Dejar de apuntar a la cabeza, la estrategia del Gobierno para salvar sus reformas

Hablar con los líderes de los grandes partidos políticos para conseguir los votos necesarios y destrabar la reforma a la salud, fue una estrategia que no le sirvió al Gobierno de Gustavo Petro y hoy tiene en cuidados intensivos su proyecto de ley para modificar el Sistema de Salud en Colombia. En caso de que se materialice esta opción, sería el segundo gran proyecto que se le hunde al Ejecutivo en el Capitolio, después de la reforma Política. Para evitar que eso pase, desde el Ejecutivo apelan a otra movida: dejar de apuntar a las cabezas de los partidos y recurrir a las bases, para salvar la iniciativa presentada por la ministra Carolina Corcho y otras a las que le apuestan, como la ley de sometimiento, la humanización de la política criminal y las reformas laboral y pensional.

Hablar con los líderes de los grandes partidos políticos para conseguir los votos necesarios y destrabar la reforma a la salud, fue una estrategia que no le sirvió al Gobierno de Gustavo Petro y hoy tiene en cuidados intensivos su proyecto de ley para modificar el Sistema de Salud en Colombia. En caso de que se materialice esta opción, sería el segundo gran proyecto que se le hunde al Ejecutivo en el Capitolio, después de la reforma Política. Para evitar que eso pase, desde el Ejecutivo apelan a otra movida: dejar de apuntar a las cabezas de los partidos y recurrir a las bases, para salvar la iniciativa presentada por la ministra Carolina Corcho y otras a las que le apuestan, como la ley de sometimiento, la humanización de la política criminal y las reformas laboral y pensional.

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Los partidos Liberal, Conservador y de la U, en los que el gobierno de Petro tenía puesta su esperanza, muestran divisiones internas, pues, aunque sus dirigentes se hayan parado de la mesa y tomaran distancia del proyecto del Ejecutivo, sus militantes son otra historia y hay discordia ante posibles coqueteos del Gobierno. Sobre todo, en el caso de los liberales, pues aunque parece que se mantendrán unidos y alineados con la decisión de su director, César Gaviria, no son un secreto los choques internos de algunos congresistas rojos con la dirección. Además, de su afirmación de quienes se alejen de su decisión y apoyen la reforma, serán suspendidos.

Los choques de los liberales

La afirmación de Gaviria no fue bien recibida por algunos de los militantes del Partido Liberal, como el representante a la Cámara, Juan Carlos Losada, quien, aunque dijo que respetará y acatará lo decidido por su director, no comulga con las formas de pedirlo. La dirigencia del partido dijo que quienes se aparten de la decisión oficial del partido serán sancionados y que incluso habría casos en los que se castigue con el retiro de avales en importantes departamentos y municipios del país. Ante esto, Losada dijo en la emisora W Radio que siente lo dicho por Gaviria como un chantaje a los militantes rojos. “Lo que dicen los estatutos del Partido Liberal es que las decisiones de cómo votan los congresistas se hacen a través de la bancada parlamentaria, es decir, de los 47 congresistas. Imponer decisiones me parece que es ilógico, hasta cuando estamos de acuerdo como en este caso”, sostuvo el representante a la Cámara.

La aparente unidad conservadora

Por su parte, en diálogo con este diario, algunos conservadores aseguraron que ya tuvieron una reunión “con el presidente del partido y básicamente se planteó que él avance con un documento en donde estén expuestas nuestras diferencias con el proyecto del Gobierno”. Asimismo, algunos congresistas del partido azul aseguraron que por ahora se mantienen unidos y apoyan la decisión de su dirigente, Efraín Cepeda, de apartarse de la reforma de Petro. Sobre si tendrán libertad de decidir individualmente su bando, los congresistas consultados por este diario dijeron que lo más probable es que “iremos como bancada y se decidirá en su momento. Pero lo que si te digo es que estamos unidos y queremos una buena reforma para el país. Y seguro a nuestro regreso citarán a bancada”.

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Ley de bancadas, el mayor obstáculo a un eventual coqueteo

El mayor obstáculo que tendría el Gobierno en caso de decidirse a coquetearle a los militantes de algunos partidos políticos y no a sus dirigentes es la llamada ley de bancadas. Esta norma, también conocida como la 974 de 2005, contempla que todos los miembros de un mismo partido político tienen la obligación legal de actuar en grupo y coordinadamente. En caso de no cumplir con lo dispuesto en esa norma, dice el mismo documento, los directivos “podrán establecer sanciones por la inobservancia de sus directrices, las cuales se fijarán gradualmente hasta la expulsión, y podrán incluir la pérdida del derecho de voto del miembro de la respectiva corporación pública, observando el debido proceso”.

Aún así, existe un salvavidas que ofrece esta misma ley y que podría permitir quitar cargas a los congresistas de los partidos. “Cuando la decisión frente a un tema sea la de dejar en libertad a sus miembros para votar de acuerdo con su criterio individual, se dejará constancia de ello en el acta respectiva de la reunión de la bancada”, señala el artículo quinto, con el que, de así decidirlo, los legisladores del Liberal, Conservador o de la U que decidan dar su apoyo a la reforma a la salud de Petro, podrán hacerlo sin exponerse a sanciones de ningún tipo.

La alternativa de la Alianza Verde

Por otra parte, quienes parecían ser de los más fieles al Gobierno Petro, la Alianza Verde, contemplan alternativas a la apuesta del gobierno en materia de salud. En la tarde del 30 de marzo, al menos cuatro congresistas de ese partido se reunieron para analizar una ponencia alterna que se basaría en un articulado propuesto por el senador Humberto de la Calle (Verde Oxígeno) al que se le sumarían insumos de distintos legisladores del partido. Además, este diario conoció que no descartan incluso presentar un proyecto nuevo para reformar la salud en Colombia, pues hay varios puntos de discrepancia con la iniciativa gubernamental.

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