Gobierno sacrificó proyectos para dejar viva reforma a la salud en cierre de Congreso

El Gobierno del presidente Gustavo Petro tuvo que tomar decisiones de última hora para salvar una iniciativa prioritaria para el corazón de la Casa de Nariño. En la última jornada ordinaria del Congreso se vio forzado a priorizar la reforma a la salud sobre la política, ya que el Legislativo no quiso caminarles a ambas.

El Gobierno del presidente Gustavo Petro tuvo que tomar decisiones de última hora para salvar una iniciativa prioritaria para el corazón de la Casa de Nariño. En la última jornada ordinaria del Congreso se vio forzado a priorizar la reforma a la salud sobre la política, ya que el Legislativo no quiso caminarles a ambas.

Las dos más importantes apuestas del Ejecutivo en el cierre del periodo le sirvieron al Congreso para responder a la hostilidad del jefe de Estado, quien, incluso, llamó “malditos” a los parlamentarios por no aprobar su ley de financiamiento.

El Legislativo decidió mostrar que tiene la capacidad de responder a las declaraciones del presidente no votando sus proyectos. Casi de manera paralela, mientras la plenaria de la Cámara -que hasta hace poco siempre fue un terreno fértil para el Gobierno- votaba una proposición que buscaba que se aplazara la discusión de la reforma a la salud, en la del Senado se cayó por falta de quórum la reforma política, dado que solo había 50 senadores presentes, debajo de los 53 necesarios para tomar decisiones.

Al cierre de este artículo, el presidente, quien estaba en un viaje diplomático a México, no se había pronunciado. Sin embargo, en otras ocasiones cuando el Congreso se ha opuesto a sus proyectos, los ha acusado, incluso, de querer gestar un “golpe blando” en su contra y de no discutir sus proyectos por motivos más políticos que técnicos.

El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, llegó desde temprano al Capitolio para estar atento a la discusión de las dos iniciativas. Sin embargo, la reforma política no estuvo en las prioridades del Senado. Tanto, que se hundió al no superar su cuarto debate -como debe ocurrir con los actos legislativos-, porque cuando ya se acercaba el momento de votarlo, el quórum se desarmó.

Además, desde el comienzo hubo reveses. En el orden del día de la plenaria de este lunes, el octavo punto era la reforma. Pero al comienzo de la jornada se acordó que pasara hasta el décimo, demorando, aún más, la discusión en el primer día de novenas en Colombia. La sesión empezó sobre las 11 de la mañana, y, desde el arranque, el ministro estuvo presente en el recinto.

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Era tal la prioridad, que los asesores del ministro se acercaban a los senadores del Pacto Histórico que, por una u otra razón, salían del recinto para preguntarles si volverían. Su tarea, como les decían a los congresistas, era garantizar que el quórum se mantuviera para llegar a la reforma política.

Pero si en el recinto del Senado llovía, en el Salón Elíptico no escampaba. Sobre las 4:00 p.m., y a paso rápido, Cristo salió del Senado con rumbo a la Cámara, que llevaba cerca de una hora de haber empezado a sesionar. Mientras avanzaba el orden del día de la cámara alta, dijo, quería ver en qué estaba la reforma a la salud. Y, entre todas, fue una decisión que logró evitar un fracaso mayor.

La discusión de los representantes empezó con una proposición para que se aplazara hasta febrero del año entrante la discusión de la reforma a la salud. Entre quienes más impulsaron la movida, que se cocinó en las horas previas a la plenaria, estuvieron Jennifer Pedraza (Dignidad y Compromiso), Catherine Juvinao (Alianza Verde), Jhon Jairo Berrío (Centro Democrático) y Andrés Forero (Centro Democrático). En plata blanca, si se hubiera aprobado, habría quedado sin piso el decreto para citar a sesiones extras, toda vez que estas -que irán hasta el próximo jueves, 19 de diciembre- serán solo para la reforma a la salud.

Fue tal el incendio que apagó, que a Cristo se le notó exaltado hablándole a los representantes. En un momento, los llamó a actuar con “responsabilidad y seriedad”. Además, criticó a los parlamentarios opositores que aseveraron que se estaba acelerando el debate, diciendo que empezó cuando se presentó la primera reforma, en febrero de 2023.

