Fedegán arranca el tercer componente de la reforma agraria. Ya teníamos el primero que es la titulación, con más de 600 mil. Y el segundo es el arrendamiento de 125 mil hectáreas para organizaciones campesinas por parte de la Sociedad de Activos Especiales (SAE)”, dijo López.
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Al respecto, muchos celebraron el acuerdo ante lo que sería la profundización en la solución al problema de tierras que ha habido en Colombia, que quedó establecido en el primer punto del Acuerdo de Paz de 2016, al ser un tema central en la prolongación del conflicto armado en el país.
Para que ese acuerdo fuera posible, fue necesaria la voluntad de los ganaderos, liderados por José Felix Lafaurie. Precisamente, la ministra dijo que “debemos agradecerle, en nombre del país. El presidente de Fedegán ha hecho labor extraordinaria y queremos reconocer que es una señal para que ese sector apoye al Gobierno”, dijo López.
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Al respecto, si bien desde el Gobierno se celebró la negociación: hasta el presidente Petro lo llamó “un acuerdo histórico”, otros sectores políticos, especialmente desde el centro cuestionaron que la forma de hacer realidad la reforma sea a través de lo que llamaron “la compra de tierras presuntamente despojadas”.
La senadora y defensora de los derechos de los animales, Andrea Padilla (Alianza Verde), dijo que, aunque entiende “la necesidad de esta compra de tierras para materializar los Acuerdos de Paz, (aunque muchas de ellas hayan sido, quizás, arrebatadas)”, no está de acuerdo con que se afirme que “el país le agradece a Lafaurie. No se equivoque ministra”, dijo.
De forma similar se manifestó la alcaldesa de Bogotá Claudia López quien señaló: “No hay recursos asegurados para primera infancia, educación, ni transporte público, pero ¿sí hay tres billones para Fedegán?. La paz es que los despojadores ofrezcan verdad, justicia y reparación. No que les den impunidad y de ñapa plata de nuestros impuestos”.
Juan Camilo Restrepo Salazar, ministro de Agricultura en la época de las negociaciones de Juan Manuel Santos, dijo que negociar con Lafaurie es “una vergüenza”, pues la reforma agraria no se puede apoyar en “las cuestionadas muletas de Fedegán”
Otro que dijo lo mismo fue el senador Humberto de la Calle, quien lideró la delegación del gobierno Santos en los Acuerdos de La Habana. “Buen punto el encuentro entre el Gobierno y los ganaderos. Pero no se pueden olvidar los mecanismos del Fondo Nacional de Tierras para incorporar baldíos, tierras inexplotadas y de extinción judicial para llegar a los 3 millones de hectáreas que se prometieron”.
De acuerdo con de la Calle, no era necesario acordar esa compra pues en 2016, cuando se firmó ese acuerdo “partimos de la base de que entre el 40% y el 50% podía ingresar recuperando tierra mal habida. Gratis. Hubo estudios técnicos. ¿Por qué se habla de comprar los tres millones del Fondo de Tierras?”, dijo el exjefe negociador de paz en su cuenta de Twitter.
Pese a eso, hubo muy buenas reacciones también, incluyendo otras de personas vinculadas a ese proceso como la senadora y firmante Sandra Ramírez, quien aplaudió la noticia y dijo que es correcto comprarlas “para entregárselas al campesinado para producirlas. De esta manera se empieza a materializar la implementación del punto 1 del Acuerdo de Paz: Reforma Rural Integral”, dijo.