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En momentos en que sesionaba la Comisión Tercera del Senado de la República, y se discutía sobre el proyecto de renta básica de emergencia como una medida para ayudar a los colombianos en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, se inició la sesión plenaria del Senado. Por esa razón, la discusión no pudo continuar y el proyecto terminó hundido por falta de trámite.
No obstante, el mensaje que la célula legislativa en la que se debatía el asunto quería enviar a los colombianos es que ya se ha empezado a trabajar en un acuerdo en el que confluyan los diversos partidos políticos que la integran para que el debate se retome en la próxima legislatura, que se instala el próximo 20 de julio.
La subcomisión que se integró para tratar el tema ha empezado a definir algunos asuntos. Una de las propuestas, explicada por el senador Iván Marulanda, de la Alianza Verde, es que el beneficio llegue a unos 9 millones de hogares y que la distribución de los recursos se pueda hacer a través de programas sociales que ya estén en funcionamiento, para tener mayor facilidad administrativa.
“Debe ser un programa más extenso, de seis meses. Empezando por un impacto de un salario mínimo el primer mes, en el segundo mes puede ser del 80 %; en el tercer mes, del 70 %; en el cuarto mes, del 60 %; hasta llegar al 50“, explicó Marulanda, quien estima que se necesitaría una inversión del 1,7 % del producto interno bruto (PIB).
Por su parte, el senador Ciro Ramírez, del Centro Democrático, expuso su propuesta de que el ingreso para las familias vulnerables pueda ser de $ 420.000 durante seis meses, un monto que para el senador Marulanda sigue siendo muy poco. “Ya pasaron tres meses las familias confinadas en blanco, hay que resolver. La idea no es trabajar sobre la base de un ingreso de $ 420.000, sino arrancar con un salario mínimo que pueda ir descendiendo durante los seis meses próximos”, agregó el congresista.
A su turno, la senadora María del Rosario Guerra, también del Centro Democrático, hizo énfasis en la importancia del nombre del programa, para que no se entienda que es un derecho, sino una acción del Estado para ayudar a las familias en situaciones de emergencia. “Si uno habla de que esto es un derecho, es un mensaje que no podemos dar. Esto es una respuesta solidaria frente a un momento difícil. El nombre es importante por el mensaje”, comentó.
Ese argumento tuvo respuesta por parte del senador Gustavo Bolívar, quien manifestó que el nombre de ingreso solidario, por ejemplo, resulta ofensivo porque, en últimas, el Gobierno no está siendo solidario, sino que les está devolviendo a los ciudadanos una plata que es de ellos. “Eso de ingreso solidario, como diciendo que yo soy solidario, y no. Esa plata no es de nosotros, esa plata es de la gente, es una redistribución del ingreso. Por eso me gusta renga básica, que es un nombre universal”, señaló Bolívar.
Tanto Bolívar como el senador Édgar Díaz, de Cambio Radical, manifestaron que no se hubiese podido avanzar al menos en un primer debate, por lo que la noticia, más allá de si había acuerdos o no sobre la propuesta, es que el proyecto se hundió. La corta sesión de la comisión y el futuro del proyecto quedó resumida en lo manifestado por el senador Efraín Cepeda: se va a empezar nuevamente el debate a partir del 20 de julio próximo, “con el consenso sobre la necesidad de profundizar los recursos del Gobierno Nacional para los programas sociales”.