Al final, los representantes rechazaron la proposición, con 83 votos frente a 47. Sin embargo, quedó claro que la discusión durante los siguientes tres días no será sencilla. Como se ha evidenciado, y como lo contó El Espectador, la oposición podría optar por estrategias como desarmar el quórum durante los días de novena, dilatando la discusión hasta 2025, cuando los debates estarán enmarcados en la polarización del clima electoral. La Cámara, sin embargo, salvó el proyecto de transfuguismo (presentado por un grupo de congresistas y que era independiente a la reforma política).

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En efecto, la primera alerta del día frente a los proyectos del Gobierno llegó no en ninguna de las plenarias, sino en un punto que tomó a más de un congresista por sorpresa. A través de redes sociales, congresistas del Pacto Histórico, como la senadora Martha Peralta Epieyú, empezaron a convocar a un encuentro extraordinario en el recinto de la Comisión Séptima para radicar la reforma laboral.

Sin embargo, la radicación levantó cayos entre sectores opositores. El Partido Conservador alertó que, previamente, se había aprobado una proposición para que, antes de radicarla, se debían realizar audiencias públicas en varias ciudades del país.

“La proposición para realizar audiencias públicas sobre la Reforma Laboral fue aprobada por unanimidad por los Senadores presentes, incluyendo a los ponentes de Gobierno. Escuchar a los colombianos previo a una reforma tan importante, hace parte de las garantías del debate”, dijo Nadia Blel, presidenta de los conservadores, así como de la comisión en la que se discutirá el proyecto cuando, en febrero, vuelvan a sesionar.

Además de las plenarias, solo estaba citada para sesionar la Comisión Primera del Senado. En esta, se aprobó en primer debate el proyecto de ley que quiere regular la realización de encuestas. Luego se votaría la reforma al Estatuto de la Juventud. No obstante, por cruzarse con la plenaria, se levantó la sesión con la expectativa de la reforma política.

Pero el pleno del Senado tenía otras prioridades. Fueron más de siete proyectos los que se discutieron, que iban desde un homenaje al expresidente Misael Pastrana por los cien años de su natalicio hasta una norma para promover el acceso a los servicios de salud mental. Incluso, lo que hundió la reforma política fue otro proyecto, con el que se buscaba legislar respecto al control a las aerolíneas. Fue en esa propuesta que se desarmó el quórum.

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Sin embargo, el mismo ministro Cristo admitió que poner la reforma de octava en el orden del día, la asfixió. Eso sí, se mostró reacio a afirmar si se trató de una suerte de “represalia” por los recientes insultos del presidente Petro a los 92 congresistas de las comisiones económicas -incluyendo a Efraín Cepeda, presidente del Senado-, con quienes incluso “rompió relaciones”.

“Me estoy volviendo experto en el hundimiento de reformas políticas”, dijo Cristo, al salir de un Capitolio en el que logró salvar solo una de las reformas. Además del discurso de Petro y que no se incluyera en un punto con mayor prioridad en el orden del día, el fracaso de esta reforma se da como antesala a los movimientos de partidos políticos. Precisamente, este martes, será el lanzamiento de Unitarios, la colectividad que buscará reunir a las distintas fuerzas del Pacto Histórico. Y en enero, habrá una cumbre de partidos.

Al término de la sesión, también se notó la molestia en varios de los congresistas del Gobierno, como María José Pizarro o Isabel Zuleta, quien, en previa conversación con El Espectador, culpó a la mesa directiva del Senado de ser “desordenada”, permitiendo que se incluyeran más de 80 proyectos en un solo orden del día.

Y es que, según datos preliminares, en este semestre, en el Senado se radicaron 282 proyectos de ley -de los que se aprobaron 105 leyes- y en Cámara, 417. Se trata de cifras significativamente superiores a los primeros seis meses de 2024, cuando fueron 40 en Senado y 72 en Cámara.

En todo caso, el hundimiento por tres votos deja una situación crítica. No solo porque la reforma política era clave para el propósito reeleccionista del Pacto Histórico al permitir el transfuguismo. Pero, además, porque seguirá promoviendo su paquete de “reformas sociales”, como la laboral, la de la salud y la de la jurisdicción agraria. Con la antesala de esta sesión, y la promesa de un remezón ministerial en el que Cristo sería uno de los que sale, el Gobierno deberá demostrar su capacidad de negociación con el Congreso.

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